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Con Nathaniel siempre fue todo o nada nunca había nada intermedio, podía ser la persona más cruel si se lo proponía y herirte hasta lo más profundo o ser la persona más encantadora y maravillosa que existe.
Después de llegar a mi casa ese día con lo poco de dignidad que me quedaba no esperaba que él me fuera a seguir y tampoco lo hizo, pensé que después de cuatro años todo había sido olvidado.

A pocos minutos de quedarme sin dedos por el frío abrí la puerta del Starbucks. Estaba lleno así que supongo que no fui la única que pensó en tomarse algo para calentar el cuerpo del frío que hacía afuera.

— Un Caramel Macchiato con crema batida y extra de café.

Rápidamente tomó el primer sorbo y noto como el líquido me quema y recorre la garganta, no hay nada como auto castigarse con azúcar cuando no puedes beber alcohol.

— Empezamos fuerte.

Giro a mi derecha para encontrarme con Ethan.

Grandioso lo que me faltaba.

Si hubiera querido tomar zumitos me hubiera ido al super.

— Alguien está de malas hoy...

— Hoy no Voldemort, hoy no.

— Jajajaja, coge tu bebida y ven a la mesa estamos todos.

No entiendo por qué el destino se empeña en jugarme malas pasadas unas tras otras se debe estar divirtiendo a mi costa.

— Lo siento pero solo pasaré a saludar, tengo que hacer unas cosas para la clase de mañana.

En parte era verdad tenía la mitad hecha y mira que odiaba química pero prefería mil veces hacer los deberes que ver de nuevo a Nathaniel, no estaba segura de cómo estaban las cosas pero tampoco era justo para los demás así que estaba hecha una bola.

— ¿ Qué es lo de química? Ya lo he resuelto.– Dios esa sonrisa, jamás entenderé como no lo ha descubierto un cazatalentos y lo hace modelo.– mira qué casualidad justo están mi mochila en la mesa ven conmigo y te dejo el cuaderno hasta mañana.

– Jajajaja tú sí que sabes cómo convencer a una chica.

Llegamos a la mesa del fondo y RM, Alex, zakary y otros dos chicos se levantaron a saludar.

– Miren a quien me he encontrado, por cierto Violet ellos son Aaron Williams y Alex thomas.

Alex era alto pelo castaño con ojos azules y pecas en la nariz, Aaron tenía las facciones más marcadas y duras, si bien sus ojos eran entre un miel y avellana  su pelo era negro como la noche misma, pensaba que ya los chicos eran altos pero este último  destacaban del resto.

Todos se me quedaron viendo sin decir nada y caí en cuenta que estúpidamente me había quedado muda.

– Oh perdón! Soy Violet .... Emm que estúpidamente ya lo había dicho el ... mejor me callo y me siento...

Esto último lo había dicho para mi. No se que cojones me pasaba ya estaba nerviosa por estar en el mismo sitio que él pero eso era nuevo.
Me siento en una esquina y veo como me está mirando fijamente y con el ceño fruncido.

– Y dime ¿dónde te había tenido escondida todo este tiempo? – preguntó el ojos azules.

– Nos conocemos desde la guardería en realidad, pero se fue hace cuatro años y hace un mes que ha vuelto. La echábamos de menos.

Violet Where stories live. Discover now