Nada en esta vida dura para siempre. Las acciones, las mentiras, las relaciones, todo tiene un final y sientes que te ahogas en un mar de desesperación pero siempre luego de la tormenta sale el sol... ¿Verdad?
~Vago intento de un trío amoroso(?~
La...
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Un nuevo amanecer cayó en el Imperio y todo transcurría con normalidad excepto que _______ salió de su habitación, era un día tranquilo y ya podía caminar bien, aunque no correr. En el día anterior arregló las cosas con Ukyo quien le dio información que alivió su roto corazón.
***
—Se te nota en el rostro, ________ que quieres ir tras Tsukasa cada vez que él sale de esta habitación.
Ambos estaban recostados en la gran cama del 'Primate más fuerte de preparatoria' luego del abrazo. La peli______ tenía su cabeza recostada en el hombro del ojiverde y su mano estaba en su pecho a la altura del corazón haciendo dibujos sin sentido mientras él mantenía uno de sus brazos rodeado en la cintura femenina con su mano posicionada en su cadera y su pulgar haciendo círculos.
—Sí, quiero detenerlo, pero él es más fuerte que yo —levanté un poco mi torso quedando apoyada sobre mis manos en la cama.
—Fuiste militar de élite, tienes más experiencia que él, sin contar que lo superas en velocidad —llevó ambas manos a su nuca observándome.
—La fuerza es un factor clave también, no solo la técnica y velocidad. Es un digno oponente, no es sencillo derrotarlo. Ya nos hemos enfrentado en el pasado y simplemente... es una bestia.
—¿De verdad? ¿Cómo fue? —la curiosidad podía percibirse en su voz.
—Antes él solía enseñarme algo de boxeo, pero un día intentamos MMA lo cual es su especialidad y la mía, todo iba bien hasta que nos enfrentamos directamente. Era realmente una de las pocas personas que podía hacerme frente en un combate cuerpo a cuerpo. Eso es lo que pensé al inicio de la pelea, pero luego fue haciéndose estresante para mi con el pasar del tiempo y perdí el control al punto de fracturarle dos costillas.
Soltó una pequeña risa, aunque no tenía rastro de diversión en su rostro, mientras Ukyo abrió los ojos en shock.
—Me sentí tan idiota y culpable, él tenía un importante pelea en poco tiempo y yo se la había arruinado. Desde ese día juré no entrenar más con Tsukasa, por temor a volver a lastimarlo y él, a pesar de consolarme diciendo que estaría bien y que no era necesaria esa drástica decisión, tuvo que aceptar mi ultimátum. Sin embargo, no me dejó pagarle el monto del dinero que iba a recibir ya que era demasiada y yo no estaba bien económicamente ante sus ojos, más con una familia a mis espaldas —suspiré—. «Tenía dinero, pero explicar que lo conseguí asesinando no era opción» —pensé.
—Entonces... incluso para un demonio como tú, es difícil derrotarlo —estaba sorprendido.
Ella era demasiado fuerte y astuta.
—Sí, pero no imposible...
—¿Qué sucede? Siento que estás abrumada.
—Tratar de derrotarlo implicaría daños que en esta Era de piedra pueden ser peligrosos. No quiero matarlo, incluso ahora es más fuerte, lo cual me hace dudar si puedo vencerlo realmente —suspiré cerrando los ojos—. Aunque creo que ambos siempre nos contuvimos en nuestras peleas, y más él por temor a lastimarme con su fuerza. Realmente... él siempre me ha tratado como un cristal.
