CAPITULODOCE

251 20 11
                                    

Martina
Las gemelas tienen más de dos meses y no han parado de consentir las.
Cami me había ayudado un poco cuando no sabía que hacer, ya que ella tenía un poco más de experiencia con Benja.
Me encuentro en el sofá,mientras las niñas duermen.
Los niños están en sus respectivos colegios.
Me había comunicado con Andrés y le había mandado una de mis canciones nuevas.
Cierro mis ojos hasta que siento unos besos sobre mi cuello.
-hola tinita
-hila amor
Dejo un largo beso en sus labios y luego veo como se sienta a mi lado.
-te he extrañado
-y yo a ti sebitas,las niñas duermen
-son iguales de perezosas que tu amor- dice burlesco
Lo golpeó pero este toma mi muñeca y me deja bajo su cuerpo.
-no a la violencia, amor
Ambos reimos y yo lo beso.
Sus manos sostienen mi cabeza mientras que la mías lo pegan más sosteniéndolo del cuello.
El beso no es dulce,es salvaje y apasionado.
Estar con quien amas es como tocar el cielo y ver las mismísimas estrellas, jamás me había sentido incómoda con Sebastián, al contrario, me sentía segura.

.....
El día de ayer subimos una nueva canción, esta estaba teniendo mucho éxito, cantar se había vuelto una de mis cosas favoritas.

Me miró en el espejo y sonrió, ya no soy esa chica llena de inseguridades que era capaz de dejar al amor de su vida por miedo, me había vuelto fuerte por mis niñas, cada dos semanas iba a visitar a mis padres y mi tía la cementerio, hablar con ellos me hacía feliz, muy feliz, lo raro era que sebastian había ido hoy en la mañana y no me había dicho el por qué.
Me alejo un poco y miro mi cuerpo completo, llevo un vestido color rojo pasión, unas sandalias negras altas y el cabello suelto, como le gustaba a Sebastián.
Veo a mis pequeñas y sonrío, amber y alexandra tienen dos lindos conjuntos de ositos color rosa y unos zapatitos negros.
Sebas me había dicho que me daría una sorpresa, no me dijo a donde me llevaría.
Sebastián yatra
En la mañana
Me detengo frente al cementerio y antes de bajar busco el ramo de rosas blancas, camino hasta la tumba de los padres de Martina y dejo las flores en esta.
-nunca había hecho esto, Señor Stoessel, me hubiese gustado que la situación fuera diferente, pero no lo es
Largo un gran suspiro y miro al cielo, recordando mis padres.
-Amo a tini, como nunca había amado a nadie, la vida nos dio una sorpresa doble, nuestras gemelas, y creo que es tiempo de que de un gran paso, el cual había estado retrasando un poco.-me paro firme y vuelvo a hablar-te pido la mano de Martina, para contraer en matrimonio, no prometo nada, la vida está llena de sorpresas y no puedo decir que nunca va a llorar, por qué eso ni yo lo sé.

Sonrio al ver a mi muñeca con su carita sonriente cuando llego y al verla dormir tranquilamente.

-jams voy a tocarle un pelo  y si tengo que dar mi vida por ella lo hago-

Me despido y sigo mi camino hasta el carro.
Suspiro y busco en mi chaqueta la pequeña caja roja.
Hoy es el gran día, Sebastián
... 
Holaaaa
Me extrañaron?

Quédate Where stories live. Discover now