Recuerdos Perdidos - Michaeng

8

La noche había caído sobre la ciudad, el sol ya se había ocultado y todo parecía muy tranquilo en la casa de la coreana. Luego de que Mina se despidiera de la madre de Chaeyoung y de ella, la menor se encaminó a su habitación

Aun era temprano por lo que aún no dormiria, sólo llevaba dos días con la compañía de la japonesa y habían sido dos días donde la había pasado increíble, Chaeyoung realmente se sentía tan cómoda con ella que no podría aceptar que ya no era más su novia.

Al recordar eso Chaeyoung se sentó sobre su cama mientras su mirada se dirigía hacia un punto en específico tratando de recordar una vez más que había pasado hace cinco años.

—¿Mina que fue lo que hice? ¿que hice mal?— Pronunció la menor en un tono de voz baja

Cerró sus ojos buscando entre sus recuerdos algo pero se le fue imposible si lo único que venía a su mente había sido los momentos felices que pasaron juntas estos dos días recientes, ya cansada de no recordar algo se puso de pie y buscó entre sus cosas aquel álbum de fotos que había sido un regalo para Mina pero que no pudo aceptarlo y decidió guardarlo

Busco entre las fotos y a su vez sonreía a cada una de ellas, habían fotografías donde ambas se miraban tan felices teniendo la compañía de la otra, también habían una que otra foto donde estaban abrazadas por la espalda, finalmente llegó a una donde Mina besaba la mejilla de la coreana y esta mantenía una sonrisa.

En ese momento fue como si algo en su mente llegó, era un recuerdo que estaba siendo revelado, las imágenes eran un poco borrosas pero sabía de quien se trataba lo que estaba viendo. Era Mina y Chaeyoung discutiendo

Ambas chicas se encontraban en una habitación, Mina estaba cruzada de brazos caminando de un lado a otro, parecía estar molesta de algo.

Chaeyoung apareció e inmediatamente le sonrió, intento acercarse a la japonesa quién se encontraba de brazos cruzados

—Minari, siento haber tardado pero tuve un asunto que resolver —habló la coreana

—¿Así?, un asunto importante seguramente — habló con seriedad

—Si lo fue Minari, pero me puedes decir por qué te siento un poco extraña, ¿te molesta que haya tardado?— Preguntó Chaeyoung

—No puedo creer que aún tengas el valor de venir a buscarme, ¿sabes qué? Chaeyoung vete, ¡vete de mi casa no te quiero ver! — dijo Mina reprimiendo sus lágrimas

—Minari, ¿qué pasa? Amor no te pongas así prometo no volver a tardar — dijo con calma la coreana tratando de acercarse a la mayor pero esta se alejó

Al parecer Chaeyoung estaba recordando una discusión que había tenido con la japonesa hace años atrás, cayó al suelo, cada vez que recordaba su cabeza dolía mucho, era un dolor insoportable y el recuerdo la golpeaba aún más

—No Chaeyoung, me has traicionado, ¿Sabes que significa eso? ¡has traicionado la confianza que te tenía!, ahora vete, ¿y sabes algo más? ¡te odio Son Chaeyoung! —lo último lo gritó con repugnancia

~Ahhh....ya basta~

Chaeyoung tenía sus ojos cerrados, sus manos apretaban con fuerza cada extremo de su cabeza, su respiración era cada vez más acelerada.

Intentó ponerse de pie pero comenzó a sentirse mareada, sus lágrimas salieron de lo mal que comenzaba a sentirse pero no quería preocupar a su madre por lo que no quiso llamarla, con la poca fuerza que le quedaba se arrastró hacia el baño que se encontraba ahí mismo en su habitación, decidió tomarse una ducha para así talves calmar todo lo que sentía en esos instantes.