PARTE 2

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Hello! Aquí Isita presente, poniéndose al día. 

Les traigo la segunda parte de éste mini-fic bastante sinsentido y espero que la disfruten y les saque algunas risas a pesar de lo corto. <3

Kisisss!
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Las gotas de agua fresca, una tras otra, caían de la ducha y se deslizaban por aquel cuerpo ligeramente moreno, trazando el contorno de aquellas greñas castañas, de cada lunar en la acanelada piel de la nuca y del cuello, de las caderas y del muy bien formado...

-: ¡AH!

La concentración de Floch fue repentinamente rota por el grito que profirió Eren al ser azotado por el brutal caderazo de Jean, seguido por el grito de Armin cuando el mismísimo chico titán se agarró del hombro de éste para no caer y el de él mismo cuando el rubio se sustuvo del suyo y acabaron los cuatro, desnudos y mojados, sobre el suelo de las duchas, llamando escandalosamente la atención de los demás.

-: ¡Puta madre!- gruñó el pelirrojo, apartando con brusquedad Eren, quien justamente había caído entre sus piernas.

El chico se quejó entre dientes, levantándose y refunfuñando.

-: Ay, cuidado, que se excita el nene- se burló.

Fue entonces cuando una ola de bochorno invadió a Floch, al notar que las palabras de Eren, aunque fueran dichas con el simple objetivo de avergonzarlo, tenían todo lo cierto en ellas. Gracias a Sina, Rose y María, la leve erección que portaba se bajó con la misma rapidez que sus piernas se cruzaron. Lo que le faltaba ya.

-: ¿Podrías, Jean, por favor, retirar tu abultado miembro viril de mi trasero?- escuchó decir a Armin.

El chico de cara equina, que había terminado también en el suelo debido a la inercia del golpe a su rival, largó una carcajada y, sin tomarle importancia a las palabras del más bajo, se puso de pie, ayudándolo después.

-: Aparta tus pezuñas de mi chico, caballo- habló Eren, tirando de Armin para abrazarlo y dirigirle al otro una recelosa mirada.

-: Uy, la princesa defendiendo a su conejito- dijo burlonamente Jean, sonriendo socarrón.

El de ojos azules escondió el rostro contra el pecho de su amigo de la infancia, fingiendo temor, y gimoteó bajito.

-: ¡Mira, me lo asustas!- replicó Eren, a lo que Kirstein bufó divertido.

Más adelante, Floch tendría tiempo de reflexionar el porqué se había excitado con el chico titán y, además, por qué había estado mirándolo tan atentamente bajo la ducha; no obstante, por el momento había hallado una nueva sospecha de quién hacía gritar a Eren: Armin.

¡Él sabía que no podían andar todo el día pegados así nomás! ¡Era muy extraño!

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El tipo era lindo, no iba a negarlo; pero con lindo se refería a la belleza de una chica. ¡O sea! Piel blancuzca y muy cuidada, melena casi por los hombros jodidamente rubia; ¡si la tuviera más larga podría reemplazar a la reina! Además, tenía esos enormes ojos profundamente azules; parecía el estereotipo perfecto de cualquier niña con baja autoestima. Y a pesar de haber presenciado por él mismo su abdomen y demás músculos marcados, éstos apenas eran visibles y su estatura no era la más deseada por un hombre.

Entonces, ¿cómo podría ese chiquillo metérsela al gritón de Jaeger? ¿No sería al revés? ¿O tal vez en las noches se transformaba en todo un galán perverso y dominante que sometía a su amigo de la infancia?

Tal vez... Podría ser....

-: Dime, Eren..., ¿te gusta ser follado duramente?- inquirió Armin, seductor, mientras embestía a su amigo de llorosos ojos verdes y rostro sonrosado, que sólo atinó a asentir-. ¡Responde! ¡¿Te gusta que te la metan hasta dejarte abierto?!

-: ¡Ah, Armin!- gimió el chico, con un hilillo de saliva deslizándose por el mentón-. ¡Sí, sí! ¡Me gusta! ¡Dame más, ah!

El rubio sonrió complacido.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

-: ¡AAAAAAHHHHHH!

El equipo tridimensional, encargado de transportar a Floch por los árboles del diminuto bosque y entrenar, se desenganchó completamente y lo dejó caer cuando el mismo se hallaba lo suficientemente distraído como para no prestar atención a lo que hacía.

-: ¡Floch!- Y fue Connie quien, afortunadamente, logró atraparlo a pocos centímetros del suelo-. ¡¿En qué estabas pensando, idiota?!

-: Ugh... Perdí el equilibrio- se justificó él, a lo que el otro rodó los ojos y lo dejó caer del tirón.

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Puta Hanji, puto Eren, puto Armin, ¡puto Connie! Su hombro dolía como si lo hubiese pisado un titán y todo por culpa de éste último; bueno, realmente la culpa era suya por andar imaginando escenas desagradables en el entrenamiento. ¡Puaj! ¿Por qué tenía semejante imaginación? Por culpa de ello casi se mata.

Sus pensamientos, a la par que sus pasos, se detuvieron cuando el cuerpo más bajo de alguien colisionó contra el suyo en medio de aquel oscuro pasillo.

-: Uh, lo siento.

Al oír esa voz, Floch se preguntó, sorprendido, si cuanto más pensabas en alguien más te lo ibas a cruzar, mientras observaba a Armin esquivarlo y seguir el camino en su lado contrario. Y fue entonces cuando otra fugaz idea atravesó su cabeza y volvió a abarcarla de cosas, en su opinión, supuestamente desagradables.

¿Adónde iría Armin a esas horas, y por ahí? ¿Iría a coger con Eren al aire libre, o en los establos?

Sin más dilación, dispuso a seguirlo con el mayor disimulo posible. Si tenía algo de suerte, sólo un poquito, acabaría por descubrir con quién se acuesta Eren y su intensa curiosidad se extinguiría; pues Armin caminó hasta la salida de atrás y dió con el exterior, en donde continuó avanzando hasta llegar a los establos.

«Bingo», pensó Floch.

No obstante, su emoción se vió totalmente disuelta cuando un chico mucho más alto que Eren apareció junto al rubio y se unió en un fogoso besuqueo con éste, poniéndolo después contra una de las paredes de madera del establo. Luego, a la iluminación de la luz de las poquísimas estrellas y la casi inexistente que provenía del cuartel, reconoció el alargado rostro de Jean hundido en el cuello de Armin, besando y succionando y...

Jaja, ¿qué? ¿QUÉ?

¿Jean? ¿CON ARMIN?

¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¡Joder, no!

La estupefacción invadió su rostro y, al ver cómo el más bajo se ponía de rodillas mientras el otro le sujetaba la cabeza, pensó que había sido suficiente y se largó de allí.

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You: MisteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora