Por Un Trago.

Tartaglia nunca fue un hombre que amara tomar hasta no recordar su nombre, pero esta vez pensaba hacer una excepción.

Esta vez tomaría hasta morir, esta vez quería perder la consciencia con alcohol... Quizás así podía dejar de sentir un dolor proveniente de lo más profundo de su ser.

La noticia que recibió le cayó como un balde lleno de agua fría.

Tartaglia estaba feliz.

Childe estaba feliz por su querido amigo... Pero entonces ¿Por qué tenía ganas de llorar? ¿Por qué le dolía? ¿Por qué sentía que se estaba haciendo trizas mientras sonreía?

Estaba feliz tanto Childe como Tartaglia estaban felices.

Felices porque su amigo Zhongli había conseguido alguien a quien amar a quien darle todo su cariño y amor.

Estaba feliz... Tan feliz que quería correr, encerrarse y llorar porque no era él a quien Zhongli le daría todo su amor.

A pesar del tiempo que se conocían Childe nunca le dijo sus sentimientos, nunca pudo decirle a Zhongli un 'te amo' porque su miedo no lo dejaba, tenía miedo de que Zhongli lo odiará por confesar sus sentimientos o algo entre ellos cambiará, y cuando al fin Childe se armó de valor para decirlo.

Zhongli le confeso que estaba enamorada de otra persona y que esperaba su ayuda para acercarse a él.

Toda valentía que había reunido se esfumó se evaporó de un momento a otro y lo único que pudo hacer fue ayudar a su amigo mientras reía para ocultar su propio dolor.

Al terminar el día cuando la noche reinaba donde todos dormían.

Childe se permitió llorar dentro de su habitación mientras los múltiples recuerdos lo golpeaban, los recuerdos cuando tenía apenas doce años.

Para esa edad Ajax se había encargado de la casa haciendo la limpieza después de sus clases, haciendo el almuerzo para sus queridos hermanitos pequeños incluso les ayudaba con sus tareas, mientras sus dos hermanos mayores se encargaban del negocio familiar que les había dejado su padre... Lleno de deudas.

Pero la vida de Ajax no empezó a decaer cuando su padre murió y les dejo como herencia deudas que eran imposibles de pagar.

Su vida empezó a decaer cuando su madre murió para entonces Ajax tenía siete años de edad su madre lo acaba de recoger de la escuela fue su primer día...

Ajax no recuerda mucho de ese día solo recuerda la sensación de su madre envolviéndolo en un abrazo evitando que se llevara el mayor daño posible.

Aun así, eso no evitó que no se llevará unas cuántas heridas que pasaron a ser adornos en su cuerpo, un recordatorio de ese día.

Ajax no sabía que el negocio poco a poco iba decayendo hasta el punto en pedir un préstamo y ahora que su madre estaba en el hospital gravemente herida y la escasez de dinero.

Su padre se vio obligado a pedir más dinero para la operación de su esposa, desde ese accidente la vida de Ajax no sería igual.

La madre de Ajax no aguanto la operación y murió.

Cada vez que Ajax miraba sus cicatrices en el espejo y recordaba ese día su culpa crecía.

Una culpa que sus dos hermanos mayores le recordaban cada vez que podían incluso cuando su padre les regañaba por ello.

Al pasar de los años hasta cumplir diez años el padre de Ajax empezaba a enfermar mientras él cuidaba a sus tres hermanitos pequeños aquellos que apenas tenían seis y cinco años de edad cuando murió su madre.