¿Q.E.E.S.C? ✦ soojun/ʸᵉᵒⁿᵇⁱⁿ

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Yeonjun sintió que se derretía sobre las sabanas calientes que tenía en la espalda. Estaba perdiendo conciencia de todo lo que le rodeaba.

Soobin lo empujó con las manos y Yeonjun se sujetó con fuerza de las colchas arrugadas, se mordió los labios para que ni Beomgyu o Taehyun lograran escucharlo.

El pelinegro continuó bajando un poco más con besos húmedos y succiones hasta encontrar lo que tanto había estado deseando durante un buen tiempo, aplastó las caderas de Yeonjun para inmovilizarlo y emitió un gruñido, levantó una de las piernas de Yeonjun hasta su hombro y sin pensar comenzó a abrirse camino por las apetitosas nalgas del menor.

Cuando hundió su lengua allí, Yeonjun soltó un gritito estúpido que resonó en el techo de su habitación.

—Oh-mierda-Soobin-ssi, por favor—Empezó a penetrarlo con la lengua, al principio poco a poco, lánguidamente, pero a medida que iban pasando los segundos aceleró sus movimientos, el cuerpo de Yeonjun reaccionó de inmediato, abriéndose para él, dejándose en sus manos.

Soobin dejó de lado cualquier otro pensamiento, incluso olvidó a su hijo, olvidó la diferencia de edad, olvidó que Jinsoul le había dejado a su único hijo para que él lo cuidara, y de cierta forma lo estaba cuidando. Llevó su diestra hasta la parta baja de su cuerpo y dejó sus pantalones abajo, luego tiró los bóxer y liberó su erección.

Levantó la mirada y se topó con un Yeonjun sonrojado y con el cabello revuelto, estaba tan adorable que Soobin tuvo que apretar sus dientes para contenerse.

—Shh—Se enderezó un poco y se acomodó sobre sus rodillas para tomar un sobre de aluminio de su veladora. Rasgó este con sus dientes y desenrolló el látex por su erección, desde la punta hasta la base, escurrió entre sus dedos el lubricante del condón y sin pensárselo dos veces regresó al cuerpo de Yeonjun como un depredador— ¿Lo quieres, pequeño?

Yeonjun parecía confuso, pero aun así no se movió ni un poco. Esperó a que Soobin lo llenara.

—Lo quiero Señor Choi, por favor—Susurró sin vergüenza, después de todo ya había llegado demasiado lejos. Vio que Soobin la tomaba erección rígida que tenía en su dirección y observó atento como la acomodaba justo en su entrada. El castaño se mordió el labio para ahogar un grito al sentir como el pelinegro se abría paso en él con un movimiento de cadera y, con un gruñido empujó la punta hasta que esta estuvo dentro.

Yeonjun admiró la rigidez que denotaba el rostro de Soobin, como si este sufriera, deseaba poder aliviarle y darle placer más que cualquier otra cosa en el mundo, así que recordó un poco de los videos sucios que había visto antes. Y sin pensarlo demasiado, levantó la cadera un poco y se empujó contra el pelinegro.

—Demonios, Yeonjun—Le sujetó la cadera y respiró con dificultad— ¿Acaso planeas matarnos?

Estaba a punto de responderle cuando de repente se dio cuenta de que ya tenía media erección dentro y el dolor menguando.

Soobin dentro de él, por fin.

—Señor Choi—Le susurró con una sonrisita malévola.

Soobin tragó saliva y, tras apartar sus manos se impulsó adelante, enterrándose en Yeonjun por completo.

—Respira—Le susurró—Intenta relajarte.

Yeonjun exhaló lentamente y su cuerpo quedo ligero. Soobin aprovechó el momento para empujar sus caderas un poco más, penetrando por fin ese apretado culo. El castaño cerró los ojos con fuerza y volvió a morderse los labios.