EXTRA O2

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—Woah, estas cosas de verdad están pesadas.

—Sunghoon, ya no te quejes —Sunoo rió.

Llegaron a la casa donde iban a vivir juntos, en ese momento estaban bajando las cosas del camión, hubiesen llegado hace un buen tiempo, pero digamos que Sunghoon no estaba tan concentrado en manejar en ese momento.

Y ahí tenían la prueba, un Sunoo con
una parte de su labio rojo por una mordida y algunas marcas en su cuello.

Sunoo estaba de espaldas mientras intentaba tomar una caja entre sus brazos, se inclinó para tomarla, escuchó a su novio hablar. —Mira nada mas que vista... —el peliazul rió.

—¡Deja de mirarme y ayudame!

—¡Como diga mi precioso! —lo molestó.

Comenzaron a bajar todas las cajas del camión, se demoraron un poco pero suspiraron cuando ya se encontraban dentro de la casa con las cosas en la sala. —¿Esto lo arreglamos hoy o mañana? —Sunoo preguntó.

—Cuando quieras.

—Mañana. —Sunghoon soltó una carcajada.

—Bien, ¿te irás a bañar?

—Sí, ¿dónde están las toallas?

—En esa mochila. —le señaló, Sunoo asintió.

Sunghoon se sentó en uno de los sofás que ya habían ahí. —¿Será que lo hago...? —murmuró. —Será buen momento para..

—¡Sunghoon! —el grito de Sunoo lo hizo asustar. —¿Qué sucede?

—¿Tú adoptaste un gato? ¡Hay un gato en el baño y me está mirando fijamente, te lo juro! —Sunghoon dejó escapar una risita.

El pálido fue hasta aquel baño y vió a ese gato, uno blanco con pequeñas partes negras en sus orejitas. —Es muy lindo.

—Lo es. —afirmó el peliazul. —Pero, ¿cómo entró?

—No lo sé. —Sunghoon se acercó al gatito, lo tomó entre sus brazos. —¿Tú crees que se debe haber entrado cuando teníamos la puerta abierta y estábamos metiendo las cosas?

—Tal vez, ¿nos lo quedamos? Le voy a
poner de nombre Hoon.

—¡¿Qué?!

—Sí, sí. Se parece a ti.

—Uy. —miró a aquel gato, este le dedicó un maullido haciéndolos reír. —Bien, ¿iremos a comprarle comida?

—Sí, pero báñate primero. —el menor asintió.

El pálido fue al patio de la casa, sentó al gato junto a él, suspiró, cerró sus ojos y... Se durmió.

—¡Sunghoon! —el nombrado se despertó asustado, vio como Sunoo estaba frente a él con una toalla en sus hombros ya que se estaba secando su cabello. —¡No te puedes quedar durmiendo aquí!

—Lo siento, solo cerré los ojos un momento. —rió.

—Ve a bañarte, yo cocinaré algo.

—Bien.

Sunghoon estaba nervioso, había algo que quería hacer pero, no sabía como el menor pudiese reaccionar.

Ya se habían graduado, vivían juntos
y él simplemente, tal vez... Quería escuchar que a Sunoo lo llamen Park...

—Woah, eso huele bien. —dijo el pelinegro cuando había salido ya de bañarse, el menor sonrió.

—Toma, hice jugo de naranja. —el mayor comenzó a tomar aquel jugo mientras el peliazul le hablaba.

—Sabes, me llamó Jay, me estaba contando que le quiere pedir a Heeseung hyung que se casen... —Sunghoon se atoró y comenzó a toser.

—¡¿Q-qué?!

—Ah... ¿estás bien? —Sunoo le preguntó, el mayor asintió. —Bueno, sí, Jay le pedirá aquello a Heeseung hyung, me parece lindo, ellos llevan mucho tiempo juntos.

—Uhm... ¿A ti te importa el tiempo que lleven en la relación?

—¿Eh? No, supongo. Yo pienso que el tiempo no es necesario, pero bueno, cada uno piensa distinto. —el mayor bajó su mirada. —¿Estás bien? —el pálido asintió. —¿En serio? ¿estás bien, amor?

—Sunoo-yah, yo siento que no es necesario el tiempo, yo... Supongo que dar ese paso es realmente hermoso. —el peliazul sonrió, sus mejillas se coloraron.

—Lo es. —sonrió.

Listo, Sunghoon estaba seguro de lo que iba a hacer.

—Sunoo-yah. —Sunghoon se acercó al menor, este se comenzó a poner nervioso.

—¿S-sí?

—Te amo. —los latidos de sus corazones estaban muy rápidos, Sunghoon estaba seguro de lo que quería, se había imaginado el nombre de Sunoo con su apellido y eso le gustó demasiado. —Te amo tanto que hace tiempo me imaginé que te llamen y te digan "Park Sunoo"... En serio me encantó.

Los ojitos del menor se cristalizaron, sonrió. —Eso... E-eso suena muy lindo.

—Sunoo-yah, ¿me harías el honor de llevar mi apellido? —el menor soltó un sollozo. —¿Quieres casarte conmigo? Juro que me imaginé esto tantas veces, yo sólo quiero que sea contigo, Sunnie, ¿te casarías conmigo?

—¿Por qué eres así? —Sunoo abrazó al mayor y comenzó a llorar, recordó algo que su hermano le dijo.

❝—Sunnie, tal vez Sunghoon debe pensar que yo no lo acepto, que yo no acepto su relación, y no es cierto. De verdad me alegra saber que tienes a alguien quien te hace feliz, alguien quien te hace sonreír, alguien que causa miles de emociones en ti, de verdad estoy feliz de que Sunghoon sea el indicado para ti. Y sé que soy un poco molesto con él, pero yo sólo me quiero asegurar de quien está con mi hermanito, sé que te ama, Sunoo, no sabes cómo lo sé, él en serio te ama y eso me hace feliz❞.

—¡Claro que acepto! ¡Claro que quiero casarme contigo, Sunghoon, es lo que más quiero! —sollozó, el mayor sonrió, Sunghoon le dió un beso en la punta de su nariz.

—No sabes lo feliz que me haces al dejarme escuchar aquello. —sonrió.

Luego de un tiempo sus sentimientos salieron a flote, Sunghoon no se podía arrepentir de absolutamente nada, todo estaba tan bien, a su ritmo, y eso le encantaba.

Esa noche salieron a comprar comida y cosas para su gatito, esa noche entre pequeñas risitas y besos le daban mimos a aquella mascota que tenían.

Esa noche Sunghoon no podía quitar la gran sonrisa que tenía, al ver a Sunoo entre sus brazos, al sentir los besos del menor en su mejillas y al ver el lindo anillo en la mano del menor, todo estaba bien, todo iba a su ritmo, todo era perfecto y Sunghoon estaba malditamente agradecido con la vida, definitivamente sí.

━━ FIN ━━
sí, ahora sí :)

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𝐒𝐔𝐍𝐎𝐎 𝐈𝐒 𝐌𝐘 𝐏𝐔𝐏𝐏𝐘 › sungsun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora