Cuenta la historia de un mago, quien cada noche paseaba por un bosque, ahogado en su larga soledad.
La luna su única compañía, en aquella eterna y aburrida vida a la que estaba condenado. Durmió esperando una razón para despertar.
Sin darse cuenta abrió los ojos cruzando miradas con un hada, quien al ver su cuerpo solitario apoyado en un árbol trató de ayudar.
El hada y el mago no tardaron en empatizar, como si del destino se tratase un gran amor nació de sus tristes corazones.
Más la oscuridad tenía otros planes, al ver la felicidad de aquél mago decidió interferir.
Acabando con el hada que alguna vez fue todo para él, ahora regresando a la soledad acompañado de la tristeza de haber perdido a su amor.
Nuevamente el mago se hundió en la desesperación, regresando así a un largo sueño. Donde esperaba consumirse a sí mismo para volver al lado de ella una vez más.
Una vez más parecía que el destino trataba de jugar con él, pues aquel hada a quien creyó haber perdido una vez, ahora estaba frente a él.
Parecía una niña, pero sabía que era ella.
Era una princesa, pero también era su hada.
Ella no lo recordaba, pero el si.
Eso fue todo lo que necesito para continuar respirando, y escapar una vez más de la soledad.
