Capítulo 2: Destinado

2.3K 270 61
                                    

(Daichi)

No puedo creer que todo mi equipo nos dejará plantados a Kageyama y a mí. Al menos, agradezco poder haber llegado. Pobre de mí kohai si no, hubiera sido el único que vino.

Realmente no estaba muy interesado en ver la película. Accedí a ir porque era una actividad de equipo, y porque no quería que nadie armara alboroto, pero ya que estaba, no creí que fuese mala idea verla con Kageyama.

Bien, la película fue un cliché bastante aburrido. Mi kohai incluso pareció a punto de dormirse un par de veces.

Al salir del cine, pensé en algo que pudiéramos hacer, para divertirnos. No eh pasado mucho tiempo con Kageyama, sino es en los entrenamientos, y creo que sería divertido conocerlo un poco más. A penas y sé en que zona vive porque ni siquiera eh visto su casa...

Un helado era una buena idea, y la propuse. Mi kohai aceptó, y caminamos hasta un parque, hablando del equipo y algunas otras cosas como nuestras películas favoritas. Admito que nunca imagine que la película favorita de Kageyama fuera "Viaje al centro de la tierra", sin embargo, de nuevo, supongo que no sé mucho sobre él o sus gustos en general.

Deje a mi kohai en una banca del parque, antes de buscar los helados. Nunca eh probado el helado de arándanos... ¿será rico? Kageyama me lo pidió... quizás se lo pregunte luego...

No puedo creer cuanto tarde

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No puedo creer cuanto tarde. Aunque con el día tan lindo, no puedo culpar a la gente por querer helado igual que yo. Casi trote hasta Kageyama, notando a unas personas detrás suyo.

Lo llamé, y le di su helado, disculpándome por la tardanza. Él se volteó, y entonces me di cuenta. Frente a mi kohai, estaban cuatro de los terceros años de Aoba Johsai.

Salude educadamente, mirando alternativamente a Kageyama para saber si estaba bien. No me agrado lo que Hanamaki implicó que Oikawa había estado haciendo. ¿Por qué Kageyama le mentiría? No tiene sentido, mi kohai es brutalmente sincero.

Bien, mi amabilidad se fue al demonio al escuchar a Oikawa decir que Kageyama no tenía amigos. ¡Mi kohai si tiene amigos! ¡Nos tiene a todos los miembros de Karasuno! ¡Y él hizo amigos en el campamento de entrenamiento en Tokio también!

Tratando de controlarme, me despedí, y alejé a Kageyama del parque, hacia un arcade. Cuando casi estábamos por llegar, le asegure que si tenia amigos. No quería que se entristeciera o pensará algo que no era. Me alegró la seguridad con que me contesto que sabía que somos sus amigos, y luego me divertí mucho en la sala de juegos. Incluso llegue a sacar un peluche de cuervo, de una maquina con una garra y se lo regale.

No estoy seguro de porque, pero ver a Kageyama con los ojos iluminados de emoción, abrazar al peluche me enterneció. ¡Quería abrazarlo y no soltarlo!

Me pregunto en que momento el cielo se nublo, con mi kohai caminamos rápido para evitar la lluvia, pero pronto nos alcanzó. Considerando que mi casa quedaba más cerca que la suya, arrastre a Kageyama conmigo. No entiendo bien porque mi kohai dijo que no había nadie en su casa esperándolo... quizás sus padres estén de viaje o algo así...

Subimos a mi cuarto para quitarnos la ropa mojada, y mientras buscaba en mi armario algo que le pudiera quedar, note que Kageyama miraba con curiosidad alrededor.

Encontré un pantalón que se me había encogido en la secadora, y una remera negra que creó que también me queda chica, aunque no estoy seguro...

De todas formas, se los di a mi kohai, y me di vuelta para sacarme mi ropa. Me quite la remera empapada, eh iba a quitarme el pantalón, cuando un ruido fuerte justo detrás de mí me hizo voltear.

Kageyama se había tropezado, y estaba en el suelo. Tratando de reprimir la risa, me agaché, y le estaba extendiendo la mano, cuando vi su cadera...

Junto a su ombligo... haay una marca idéntica a la mía... dos espadas cruzadas con dos coronas sobre sus empuñadoras... pero... una corona y una espada están negras, lo que significaba... ¿Acaso... nuestras otras almas gemelas lo rechazaron?

Me quite mi muñequera, un regalo de mi padre que siempre uso sobre mi marca. Extendí mi brazo y miré. Nuestras marcas son iguales...

-Kageyama. -Dije. -Creo que somos almas gemelas. –

Seguí mirando nuestras marcas por unos segundos, y después caí de rodillas. Envolví a mi kohai en un abrazo y lo sostuve. Pronto, sentí sus brazos envolver mi espalda.

Apenas me separé, Kageyama se levantó del suelo, y yo lo seguí.

-Creo que debería irme. -Parece asustado.

Intento tomar su remera del suelo y lo detuve.

- ¿Por qué? -Pregunte. -No te vayas. –

-Es lo mejor. Lo lamento. -Me miro con tristeza, y retrocedió. -Espero que seas feliz con nuestras otras dos almas gemelas. –

Antes de que pudiera reaccionar por lo que había dicho, Kageyama salió corriendo. Segundos después, lo seguí y lo detuve en la sala jalándolo del brazo.

-Kageyama, espera. ¿De qué estás hablando? -Cuestione. -Tú eres mi alma gemela, voy a ser feliz contigo. –

- ¿No vas... a rechazarme? -Me pregunto, y yo lo mire confundido.

¿Por qué iba a rechazarlo? Está bien que no nos conozcamos mucho aún, pero esa no es razón para que lo rechace... ¿O acaso... esto tiene que ver con nuestros otros dos destinados?

-Claro que no. -Di un paso hacia adelante. -Kageyama, yo te quiero. –

Mi kohai me dio una mirada desconfiada que no me gusto, y di otro paso.

-Kageyama, ven. -Extendí mi mano. -Está bien. Yo no te voy a hacer daño. –

Tardo un par de minutos, pero finalmente, mi destinado tomo mi mano, y lo atraje a un abrazo.

- ¿Enserio no me vas a rechazar? – Escuche que me pregunto.

-No. Eres mi destinado, lo único que voy a hacer ahora, es cuidarte. -Le asegure. -Tranquilo, todo va a estar bien. –

-Gracias. -Sentí humedad contra mi hombro...

Kageyama... ¿qué te paso para que llores ante la idea de que alguien quiera cuidarte? ¿Por qué la mitad de tu marca esta negra? ¿Por qué casi huyes de mí? ¿Quién te lastimo? Quiero saberlo. 

Mi Leal CaballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora