cap. 8 - El Alfa.

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- Te pasa por ser niña de papá. - Se burló Lydia.

- No esta noche. - Dijo Allison mordaz.

La observé confundida ajustarse la chaqueta, ponerse un gorro y tomar rápidamente algunas cosas personales.

- ¿Qué crees que haces? - Me levanté y Lydia me siguió hasta la ventana. Allison salió por esta y caminó un poco por el tejado. - Allison, ni siquiera lo pienses.

Pero mi hermana ya había saltado y con mucha elegancia y firmeza aterrizó en el suelo, mirando emocionada hacia arriba.

- Ocho años de gimnasia, y eso que no has visto a Angeles. - Dijo ante la mirada confundida de Lydia. Yo solo bufé, apoyando mi mentón en mi mano sobre el marco de la ventana.

- ¿Y tú crees que voy a cubrirte?

- Venga, Angeles... Te pagaré 30.

Hm. - Que sean 50.

- 40.

- Hecho. - Miré a Lydia y le señalé la ventana como invitándola a pasar. Con una sonrisa burlona, cabe aclarar.

- Prefiero las escaleras...

Una vez que las dos se fueron, fui a mi habitación. Me concentré en hacer algunos deberes de la escuela mientras escuchaba música. No tenía sueño, así que me mantuve ocupada lo más posible para poder abrir a Allison silenciosamente cuando vuelva.

Mi teléfono vibró anunciando un mensaje. Abrí y lo leí algo intrigada.

Llámame en cuanto puedas. - Derek.

Iba a llavear mi puerta para que nadie entrara, pero antes de llegar hasta ahí, mi teléfono empezó a sonar. Por un momento creí que era Derek, pero solo figuraba Allison. Seguro y habían vuelto de su cita.

Le abrí la puerta principal con mucha cautela y para mi suerte Scott ya se había ido, no estaba de humor para saludarlo.

- ¿Qué tal ha ido?

- Bien. Fue... Divertido. - No parecía convencida.

- ¿Fue grosero?

- No, no... Scott es perfecto. - Rodé los ojos ante su sonrisa soñadora. - Solo que ya aprendimos que las citas en grupo no son lo nuestro.

Asentí mientras subíamos cada una a nuestra habitación.

- Buena lección... Hasta mañana.

- Ah, espera. - Camino hasta mi rebuscando en sus bolsillos. - Toma. - Me paso los 40 dólares.

- Allison, no hablaba en serio... - Me sentí idiota.

- No, tómalos. Tú me cubriste. - Sonrió. - Es lo justo. Algún día yo te cubriré a ti...

Si, realmente espero que lo hagas...

Suspiré y negué con la cabeza.

- Gracias. - Ella se encogió de hombros. - Ve a dormir, es tarde...

- Descansa. - Se encerró en su habitación.

Una vez que yo hice lo mismo, me apresuré a llamar a Derek. Luego de unos segundos contestó.

- Hey.

- ¿Todo en orden? - Me acosté en la cama.

- Supongo que tengo que hacerte un resumen. - Fruncí el ceño. - Tu padre me ha amenazado.

Me incorporé de un movimiento en la cama. Quede sentada y con los ojos muy abiertos.

- ¿Q-que? ¿Qué te ha hecho? ¿Estás bien?

a toxic world - a toxic saga¹Where stories live. Discover now