20).Pa~

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Levi no era ni lenta, ni sorda y peor aún tonta.

Cubrió el cuerpo de Tony al escuchar la puerta abrirse, como si de una manta se tratase, gracias a que su tela era ligeramente gruesa, no se podía notar la diferencia y no se veía el brillo del reactor.

Stephen cuando llegó, le agradeció como nunca a la capa por salvarlo de ese modo, soltó un suspiro de alivio al ver a Rhodey sentarse en la silla al lado de la cama.

Solo esperaba que no pasara nada inesperado como para que el reactor del genio quedara al descubierto.

—Eh... bueno, pueden entrar si quieren.— les dijo Stephen a los demás cuando se giró.

Todos salieron casi corriendo hacia adentro.

Levi era primeriza, se enganchó fuertemente a Tony por si a alguno les daba por levantarla de su lugar.

Stephen con una última mirada al lugar, caminó hacia en donde se encontraba la capitana para examinarla.

Tanto a Rhodey como a los demás les pareció rara la reacción del azabache en cuanto el moreno entró luego que le dijeran que no.

¿Porque se había puesto así?

No era para tanto que entraran después de todo, ¿no?

El Coronel tenía un presentimiento, pero ahora mismo no podría ver si sus sospechas son ciertas.

Luego de revisarla, les informó tanto a los que se encontraban en la habitación del castaño como a los que estaban en la sala.

Hubo uno que otro que también preguntó por Tony, teniendo casi la misma respuesta que con Carol.

La rubia estaba bien, solo se había golpeado un poco, algunos raspones que se curaban rápidamente, no dudaba en que pronto se despertaría.

Tony era otro caso, era como si toda su energía se hubiera ido de su cuerpo en cuanto la armadura se removió.

Se desmayó, en cuanto cayó en brazos de Stephen, este pudo sentir su temperatura alta, el sudor que cubría su cuerpo, su piel algo pálida y los claros temblores en su cuerpo. Por lo que le había colocado suero y unas cuantas toallas húmedas en su pecho, su reactor estaba mucho más caliente que todo su cuerpo.

Pero obviamente no les diría a los demás esto, sólo les dijo que se encontraba bien, pero debía descansar, y en cierta parte era cierto.

Todos le agradecieron y no tardaron en dispersarse, el iba a regresar al Ala médica pero un llanto lo hizo suspirar y darse media vuelta para ir a la habitación del castaño en donde se encontraba Dommy.

No pudo empezar a caminar, pues se quedó en shock al ver como el bebé se transportaba de aquí para haya, cuando lo hacia, chispas de colores verdes, azules y amarillos aparecían a su al rededor, para luego desaparecer junto al pequeño y aparecer en otro lado.

—¿Dommy? Dommy.— empezó llamarlo. —Dommy, aquí estoy, ven conmigo, no pasa nada ¿si?— intentaba tranquilizarlo al ver como lloraba.

El pequeño se detuvo un momento, para luego girarse en medio del pasillo y ver al azabache, no dudo en ir con él.

Stephen se asustó cuando sintió el peso de Dommy encima suyo, tal cual había pasado en la mañana.

Enfrentando el PasadoWhere stories live. Discover now