Invitado inesperado.

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Su nombre es Speedwagon.

Un buen hombre, que apoyo a su mejor amigo durante sus buenos y malos días; viaja desde Britania hasta Italia para ver su estado de ánimo cada cierto tiempo, ya que es ahora heredero a ser barón del petróleo; debía aprender todo lo posible sobre finanzas, sin cometer ningún solo error, todo lo que sea posible para ocultar el actual paradero de su amigo, a ojos hermanastro Dio! Quien hipocritamente, busca a Mr. Joestar con "preocupación" ya que el Sr. George ha decidido oficialmente a Mr. Jonathan Joestar como legítimo heredero de todas sus fortunas! Por supuesto, Dio en rencor; quería deshacerse lo más rápido posible de su buen amigo, pero por ahora, ¡Debía comunicárselo personalmente!

Tras su largo y cansado viaje a Italia;  decidió estirar las piernas antes de tomar un vehículo que se dirigiera a la ubicación de Jonathan, además... De asegurarse de que nadie le esté siguiendo durante el trayecto.

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¡Afortunadamente! El área estaba limpia de espías, por lo cual decidió por tomar un taxi a su destino determinado.

En cuanto llego, sin siquiera preguntar; usó la llave para poder entrar. Para Speedwagon era normal llegar y no encontrar a veces al Joestar, por lo cual siempre iba en dirección de la cocina para buscar el alimento de Danny, ¡¿Pero que encontró ahí?!

Sus manos inconscientemente cubrieron sus mejillas por la sorpresa; ¡Era Mr Joestar con una dama semidesnuda en medio del camino hacia la cocina!

— ¡Mr Joestar! ¡No puede ser! ¡No sabía nada de este asunto! — Las lágrimas del rubio cenizo comenzaron a brotar, entre tristeza y alegría; podía ver esa timidez de su amigo, ¡Él, pidiendo matrimonio una vez más! ¡Que felicidad le podría traer al Sr. George!

Quería mantenerse en silencio, pero en ese momento, Danny ladro con fuerza y corrio hacia el barón quien estaba tan sensible.

Jonathan se alarmó, y puso en tus manos la caja con el anillo dentro antes de poder levantarse, solo para retirarse su grande camisa solo para cubrirte el cuerpo de posibles personas "indecentes". — ¿Quien está ahí? — Respondio en tono demandante, casi como un joven lleno de nobleza, ¿Un aristócrata?

Speedwagon, salió de su escondite poco a poco con las manos arriba, de su dedo índice cuelga la llave de entrada al hogar de Jonathan, manteniendo sus ojos cerrados por respeto a la dama. — Mr. Joestar! ¡Soy yo! Yo... No pensé que tendría visitas, mucho menos que estuvieses aquí!

Tu, por otro lado; con algo de vergüenza te giraste en una dirección opuesta para ocultar las lágrimas que aún no cesaban... Jonathan tuvo en cuenta esa reacción, y te aprisionó entre sus grandes y fuertes brazos para ocultar el dolor que te afligía. Acariciando suavemente cada hebra de tu cabello desordenado, tratando de relajarte. — ¡Speedwagon! Este momento, es un poco complicado... — Jonathan, quien siempre sonríe falsamente, esta vez estaba avergonzado, triste... y bastante. Pudiste notarlo en su tono de voz, pese a no conocerlo por quizá tantos años a diferencia de la visita inesperada.

Jonathan rebajo un poco su estatura, solo para susurrarte al oído. — Ve arriba, en la habitación al lado de la mía... Sigue la ropa de mi difunta, trata de probarla para que no te resfries, ¿Si? — Levantaste suavemente el rostro, y Jonathan sonreía cálidamente.

Asentiste, sin apartarte de él, susurraste a la misma tonalidad; — Pero... No te he dado mi respuesta.

— Dejemos ese tema para después... Tengo algo de que hablar con mi buen amigo. — Dió pequeñas palmaditas en tu cabeza; pequeños empujoncitos bastaron para orillarte a subir las escaleras.

Desde el punto de vista de Speedwagon, todo se veía adorable.

Y... En cuanto Jonathan vio que subiste por completo; él se apresuró en abrazar a su amigo.

El cual correspondió alegre.

Justo cuando ambos se han calmado, Speedwagon sujetó los anchos hombros del otro para separarse, ¡Muy emocionado!— ¡Mr Joestar! ¡Ya era hora de que saliese un nuevo sol en su vida! No sabía nada acerca de esto! ¿Desde cuándo se conocen?! — Tantas preguntas en un solo diálogo atacaron a Jonathan, una tras otra parecían flechas que le atraviesan de espalda, pecho y conciencia.

— Pues, todo fue... De una noche.— Respondió cabizbajo, rojo, apenado, ¡Todo había quedado en silencio!

El barón no se lo creía, por lo cual, solo se puso a reír un poco.— ¡Una broma! ¿Cierto?

La pregunta, estaba de más pues el silencio del caballero azul hablaba más que sus únicas seis palabras. Jonathan, no podía mentir, ¡Mucho menos a un gran amigo que ha cuidado de él por tantos meses, años!

"—¡¿Es en serio?!—" se retrato en el rostro del invitado. Resignado a insistir si era falso o verdadero el caso, decidió creerle al Joestar. — Entonces, ¿Me está diciendo que se entregó a esa mujer de forma imprudente?!

— Mi padre no me enseñó a ser un irresponsable de mis actos... Aunque su trabajo sea ese, debo respetar mis creencias, y arreglar mis errores, solo espero... Que Erina pueda perdonarme, por no poder lograr llegar al final de mi vida viudo, como ella podría haber estado si yo fuese el que estuviera en su lugar. — Entre lúgubres pensamientos, no le quedó de otra a Speedwagon; que aceptar la existencia de esa mujer. Él cree que solo es un engaño, una sucia que se aprovechó de la debilidad de alguien tan noble y decente como Jonathan, y si; te tiene rencor... Pues él que viene de los barrios bajos, conoce adecuadamente la calaña de las mujeres de la "buena vida"

— Está bien, ¡Pero no se deje engañar! No puedo estar muy cerca de usted...Pero, hay una noticia que quiero darle... — La seriedad, y el frío recorrió toda la habitación....

La noticia que cambiará el destino de Jonathan, quien quería huir del pasado... Estará obligado a retornar.

"Encuentros" ; Jonathan x ReaderWhere stories live. Discover now