Hoy era sábado, Murphy tenía su sesión fotográfica junto conmigo para la portada de Vanity Fair. Pase la noche nuevamente con ella, y nos levantamos muy temprano ya que teníamos que estar en el estudio a las 8 de la mañana.
Murphy, estuvo lista a las 7:15 y yo demoré un poco más ya que estaba coordinando todo para su salida. De ventaja teníamos era que el estudio no era muy lejos, así que en menos de 20 minutos estaríamos allí.
Salimos aproximadamente a las 7:30 del centro médico. Murphy iba a mi lado, tenía su respirador y mi mano estaba encima de la suya acariciandola. Lucia preciosa en su sencillez. Vestía un Jean denin oscuro, un hoddie sin ningún tipo de estampado blanco, y sus converse negros. Su cabello lo había recogido en una cola de caballo y no tenía ningún tipo de maquillaje.Tal como les dije el camino fue corto y rápido, habíamos llegado 10 minutos antes.
Salimos del parqueadero y le estiré mi mano a Murphy para que la tomara y así lo hizo. Nunca lo habíamos hecho en anteriores salidas nuestras, pero básicamente no nos importó. De ahora en adelante no nos importaría.—Se siente bien agarrarte así en público sin importar del qué dirán— le dije y ella me dedicó una sonrisa.
Ingresamos a la recepción del estudio, y ya nos estaban esperando.
—Murphy! Bill! Que bueno que llegaron—Rhadika se acercó rápidamente a nosotros y nos abrazó saludándonos—Hay mucho por hacer, así que iniciemos inmediatamente.
—Murphy ella es Lou, ella se encargará de tu maquillaje así que vayan de inmediato— La expresión de Murph, me generó gracia, era de asombro pero de burla a la vez, pues recién habíamos llegado y ya la iban a maquillar, pero así es esta industria.
—Bill, ella es Kat y se encargará de tu maquillaje y vestuario—
—Un gusto, Kat— le extendí la mano y esta me veía nerviosa.
—¿Estás bien?—le pregunté al ver que no musitaba ninguna palabra, ni gesticulaba algún movimiento.
—Mu... mucho gusto, Bill— respondió finalmente—sígueme por favor.
Así lo hice, la seguí. Kat caminaba a torpes pasos suponiendo que era por su mismo nerviosismo. Llegamos a un pequeño vestíbulo y vi a unos cuantos metros a mi Murphy. Hablaba entretenidamente con Lou y la podía escuchar reír.
Me senté frente al tocador, y Kat encendió la luz de este mismo. Comenzó a sacar unas bases o algo así creería yo.
—¿Y cómo estás?—Estaba bastante callada e intenté buscar una conversación con ella.
—Bien, Bill. Y tú cómo estás?—Me respondió bastante tímida.
—Muy bien de hecho. ¿Eres nueva aquí? No te vi o no recuerdo haberte visto en la última producción que tuve con vanity—
—Si, solo tengo aquí un mes aproximadamente. Perdón los nervios, no había tenido la oportunidad antes de maquillar a alguien tan famoso como tú— Ya todo tenía sentido.
—No te preocupes, no muerdo—Yo me reí y Kat soltó una carcajada—
—Pues en hemlock grove si lo haces— Esta vez fui yo quien rió. Claramente si sabía quién era.
—Perdón, ya me quedaré quieto— Y así fue, dejé que Kat hiciera su trabajo, al poco rato terminó y siguió con el vestuario.
Era un traje completamente negro, realmente me gustaba el color, así que en lo absoluto me molestaría. Cuando terminé de cambiarme, caminé por el estudio en busca de Murphy.
La vi al fondo y esta tenía un vestido blanco estampado de pequeñas flores azules, un poco escotado y con una apertura en la pierna y de zapatos tenía unos converse blancos. Me acerqué rápidamente a ella y su sonrisa era gigante al verme.
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𝙵𝚒𝚋𝚛𝚘𝚜𝚒𝚜 𝚚𝚞í𝚜𝚝𝚒𝚌𝚊. 𝙱𝚒𝚕𝚕 𝚜𝚔𝚊𝚛𝚜𝚐å𝚛𝚍.
Teen FictionNo tengo nada que explicar. Este libro probablemente será el primero al que podrán juzgar por su portada. No te prometo que será la mejor historia que leerás pero es mi historia de cómo he lidiado mi enfermedad, y sobretodo mi historia con él. Una...