Mis Días Contigo

8.

—¿Que te sucedió?–pregunto la peliroja al ver su expresión de dolor

—Larga historia... Pero al menos gane–sonrio victorioso, la batalla entre ambos había Sido difícil pero al final el rubio resultó ser el ganador. Ya cobraría su recompensa en casa

—¿Ganaste?–parpadeo confundida–Por cierto, no veo a Sarada–era extraño, después de todo habían acordado ir los 3 juntos

—Salio corriendo luego de nuestra pequeña apuesta–probablemente a ocultar toda evidencia de la caja, pero no importaba, el rubio usaría su orgullo en contra para que cumpla la parte del trato

—No tengo la menor idea de lo que...–se quedó en silencio, ambos chicos sentían la misma vibra

Alguien los estaba siguiendo, observando escondido entre las calles y árboles

Ambos se dieron una mirada rápida, sus personalidades podrían parecer muy diferentes pero sin duda sabían lo que pensaba el otro

Luego del momento de tensión ambos chicos siguieron caminando como si no hubiese pasado nada.

* * *

—Rindete–hablo mientras la veía esconderse de él, ella había perdido la apuesta. Ahora tenía que pagar las consecuencias

Busco con la mirada hasta encontrar un pequeño cajón de madera en lo alto de su armario.

—¡E-Espera!–el no le hizo caso y logro sacar la caja escondida, ¿Que era lo que tanto ocultaba?

Por un instante se le pasó una idea por la cabeza, ¿Acaso eran revistas indecentes?

Casi río por su pensamiento, Sarada no era ese tipo de persona... O al menos eso pensaba

¿Y si lo fueran?

Seguramente el ambiente entre ambos se volvería totalmente incómodo

Sus mejillas comenzaron a teñirse, rayos ahora estaba asustado. Pero no era momento de retroceder, de un solo golpe quitó la tapa de la caja

—¿Eh?–quedo en silencio

Eran... ¡¿Mangas?! Por el color y la portada parecía un romance. Y no solo habían mangas

Habian varias hojas y otras cosas

De pronto sintió una fuerte presión en su cuello, soltó la caja al sentirse asfixiado. Era Sarada que finalmente había salido del trance

—E-Espera...–hablo con dificultad, retrocedió junto con el cuerpo de la pelinegra para tropezar

Ambos cayeron encima de la cama  con el rubio sobre ella. Sus orbes negros se abrieron al darse cuenta en la posición en la que estaban

¿Por qué no podían despegar sus miradas del otro?, Su respiración se volvío pesada igual que los latidos de su corazón

Los segundos parecían eternos y también...

—¡BORUTO! ¡SA...–akane abrió los ojos–rada...–dio media vuelta y cerro la puerta

Ambos salieron de la burbuja para sonrojarse, la uchiha en un movimiento empujó al rubio hacia el suelo

El Uzumaki quería evitar una situación incómoda pero había logrado todo lo contrario

* * *

—¿Novelas?¿Escribes novelas?–le pregunto con la hoja en la mano, ella no pudo hacer más que ocultarse entre sus sábanas–Que remedio...

No le importaba su afición secreta, lo importante ahora era esa foto que había encontrado

—Sarada...–le llamo–¿Recuerdas dónde fue tomada?

—¿Eh?–levanto su mirada, en esa foto salían 3 niños, uno rubio, una pelinegra y una peliroja–Creo que...–se agarró la frente, su cabeza le comenzó a doler ligeramente–Agh no lo recuerdo...

—No te sobreesfuerces , si no lo recuerdas está bien–no , no estaba bien. Eso solo significaba que ella aún no había superado ese incidente

Ese día también marco un antes y un después en su vida y la visión que tenía de Sarada

—¿Me prestarias tus novelas? Tengo mucho interés en saber que escribes–ella se puso nerviosa, por nada del mundo el debía leer lo que ella escribía

—No y tampoco se lo cuentes a nadie–lo miro–hablo enserio

Ambos chicos escucharon el sonido de la puerta principal abrirse, la Haruno había llegado a la residencia

Con rapidez la uchiha bajo para recibirla mientras el rubio se quedaba en el cuarto pensando

La haruno también era parte de ese accidente, era la pieza más importante

Ella lo había iniciado todo