XIX

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En cuanto sacaron su cabeza del cilindro lleno con agua putrefacta, intentó tomar todo el aire que pudo para guardarlos en sus pulmones.
Sus captores solo querían una cosa de él, por lo que estaba más que seguro que no lo matarían, aunque para este punto, lo prefería. Desear la muerte nunca le había parecido tan atractivo como en estos momentos. Hasta que la imagen de James, jugando con sus hermanos en el jardín de su casa le llenaron la mente.
No, no podía morir, pero, tampoco podía cumplir con las exigencias de sus captores.
Fue arrastrado nuevamente hasta su celda y arrojado allí, su compañero de encierro lo ayudó a levantarse y tomar asiento, se sentía muy mal, su salud seguiría empeorando mientras pasara más tiempo lejos de sus cachorros, de su alfa.
—¿Ya se cansó de que lo torturen señor Stark? —pregunto su nuevo amigo con voz tranquila.
—La verdad es que no, puedo hacer esto todo el día. —recordar las palabras dichas por su esposo hace tantas vidas atrás le quemaron el alma.
El omega notó el cambio de expresión en su congénere, al parecer, había encontrado el talón de Aquiles de aquel omega testarudo.
—Es usted un Omega maduro ¿Tiene familia? —Tony lo miró con intención, sabía que estaban siendo vigilados, pero no hasta qué punto — tranquilo, estos hombres son fanáticos, por lo que, preferirían morir antes que aprender cualquier idioma occidental.
Tony asintió antes de responder con un gran nudo en la garganta.
—Cinco cachorros.
—Cinco, vaya sorpresa —el omega mayor estaba más que sorprendido — la prensa no siempre dice la verdad, entonces.
—Llevo mi vida privada fuera del ojo público por ellos, no quiero que crezcan presionados por ser hijos de quienes son.
—Vaya, eso es muy noble de su parte —Tony frunció el ceño ante el elogio — ¿y su alfa se lo permite?
—Mi —carraspeo para aclarar su garganta —Alfa, él es distinto al resto, o eso creía.
—¿Qué sucedió? —Ho se había sentado junto al omega, ya que estaban encerrados hasta quien sabe cuándo, no les haría daño interactuar un poco más.
—Es complicado y un tanto largo de explicar.
—Bueno, como vera, no tenemos a donde ir, al menos, no dentro de las próximas seis horas.
—Tienes un punto allí.
Comenzó a relatar la historia de su vida con lujos de detalles, cada pocos minutos Ho asentía educadamente y le hacía preguntas precisas y respondía de forma asertiva.
—Ciertamente su Alfa es un buen hombre —asintió con entendimiento —¿no cree que le ocultó sobre la investigación en su contra para protegerlo?
—Una vez se me bajó el enojo, lo entendí — el peso en su corazón se acentuó aún más —Steve tomó las riendas de la investigación no porque no confiara en mí, lo hizo para acabar él mismo con el tema y estar al tanto de todos los movimientos que pudiera haber en mi contra, quiso protegerme, proteger a su familia.
—Su Alfa debió haber estado muy presionado, aun si ostenta un alto cargo en aquella organización a la cual pertenece.
—Así es, lo entendí muy tarde y como soy una persona muy testadura, seguí con los planes de divorcio, pero, ahora ya no importa, a este ritmo, él se convertirá en un viudo.
—Es evidente que usted ama a su familia.
—Por supuesto que sí, y porque lo hago, no voy a construir un Jericó, no voy a permitir que estos bastardos se salgan con la suya — se apresuró a decir con vehemencia.
—¿Sabe?, yo solía pensar lo mismo que usted cuando apenas llegué aquí, hasta que, amenazaron a mi familia y tengo que hacer lo que ellos quieran si quería volver a verlos.
—Mi alfa no lo permitiría, mi alfa jamás permitiría que nuestros cachorros salgan lastimados...
—Yo pensaba lo mismo de mi alfa, hasta que los capturaron, ahora, solo me queda obedecer sumisamente y esperar a que ellos cumplan con su palabra y me permitan ver a mi Alfa y mis cachorros.
Sus palabras tocaron muy hondo en su alma, él anhelaba a su Alfa, anhelaba estar rodeado de su aroma y el de sus cachorros, anhelaba poder escuchar sus risas, sus quejas, incluso anhelaba escuchar las rabietas de Johnny, aunque se a una última vez.
— Escucha —El omega prosiguió — Eso que viste es tu legado, Stark. El trabajo de tu vida está en manos de esos matones. ¿Así quieres que tus cachorros te recuerden? ¿Es el último acto de rebeldía del gran Tony Stark? ¿O vas a hacer algo para evitarlo?
Tony lo miró por un largo tiempo en silencio, sus ojos brillaron en determinación, Ho sonrió con conocimiento.
—Necesito tu ayuda.

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