5. TENSIÓN, parte II

791 48 0
                                    

Tensión, II

Claudia Sant Andreu pensaba que iba a despertar, como tantas otras mañanas, con sus piernas enredadas en aquella súper-modelo noruega que afirmaba que era futbolista (y, porque la había visto jugar, que si no...) pero, para su sorpresa, cuando abrió los ojos descubrió que no sólo estaba sola en su cama, si no que, además, su única compañía era la de un buen dolor de cabeza.

Como deportista de élite, no estaba acostumbrada a los estragos del alcohol. Hizo la croqueta en su cama, deshaciéndose de las sábanas y alargando la mano para alcanzar la mesita, donde estaba su móvil; eran las once de la mañana y, al lado del aparato electrónico, pudo ver un vaso de agua, una pastilla y una notita que no dudó en coger.

 
‘Estoy segura de que vas a necesitar esto. Anoche me lo pasé muy bien. Nos vemos en los terrenos de juego, cuídate. K.’ y un corazoncito. Claudia suspiró, dejando la nota en el mismo sitio donde la había encontrado y tomándose la pastilla.

Su teléfono ardía. Tenía más de diez conversaciones sin abrir; una de ellas de su representante, que le recriminaba por algunas fotos que se subieron a las redes la noche anterior, en la ya famosa fiesta de Chloe.

 
No hizo demasiado caso. Leyó por encima la mayoría de los mensajes y, de paso, aceptó reunirse con Nora para comer en uno de sus restaurantes favoritos, en el Garraf.

 
—La resaca te está pegando fuerte, ¿eh? —fue lo primero que dijo su amiga al recibirla.

Nora iba con gafas de sol pero, quitando eso, parecía intacta. Se sentaron en una mesa un tanto apartada, en la terraza de aquel lujoso restaurante.

 
—Se me fue un poco de las manos —confesó Claudia, un poco avergonzada. No le gustaba perder el control.

Nora soltó una carcajada: —¿Un poco? Tía, le metiste la lengua a la noruega hasta la campanilla delante de todas. Ahora entiendo lo de amigas. Yo también quiero una amiga así—. Claudia fingió molestia, pero nunca se tomaría a mal unas palabras de Nora, y menos cuando dentro de la sinceridad escondían tal diversión.

—Estuvo bien.

 
—Tenemos que decirle a Sissi que se relaje subiendo contenido a Instagram, por eso. Poco más y os graba un documental de cómo os comíais la boca.

 
Sissi Okebi era la delantera suplente del equipo; una chica camerunesa, joven, que era muy divertida pero un poco cabra loca.

 
—Ya hablaré con ella, no me preocupa.

—Bien, porque el entrenador está que echa humo. Bueno, cambiando de tema... ¿si te enseño una cosa, no te enfadarás? —Claudia alzó una ceja—. Porque necesito un poco de apoyo.

—¿Qué has hecho, ya?

 
La defensa dejó su móvil encima de la mesa para que Claudia lo mirara. En él, se podían leer varios mensajes intercambiados con Carolina Amor; más que una conversación, eran mensajes de Nora diciendo que la echaba de menos, que no soportaba tenerla tan lejos... por lo menos, una decena.

 
—Hostia, Nora.

 
—¿Qué? Yo también bebí. Ni que fueras la única a la que se le va la mano cuando se bebe una copita, hija.

 
—¿Te ha contestado?

 
Nora volvió a suspirar: —Sí, pero me he disculpado nada más despertar y le he explicado la situación; que estaba de fiesta y… bueno. Me ha dicho que me llamará esta tarde. Estoy... un poco nerviosa, Clau.

 
—¿Sientes todo lo que le has puesto? —Nora apartó la mirada—. Nora… ni que yo precisamente te fuera a echar bronca.

 
—Debería olvidarme del tema. Joder, tengo veinticuatro años, hace un año que ya no estoy con ella: debería conocer a una ‘Kiera’ y pasármelo de puta madre, no quedarme estancada en la primera novia que he tenido. Me siento un poco patética.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 10, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Offside ✨ (Fuera De Juego) Where stories live. Discover now