Aʏᴜ́ᴅᴀᴍᴇ... | Kᴀɢᴇʜɪɴᴀ

Capítulo 9: Conflictos

Un silencio imponente inundó la conversación de ambos jóvenes. ¿Incómodo?. No. Pero si había una especie de tensión que viajaba en el aire.

Hinata empezó a sentir la habitación cada vez más pequeña, como si lo estuvieran acorralando. Sin ninguna escapatoria, que era lo que necesitaba en ese momento.

Un nudo se le iba formando en la garganta, haciéndolo preocupar de que si sería capaz de expresar alguna oración.

Las palabras del más alto no se las esperaba para nada…

- ¿Qué si soñaste con el accidente?- repitió Kageyama.

El pequeño rogaba en su mente que dejara de decir aquello. Estaba siendo una tortura. Ahora qué haría…

- ¿E-eh?, ¿d-d qué estas hablando?- río algo nervioso intentando de sacarle importancia al tema - ¿Por qué soñaría con e-eso?-.

- No respondas una pregunta con otra pregunta - dijo el azabache algo enfadado.

- P-pero no sé que queres que responda, n-no tengo nada que decir -seguía riendo nervioso - además, ¿cómo sabrías eso?-.

- Te escuche -.

- ¿Escuchar?, ¿escuchar exactamente qué?- el pequeño realmente se sentía perdido.

- Bueno, resulta que hablas dormido…- comenzó a explicar Kageyama.

- ¿Qué?-.

- Dejame terminar - dijo para luego suspirar y desviar la mirada al piso - Yo en ese momento todavía no me había podido dormir. De repente empezaste a hacer movimientos bruscos, que no colaboraban para nada en ayudarme a dormir - recalcó molesto el azabache.

Hinata seguía perdido. Todavía no sabía a qué quería llegar con lo que estaba diciendo.

- Cuando me di la vuelta para despertarte, escuche que estabas hablando y…-.

Kageyama hizo unos segundos de silencio y volvió a mirar al pequeño con una vista penetrante, haciendo que se estremeciera.

- ¿Y…?- preguntó algo desesperado el peli naranja.

- Nombraste a tu madre y a tu hermana, Natsu -.

Hinata abrió muy grandes los ojos. No podía ser. ¿De en serio lo había hecho?

- “Mierda”-.

Tan grande había sido el error de pedirle a Kageyama que durmiera con él.

- “Y todo porque me sentía solo…que idiota”- fue lo único que pudo pensar el pequeño.

- Hinata -.

El peli naranja solo lo miró en silencio.

- Vos……soñaste más veces con el accidente, ¿verdad?- preguntó aún más serio sin sacarle la mirada de encima.

No puede ser. Kageyama estaba descubriendo cada una de las cosas que Hinata intentaba ocultarle. ¿Ahora que le diría?, no veía ninguna salida.

- Por tu silencio supongo que es verdad -.

- Y-yo…- el peli naranja quería intentar de decir algo, pero no le salía nada.

- Ahora todo encaja - dijo el azabache mientras reflexionaba - la razón por la que llegas tarde a las prácticas, por la que jugas mal, por la que te dormís en clase, por la que tenés ojeras, por la que no queres comer, por la que actuas raro. Todo eso, es por ese recuerdo que te atormenta en la noche, ¿o acaso me equivoco?- le dirigió una mirada muy intimidante al pequeño, intentando de sacarle la verdad.