Después de una decepción amorosa, Mew Suppasit había cerrado las puertas de su corazón a toda persona que intentaba algo sentimental con él, durante años creyó que nunca encontraría a alguien que lo amará incondicionalmente, pero su vida da un giro...
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𝑴𝒆𝒘 𝑺𝒖𝒑𝒑𝒂𝒔𝒊𝒕
Definitivamente despertar y ver a Gulf junto a mí era lo único que deseaba por el resto de mi vida, tener ese pequeño cuerpo entre mis brazos era lo que más quería, su respiración tranquila y cálida golpeaba mi cuello mientras lo tenía abrazado de la cintura. Lleve una de mis manos a su sedoso cabello acariciándolo, era suave... demasiado hermoso. Gulf era la persona que ahora amó, la persona que con solo una mirada se había robado mi corazón aquella noche en la que lo ví por primera vez.
Un mensaje había llegado a mi celular, con cuidado me separé del cuerpo de Gulf, no quería despertarlo, se veía tan tranquilo durmiendo. Tomé el dispositivo entre mis manos y ví que era un mensaje del señor Kanawut: "Hola, buenos días Mew. De casualidad, ¿Sabes dónde se encuentra Gulf?". Si supiera que su hijo durmió conmigo muy probablemente ya me hubiera jalado las orejas, mis dedos se movieron automáticamente en la pantalla del celular "Gulf está conmigo, no se preocupe yo lo cuídare". El mensaje fué enviado. ¿Desvergonzado? Un poco, el señor Kanawut era un gran amigo que a pesar de las diferencias de edades teníamos una gran confianza pero ante todo respeto, le podía haber inventado algo acerca del chico que ahora se encuentra durmiendo entre mis sábanas pero no valía la pena, no dejaría escapar tan fácilmente a Gulf Kanawut así que en algún momento se tendría que enterar de nuestra relación.
Me levanté de la cama, aún era temprano pero en unas horas más tendríamos la reunión por la cual estábamos aquí , a pesar de que hoy me la quería pasar todo el día a lado de Gulf, dándole mimos y consintiendolo, el trabajo no nos lo permitía. Tome una toalla y ropa y me metí al cuarto de baño.
Después de una larga ducha salí con una toalla enredada en la cintura, me acerque al pequeño armario y tome algunas prendas, me vesti rápido y en cuestión de minutos ya estaba listo. Me acerque a Gulf para despertarlo pero antes de que llegara al borde de la cama el teléfono de la habitación comenzó a sonar.
—Buenos días, señor Suppasit —hablo una voz detrás del teléfono —disculpe que lo molesté a esta hora.
—Buenos días, ¿Ocurre algo?
—Ha llegado un sobre a la recepción con su nombre. Llamaba para preguntar si puedo mandar a alguien a su habitación para dejarlo.
—¿Quien ha mandado el sobre?
—No tiene remitente señor Suppasit, lo trajo un chico diciendo que se lo entregara personalmente y después se fué.
—Ire yo mismo por el — necesitaba saber más de quién llevo ese sobre y la única forma era ir yo personalmente por el —bajo en unos minutos.
Tomé mi celular y salí de la habitación, gracias al elevador estuve abajo en 1 minuto.
