Capítulo 1: Presentaciones

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Prólogo.

Ya era hora de que se acabaran las clases en el pequeño pueblo de Ruanes, el pequeño pueblo de Cáceres de tan solo 80 habitantes, entre ellos, 12 jóvenes de entre 16 y 20 años. La jornada lectiva del último día había sido demasiado aburrida, habían dado clase, cosa que Carlos, Lorenzo, Javier, Emilio, Amelia y Clotilde (17,18, 16, 19, 20, 17 años respectivamente) no compartían. ¿Qué era eso de que el último día de clase tenían que dar clase? Era algo abominable pensaban ellos, y no veían la hora en que las agujas del reloj que se situaba en el centro de la pared dieran las 14:00 para poder irse pitando a casa y recoger la mochila previamente preparada con lo necesario para ir al río y divertirse entre amigos.

A las 14:15 estaban todos los amigos en la plaza del pueblo esperando al, como no, siempre impuntual Javier. Cuando este llegó, eran ya las 14:23 y tras reñirle brevemente entre todos, se dispusieron a efectuar la larga caminata de 1 hora que les separaba del río más próximo.

Por el camino, estaban cantando canciones de sus artistas favoritos, comiendo patatas fritas y bebiendo agua y coca cola, lo suficiente para calmar un poco el hambre ya que tenían pensado comer en cuanto llegaran a la orilla del río.

Cuando al fin llegaron, el reloj marcaba las 15:27, pusieron las mantas y toallas todas juntas, y se dispusieron a comer lo que sus madres habían preparado.

-Bueno chicos, ¿qué es lo que vamos a hacer al final este verano? -Preguntó Javier.

-Yo he pensado en ir todos a una cabaña muy mona que vi en internet, está en la provincia así que seguro que con un poco de insistencia de los más pequeños a vuestras madres os dejarán ir, la verdad es que es bastante caro ir una semana, pero leí que si va mucha gente, aunque no seamos solo nosotros, podríamos estar incluso un mes, o más, depende de la gente que vaya, el sitio web dispone de un foro, y ahí podemos hablar con otras personas que quieran ir para ponernos de acuerdo en las fechas, y por supuesto ¡disfrutar todos de un gran verano! -contestó Amelia, la mayor del grupo.

Todos asintieron con convicción muy alegres, ante la idea de un gran verano memorable juntos fuera del pueblo ya que todos tenían ya más de 16 años.

Cuando el reloj dio las 19:00 recogieron todo tal como se encontró al ir, y se pusieron de camino a casa aprovechando los últimos rayos del día evitando así andar por la noche por los caminos.

Pasaron los últimos días de Junio ​​y entraron en el séptimo mes del año, quedaban solo 10 días para poder ir a la cabaña y todavía quedaba de convencer la madre de Javier, que al ser el más pequeño del grupo, su madre, Mercedes , tenía ligeras preocupaciones, pero entre Amelia y Emilio, estaban haciendo mella en Mercedes y estaban seguros de que al final daría luz verde a Javier.

Cuando solamente quedaban dos días para ir al bosque de encinas, Mercedes para alegría del grupo, cedió ante los jóvenes y Javier se puso rápidamente a hacer su equipaje, al día siguiente, los nervios y las ganas entre los amigos estaban a flor de piel, no podía esperar ni un segundo más para ir al Bosque de las mil hectáreas, conocido como el bosque de las encinas, y famoso por sus 12 lagos enormes y cristalinos, por sus montañas altas y rocosas para hacer escalada, y sobre todo, por su lugar tan lejano a todo pueblo o toda ciudad. Todo ello, hacía que jóvenes de toda España, quisieran ir allí para montar grandes fiestas de sol a sol, lo que lo convertía en el paraíso juvenil.

Cuando llegó el día 10 de Julio, Amelia recogió a todos sus amigos en su furgoneta, y se dispusieron a ir a la Cabaña, donde muy pronto, conocerían al resto de personas con las que compartirían vivienda durante los próximos 31 días.

Capítulo 1: Presentaciones.

10 DE JULIO.

A las pocas horas llegaron a la cabaña y vieron que prácticamente estaban allí ya todas las personas, se informaron un poco y se enteraron de que solo faltaba un grupo por llegar, a los pocos minutos ya estaban todos, pagaron el alquiler de 1 mes al Sr. Pérez (el dueño de la cabaña) y este les dio las llaves, después de esto Juan Pérez se fue, y los jóvenes empezaron a transitar la enorme cabaña mientras se alojaban.

Al cabo de una hora, el grupo de amigos se había alojado en la cabaña, era muy bonita, el piso inferior contaba con un amplio salón con sofás y sillones de color verde oscuro y granate, una chimenea al lado de un gran ventanal y una cocina totalmente equipada.

En el piso superior había dormitorios con cama doble y baño abierto, además tenían un salón con una televisión, un billar, una pequeña barra de bar y un futbolín.

Poco después fueron llegando el resto de grupos de amigos, ya que previamente habían acordado que todos se juntarían cuando se hubieran alojado para discutir las posibles normas de conducta y reglas del próximo mes.

Entre todos los grupos de amigos, que en total eran 24 personas, eligieron un portavoz cada uno, del grupo de Ruanes la portavoz fue Amelia, del grupo de chicos de Cataluña el elegido fue Josep, del grupo de Andalucía fue Antonio, y del grupo de Castilla y León el portavoz fue Luis.

-Bueno, lo primero, deciros buenos días a todos y espero que no haya ningún tipo de problema entre ninguna persona, ya que todos hemos venido aquí a disfrutar, mi nombre es Antonio, mis amigos y yo, que en total somos 7, venimos de Huelva y Cádiz, esperamos que todos juntos podamos hacer muchas fiestas y que lo pasemos bien.

-Sí, esperamos exactamente lo mismo, yo me llamo Luis, he venido con mis 5 amigos de Castilla y León, de Valladolid todos, ojalá todos lo pasemos muy bien y saquemos buena experiencia de este viaje.

-¡Me parece fenomenal! Yo soy Josep amigos, me conoceréis poco a poco porque soy muy risueño y siempre me estoy riendo, esta experiencia como decía el amigo eh ... Luis, ¿cierto? Debe ser una magnífica experiencia, y eso lo esperamos mis 3 amigos y yo.

- Esto seguro que será fenomenal desde luego. Mi nombre es Amelia, venimos mis 5 amigos y yo de un pueblo muy pequeño de Cáceres, se llama Ruanes, nos gustaría hacer muchos amigos y pasarlo muy bien.

Cuando se fueron presentando el resto de personas, los cuatro portavoces decidieron que era hora de hablar de las normas y reglas.

-Bueno, yo creo que la cabaña debería cerrarse como tarde a las 4 de la mañana, y si hay algún grupo que quiera estar fuera se le da la llave y ya entrarán cuando quieran-propuso Josep.

-Si bueno, está bien, pero ¿Por qué no mejor  dejamos abierta la cabaña? -Contestó Luis.

-Yo que sé solo era una idea, pero como queráis.

-A mi me parece bien la idea de cerrarla.

-¿Verdad que sí? Veis, Amelia y yo votos a favor, ¿y tú Toño?

-También un voto a favor.

-Bueno amigos, reglas de conducta, por supuesto no peleas, no dejar luces y agua dados sin estar usando nada de eso, las fogatas que se hagan en el bosque con mucha precaución, ni gotis-gotis ni nada por el estilo, todo con cabeza que ya tenemos una edad, cualquier fallo de un grupo será sanción para su portavoz que deberá pagar 5 € en un bote que pongamos para cualquier pago extra que haya. ¿Alguna sugerencia? -Explicó Josep.

Todos estaban de acuerdo, las normas eran sencillas de entender y a priori bastante fáciles de cumplir, acordaron que las llaves de la cabaña estarían disponibles para toda persona, y se encontrarían en un bol en la entrada de la cabaña.

En cuanto todo estuvo listo, cada grupo ya estaba libre para poder divertirse, el grupo de Ruanes subió a sus habitaciones, cogieron toallas y crema solar y se marcharon corriendo a uno de los relucientes lagos, ese día, de tanta risa, tanto entusiasmo, tanto júbilo... No podían ni siquiera pensar lo que ocurriría en los días siguientes.

La cabaña del bosque de encinas.Where stories live. Discover now