Capítulo 10 🐺

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Pov.Luna

El día de mi gran inauguración había llegado. Después de tanto esfuerzo y sacrificio, por fin tenía todo listo. Me sentía tan realizada. Dejamos a los bebés con la nana de Yeico, una mujer muy simpática. Yeico tuvo que contarme las historias que tuvo con su nana para poder mentalizarme de que los cuidaría bien.

—Amor, ya estoy listo. Tú estás... hermosa.

—No seas pelota.—Dije mientras me ponía unos pendientes.

—El negro te queda bien. —Me miró de arriba abajo.

Mi vestido era una verdadera obra de arte, cuidadosamente elegido para esta ocasión especial.

Mi vestido, una creación meticulosamente diseñada, irradiaba elegancia y sofisticación. En un tono negro profundo, su tela satinada caía suavemente hasta el suelo, envolviendo mi figura en una sinfonía de curvas delicadas. Los hombros se descubrían con una sutileza que añadía un toque de sensualidad, mientras que las mangas, delicadamente bordadas a mano, tejían intrincados patrones que parecían danzar a la luz de los destellos de la noche.

Cada detalle del vestido había sido cuidadosamente considerado: desde el escote que dejaba mi cuello al descubierto hasta la cintura ajustada que realzaba mis formas naturales y luego se abría con suavidad hasta la falda, permitiendo que el vestido fluyera majestuosamente con cada paso que daba.

Un cinturón de pedrería sutilmente decorado adornaba mi cintura, añadiendo un toque de brillo que se reflejaba en cada joya que engalanaba mi muñeca y oreja. Mis zapatos, unos tacones negros de aguja, completaban el conjunto, proporcionando una dosis extra de confianza y altura.

En resumen, aquel vestido negro, con su elegancia atemporal y su toque contemporáneo, era mi elección para una noche que prometía ser inolvidable.

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La alta sociedad había detenido sus ocupaciones solo para presenciar mi exposición de cuadros. Los flashes de los paparazzi no se hicieron esperar al llegar.

Mientras ingresábamos, la multitud estalló en aplausos, como si hubiera realizado un acto mágico.

—Luna, esto es un éxito rotundo. Hemos recaudado más de trece millones de dólares. —Samantha, quien me había ayudado a elegir este magnífico vestido.

Mis ojos se abrieron tanto que temí que se salieran de sus cuencas.

—Ves, te lo dije, preciosa. —Adriel dijo mientras me abrazaba.

—Por la Diosa Luna, estoy inmensamente feliz. —Exclamé, contagiada por la emoción del momento.


La emoción me inundó al ver a Thomas en la inauguración. Mi corazón clamaba "Mate, mate..." pero la realidad fue como un cubo de agua fría cuando me di cuenta de que él no sabía quién era yo. Y ahí estaba, esa rubia que amenazaba con matarla, pero logré calmarme.

Un camarero me sirvió una copa con un mensaje adjunto que decía: "De parte de tu admiradora". No le di demasiada importancia y acepté la copa. Vi a mis padres al fondo.

—Cariño, estás espectacular.—Dijo mi madre.

—Cielo, estoy orgulloso de todo esto.—Añadió mi padre mientras me abrazaba.

Quédate conmigo #2¿No Me Temes?Where stories live. Discover now