Puppy [Dracule Mihawk]

IX. Cachorro

Capítulo 9
La daga

Goldie miró al hombre el cual estaba buscando algo por toda la habitación. Sentada en la cama, miró como el hombre suspiraba y él la miró sospechosamente antes de negar con su cabeza, era imposible, pero no perdía de nada intentándolo.

—Dulzura, ¿Has visto mi daga? —preguntó el hombre hincándose a la altura de los ojos del animalito que le miraba fijamente, incluso ladeó su cabeza un poco—. La cruz que llevo en el cuello cuando salgo —habló nuevamente e hizo una seña a su cuello y la forma de su cruz con los dedos.

La bolita amarilla le miró fijamente antes de captar su aroma suavemente y empezar a buscar por toda la cama, incluso se cayó antes de que Mihawk pudiera preverlo.

—¿Estás bien, dulzura? —murmuró preocupado el hombre al ver una pequeña lagrimita en la esquina del ojo de su compañera la cual sonrió nuevamente radiante y reanudó su búsqueda.

El hombre parpadeó cuando miró como su pequeña compañera se metía debajo de la cama y empezaba a buscar. Dejando todo en las patitas de su compañera, fue a revisar a otra habitación para ver si encontraba suerte y conseguía encontrar su daga, si bien no era necesaria ahora ya que no planeaba salir de inmediato, lo haría en algún momento y la necesitaría en ese entonces.

Goldie miró la oscuridad que la rodeaba y ni se inmutó, ¡Porque era tan oscuro como el cabello de su preciado humano! Y nunca le asustaría la oscuridad si su preciado humano vestía de forma tan oscura y poseía un sombrero oscuro en el que podía esconderse de vez en cuando gracias a la pomposa pluma.

Mientras buscaba la daga, recorrió debajo de la cama y entre las paredes hasta que vio a algo que se movía a gran velocidad junto con la daga perdida la cual se arrastraba detrás de esa cosa. Con valor, la bolita amarilla se lanzó tras el ladrón de la daga y persiguió al asustadizo y escurridizo ladrón hasta salir detrás de las paredes y terminar saltando contra el perpetrador del robo a su amado humano.

El hombre parpadeó varias veces mirando a su amiga rodar por los suelos con una rata que le doblaba el tamaño y que arrastraba su daga. Mihawk miró cómo Goldie logró vencer a la rata y le quitó el collar para devolvérselo con gran emoción, justo en el momento en que Goldie se iba a lanzar a él, Mihawk la tomó entre sus manos y caminó hasta el baño.

Goldie era todo un desastre, había partes de su pelaje medias grises, otras cafés y otras simplemente negras. Antes de bañar a su compañera, lanzó la daga sin su vaina a la rata, clavándole la hoja en la cabeza, ya luego limpiaría el desorden, Goldie era su prioridad.

¿Cómo está quedando la historia? ¿Les gusta como se desarrolla?