Es un Juguete .Claumila.

Cap. 40: 5 años

Claudio

Durante este tiempo han pasado tantas cosas, Emilia Ruiz; no levanto cargos en nuestra contra, debería de estar agradecido por el corazón que ella tiene, después de eso yo quería hablar con ella todos queríamos hacerlo; pero Silvia nos lo negó y dijo que ella no se sentía bien para vernos. Dos días después estábamos volando hacia México, en un avión privado en compañía con Sergio, llegamos y el hablo con nuestro padres, les hizo saber todo lo que hemos hecho como si fuéramos unos criminales, estado en nuestro juicio y lo que predecía, después era la sentencia de nuestros padres, en pocas palabras, castigado y no podre irme a estudiar a Stanford, valla que castigo tan grande que va dirigido hacia mi educación, días después Emilia Ruiz desfilando en la semana de la moda, sin que los medios se dieran cuenta que fue internada y sometida a una operación por una sobredosis. 

Quién lo diría, esperábamos todos a Emilia para verla, pero en eso Silvia nos cito en su casa a todos, nos reunimos para después leernos una carta de Emilia, decía que, la recordáramos como un ser humano cualquiera y que ella desde donde esta nos perdona, en eso Sergio entro con una caja, no entendía nada, solo nos dijeron que ella ya no va a estar más entre nosotros. Sentí mucha rabia y coraje sentí mi mundo caerse, sabía que esto era culpa mía, luego de eso mi padre empezó a tener problemas económicos y se asocio con el padre de Emilia, ja, otra razón mas para hundirme en mi miseria y en la porquería de persona que soy, mate al amor de mi vida. ¡Felicidades! La preparatoria finalizo e ingrese a la universidad en México estudiando derecho, graduándome como una promesa para el país, el padre de Emilia abrió un bufete y ahora soy la máxima autoridad, reconocido por mi trabajo y mis logros en las cosas más importantes. 

Durante mi primer año, descubrí como sumergirme en mis pensamientos, el alcohol es algo que hace que te olvides de todo tu pasado, las mujeres, el sexo que ofrecen, pero todo llega a ella una y otra vez es como un círculo que evito las cosas, disfruto de ellas y en eso la veo a ella. De día un famoso abogado reconocido que, a pesar de no haber ingresado a Stanford, se volvió un excelente abogado, de noche un alcohólico que le encanta meter a su cama a cualquier chica, olvidarse de todo su pasado y así poder iniciar una nueva vida por tan solo un momento. Esperen que escucho como mi teléfono suena:

- ¿Qué pasa, Ulises? - dije levantándome de mi cama y admirando la vista de aquella chica morena desnuda.

-Mi padre sufrió un atentado esta muy grave en e hospital, te veo allá. – dijo alterado del otro lado de la línea, finalizando la llamada.

Me empecé con mi rutina, me dio un baño me puse mi traje porque después de esto tengo que ir al bufete, estaba lista para irme cuando una voz me saco de mis pensamientos.

- ¿te vas?

-Si se me presento algo, mira, te puedes dar un baño haz lo que quieras, pero si, en la noche que regrese no te quiero aquí, tú que te llamas...

-Olivia. - respondió con un tono de enojo.

- si como sea. - dije saliendo de mi departamento.

Me monté en mi auto y me dirigí al hospital, dios que mas puede pasar en este día. Llegué y me encontré con los chicos, León, Silverio, Machu, Romina, Ulises y la mas importante Antonia. Me informaron como estuvo la situación, al parecer que él se dirigía a su casa y otra camioneta los rodeo y dispararon al vehículo. Todos apoyábamos a Ulises no se sabia si su padre podría sobrevivir a este atentado, en total lleva 3 hace 6 días sufrió uno, pero no cumplieron su objetivo como ahora de mandarlo al hospital. En eso sale Silvia muy mal, estaba destrozada en eso escucho a alguien con una voz muy familiar.

- Hola, señorita, buenas tardes, quiero saber si tiene informes sobre el señor Sergio Ruiz.

- ¿Quién eres? - pregunto Silvia un poco confundida.

Ella se dio la vuelta y la vi a ella tan cambiada tan diferente, tan... esperen que no ella estaba muerta, o bueno eso nos lo hicieron saber. 5 años sintiéndome tan mal por ella y ahora aparece como si nada hubiera pasado, como ni no nos hubiera hecho daño a todos.