13. the man in the yellow suit

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・:*:・゚☆∥ 13

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・:*:・゚☆∥ 13. the man in the yellow suit.

❝ You cannot change the cards you are dealt,
just the way you play the hand.❞ *

CUANDO MORGAN MIRÓ A ESOS PERFORANTES OJOS ROJOS, supo que no había vuelta atrás para ella

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CUANDO MORGAN MIRÓ A ESOS PERFORANTES OJOS ROJOS, supo que no había vuelta atrás para ella. Lo sintió en sus huesos; una fría afirmación de que los lazos de su destino habían sido envenenados por algo putrefacto.


[ D O S D Í A S A N T E S ]

Morgan se miraba en el espejo con una mueca al ver a su cabello volar a todos los lugares que ella no quería, batallando fervientemente con una secadora de cabello y un cepillo en manos. Llevaba toda la mañana gastando el tiempo que no tenía en intentar perfeccionar su apariencia. Había resaltado sus mejillas con rubor, delineado sus labios con un color nude oscuro, y violentado sus propias pestañas para que salieran disparadas como abanicos encima de sus ojos. Como atuendo había optado por un conjunto a juego color crema, lo suficientemente comprometida con la ocasión como para utilizar falda en invierno, y un largo abrigo de color blanco que se pondría al estar segura de haber pulido cualquier otro detalle sobre sí misma.

La causa de tal revuelo tenía nombre y apellido, como era de esperarse. Para esa noche, Barry y Morgan tenían programada su segunda cita. O quizás sería más apropiado decir su segundo intento de cita. La primera había sido una semana atrás. Ambos cronometraron segundo a segundo su semana para asegurarse un par de horas para ellos solos en los que atenderían a una feria estatal. Juegos mecánicos, comida frita y una selección variada de atracciones protagonizarían la mágica velada de los héroes. Lamentablemente, cuando estaban en medio de comprar su primer algodón de azúcar, una emergencia criminal los hizo salir disparados del lugar. La tarde que debieron haber pasado dando vueltas en carritos de dudosa seguridad fue cambiada por una en la que ambos fueron de lado a lado evitando catástrofes. Al final del día se encontraron comiendo sándwiches estilo submarino en el único lugar que encontraron abierto. Quizás la comida no fue la mejor, pero la compañía sí que lo fue. No fue una salida estelar, pero les concedió una innegable garantía: ninguno de los dos deseaba dejar de intentarlo.

STRUCK BY LIGHTNING¹, barry allen.✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora