CAPÍTULO 2

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Los ojos de Gabriel se abrieron de par en par al oír la forma en la que ese hombre llamó a Nathalie.

—¿Cómo la ha llamado? —El rostro de Adrien estaba igual de pálido que el de su padre.

Los tres miraban la escena entre Nathalie y Rassimov.
El hombre sonrió mientras a su alrededor los remolinos de aire seguían creciendo.
La gente que había en las calles parisinas huían corriendo, asustados al ver lo que tenían delante. Nada de esto se podía comparar con la magia de los akumas. Era una magia más oscura, más poderosa, más tétrica... Y Nathalie la conocía...

—Doble hechizo... Pulso de rayos, rayo de llama... —Alrededor de sus manos se concentraron dos poderes: uno lleno de un azul intenso y eléctrico y el otro de un rojo como el fuego.

Rassimov rio al ver la forma en la que la azabache aceptó su desafío.

—Pensaba que te iba a costar más revelar tu identidad. —Su acento ruso se clavaba en cada palabra que pronunciaba.

Una sonrisa superior cruzó los labios de Nathalie mientras avanzaba hacia él.

—Ya sabes... La cabra tira al monte. —Y con eso los rayos salieron de sus manos impactando directamente sobre el hombre que cayó de espaldas al suelo.

Rassimov estaba aturdido pero una sonrisa maléfica cruzó sus labios. Se reincorporó de un solo movimiento, cayendo de pie como si el ataque de la azabache jamás hubiera caído sobre él.

—¿Cuántos años han pasado, querida?

—¿De la última vez que nos vimos? Más de quince y por cierto que tranquilidad. Se vive genial sin tenerte por aquí. —El hombre dejó escapar una risa amarga que estremeció a Nathalie de pies a cabeza.

—Tu querida hermana Zhalia logró hacerse con el beneplácito del equipo Huntik... Pero tú, tú desapareciste del mapa al igual que tu hermana mayor...

—Ni se te ocurra mencionarla... —Las manos de Nathalie se llenaron de nuevo de ese poder azul amenazando a su rival con ellos.

—No te gusta que hablen de ella... ¿Su muerte fue falsa verdad?

—Cállate... —Los poderes de Nathalie cada vez estaban más crecientes, su cuerpo entero se encontraba rodeado de esa aura eléctrica.

Mientras tanto; Gabriel miraba la escena absorto sin poder moverse. Adrien y Marinette también.
Los ciudadanos de París corrían de un lado a otro. Nada se comparaba con un ataque Akuma. Lo que estaba pasando superaba hasta los conocimientos de los héroes de Francia.

—Emilie Graham solo era una furcia... —Esas palabras hicieron que la azabache se descontrolara.

Su ira salió despegada de su cuerpo en ondas de poder inmensas que iban directas al hombre con acento ruso, el cual consiguió protegerse de cada una de ellas pero Nathalie no desistió; siguió atacando hasta que su propio poder se deshizo entre sus manos, cansada, sin apenas fuerzas con las que mantenerse en pie.

Cayó debilitada de rodillas, su cuerpo se había quedado sin energía y esa era la oportunidad de Rassimov.

—Jamás vuelvas a hablar así de ella... Lucha... —Su intento de hechizo fue cortado cuando la magia negra de su rival la golpeó, lanzándola por los aires.

—¡Nathalie no! —Gritó Gabriel corriendo hacia ella, saliendo de su trance.

—Vaya vaya... ¿Quién es este? —El diseñador lo miró, sosteniendo a Nathalie en sus brazos.

—Ga... Gabriel...

—¿Qué está pasando?

—Yo... Puedo...

—Que conmovedor... Lástima que todo acabe aquí... Dame esos anillos y le perdonaré la vida a tu querido acompañante...

—Jamás...

—Nathalie... ¿Qué significa todo esto?

—Yo... Te prometo que te lo contaré... Solo... —Su rostro se contrajo a su alrededor, un dolor la atravesó cuando la magia del hechizo de Rassimov la invadió —. ¡Ahhh!

—¡Nathalie! —Gritó su nombre mientras miraba al hombre delante de él, elevado en el aire con ojos rojos y el cuello brillando en una extraña marca —. ¡Nooroo... —No le dio tiempo a gritar su transformación cuando el yo-yo de Ladybug golpeó al hombre de pelo negro, liberando a Nathalie que cayó rendida en brazos de Gabriel.

—Te has metido con las personas equivocadas, viejo. —Gritó CatNoir mientras corría hacia él —. ¡Cataclis!

—¡No, Adrien! —Se incorporó Nathalie de repente —. Lucha eterna... —Una aura amarilla rodeó a la azabache, recuperando sus fuerzas, corriendo hacia ellos con una velocidad digna de admirar dejando a su paso una estela morada.

Se interpuso entre CatNoir y Rassimov y fue entonces cuando de sus manos salió una luz cegadora que eclipsó a su rival.
Todo a su alrededor se quedó en silencio. Ojos contra ojos hasta que Rassimov sonrió.

—Me alegra ver que no has cambiado. Esta vez ganas pero ya sé dónde estás y a quién proteges... Nos volveremos a ver... Hermana Graham...

Los vientos volvieron a rodear a Rassimov y de repente desapareció, dejando a una ciudad presa del pánico y a tres personas aturdidas por lo que acababa de ocurrir.

—Nathalie... —Su nombre en labios de Gabriel nunca había sonado tan desconcertante —. ¿Qué pasa? ¿Qué ha sido todo esto? ¿Por qué te ha llamado hermana Graham? ¿Por qué ha mencionado a Emilie? —Nathalie apretó los puños, guardando su magia de nuevo en su interior.

—Vayamos a casa...

—Pero... Toda la gente... Nos ha visto transformarnos... —Dijo Ladybug mientras miraba los cientos de personas grabando la escena.

—Yo me encargo... —Nathalie cerro los ojos, su cuerpo voló en el aire —. Mente simple... —Una luz negra salió de sus manos, eclipsando todo París con ella —. Espectro del pensamiento... —Y con ellos antes de que se dieran cuenta, los cuatro héroes franceses volvieron a la mansión Agreste.

Nathalie sabía que había llegado la hora de enfrentarse a su pasado... Sobre todo al verdadero lazo que la unía con Gabriel y Adrien... Pero sobre todo con Emilie...

Hermanas en dos dimensiones (Huntik&LadyBug)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt