Capítulo 3

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Harry trataba de estar pendiente de las peleas entre Severus y los merodeadores, eran más las veces en que se salían con las suyas, pero debe admitir que aunque Severus no iniciaba las peleas no era una palomita blanca y lograba defenderse muy bien de los pequeños diablillos.

El año termino y todos los alumnos regresaban a sus casas, Harry y Albus aún no podían encontrar una solución de como regresar a Harry a su época, claro que intentaron con el mismo giratiempo o lo que sea que fuera, pero parecía que solo podía utilizarse una vez y los giratiempo de esa época solo podían llevarlo cinco años en el tiempo, que obviamente no eran suficientes para Harry.

- Creo que tenemos que conseguir una casa para que pases el verano- dice Albus detrás de Harry y este se sobresalta.

- Si, eso parece, tengo suficiente para una casa pequeña, quizás una en el campo.

- Conozco el lugar indicado - Albus extiende su mano- vamos tómala

Harry toma su mano y el tirón en su estómago es horrible, están en un hermoso pueblo, Dumbledore lo guía hasta una pequeña casa y un hombre sale a su encuentro.

- Albus, amigo ¿Que te trae por estos lados?

- Rogers, es un gusto verte, te presento a mi primo Harrison Dumbledore.

- Mucho gusto Señor - contesta Harry, mientras aprieta en un saludo la mano del hombre frente a él.

- Harrison está buscando una casa y supe que tenías en venta tu antiguo hogar.

- Claro, puedo enseñárselos.

- Eso estaría estupendo - dice Dumbledore alegremente.

Caminan hasta alejarse un poco del pueblo y luego van por un pequeño sendero de árboles y al final una cabaña que está cubierta entre plantas, aunque parece un poco descuida está perfecta, aún lado de ella una pequeña cascada que formar un río en medio del camino y no se sabe dónde desemboca. Entran a la propiedad, por fuera parece pequeña pero es espaciosa, tiene dos plantas, en la planta baja está la sala, la cocina, el comedor, un armario, un baño y una puerta que lleva hasta el sótano; en la segunda planta Solo es un pasillo en el cual hay cinco puertas, dos a cada lado y una en el fondo, los cuartos son amplios cada uno con su baño.

- Y este es todo el lugar- dice mientras salen de la casa- está un poco viejo, pero no es nada que no se pueda arreglar.

- Es estupendo - dice Harry con una enorme sonrisa en su rostro- Me quedó con el lugar.

- Eso es maravilloso, regresemos a la casa para hacer el papeleo oficial.

Los tres hombres regresan al pueblo, los papeles se firman rápido y todo está listo, Harry es dueño de una casa, los siguientes días pasa arreglándola y comprando algunas cosas, irá amueblando poco a poco, pues el pisto no es suficiente, ya que la mayoría lo ocupo en comprar la propiedad, pero logra tener lo básico. Las vacaciones pasan en un abrir y cerrar de ojos, Hogwarts comienza de nuevo y se llena de alegría al recibir a todos los estudiantes. Harry está un poco inquieto por ver a Severus, esperando que el niño se encuentre sin ningún daño, cuando logra localizarlo puede ver su rostro cansado y las enormes ojeras bajo sus ojos, le es imposible acercarse de inmediato y no es hasta el día siguiente luego del desayuno que logra hablar con él.

- Severus - el pequeño detiene sus pasos- me permite unas palabras - Severus lo mira y asiente despacio, se apartan hasta un rincón - ¿Qué tal todo en casa?

- Lo mismo de siempre, mi madre está hundida en su depresión y mi padre nos golpea a ambos, pero han sido daños leves, no hay ninguna fractura nueva de este verano - dice con un tono frío.

- Lamento que tengas que volver a ese horrible lugar.

- No tiene que preocuparse profesor, se cuidarme.

Lo sé, es lo único que puede pensar Harry en esos momentos, la conversación parece llegar a su fin, se despiden cordialmente y cada uno sigue su camino. Durante este segundo año Harry logra entablar más conversaciones con Severus, al principio es difícil que logré abrirse y hablar de sus cosas, pero Harry logra ganarse su confianza, hasta puede decir que llegan a ser amigos; pero no es con el único que entabla una amistad, Harry también tiene conversaciones con Lily, James, Remus y Sirius, aunque la mayoría del tiempo pasa regañando y aconsejando a Sirius y James, está feliz de poder pasar tiempo con ellos aunque no sepan quién es él.

Las peleas entre Severus y los merodeadores han sido pocas pero aún hay tensión entre ellos. Con Lily es diferente ambos niños son muy apegados y parecen tener una amistad muy fuerte, aunque ambos son de casas rivales, pasan horas en la biblioteca o los jardines mientras charlan. Harry puede ver lo feliz que es Severus y hay una espinita de celos en su corazón, solo puede pensar en los recuerdos que Snape le entrego luego de haber sido mordido por la serpiente, era claro como el agua que estaba enamorado de Lily Evans, no sabe porque esto lo molestaba.

Severus estaba junto a Lily sentados en un pequeño rincón del castillo, podían pasar horas hablando sin aburrirse ni un solo momento de la compañía del otro.

- Es absurdo Lily, no puedo decirle lo que siento por él.

- ¿Por qué no? - pregunta la pelirroja un poco exasperada - la comunicación es la cable del éxito.

- ¡Por Merlín! El profesor Harrison nunca se fijaría en un niño de 12 años Lily.

- Nunca lo sabrás sino se lo dices.

- No puedo llegar y simplemente decir - guarda silencio un momento- ¿Sabes qué?, me gustas.

Severus termina en un susurro y son estas últimas palabras las que Harry escucha antes de encontrarse con los pequeños niños acurrucados juntos, ambos parecen asombrados y se paran de inmediato.

- Profesor - saluda Lily, sus mejillas un poco sonrojadas.

- Lily, Severus - saluda con una inclinación de cabeza antes de retirarse.

- ¿Crees que nos escuchó? - Severus pregunta con aflicción.

- No seas tonto Sev, parece que no escucho nada - Lily dice de lo más tranquila.

- Eso espero - contesta mientras muerde su labio- Será mejor que terminemos con nuestras tareas.

Lily asiente y comienza su recorrido a la biblioteca. En unos pasillos cerca de la torre de astronomía, un profesor trataba de ignorar esos sentimientos extraños e inusuales que evocaba su corazón.

Los días pasan, hay momentos en que Harry se desespera por no poder volver a su época, pasa casi día y noche buscando una solución, aunque a veces una sensación de malestar se posa en su estómago al saber que al regresar no estarán sus padres ni Sirius. La mayoría de veces Harry se encarga de sacar esos pensamientos de su cabeza y de aprovechar los instantes que puede estar cerca de ellos; también se ha encariñado mucho con Severus, se podría decir que han logrado una amistad, el pequeño cada vez es más abierto con sus sentimientos y preocupaciones, aunque solo delante de Harry y muy a pesar de este último, de Lily.

El segundo año escolar llega a su fin, todos los estudiantes regresan a sus casas, Severus tiembla de miedo al saber que volverá a ver a su padre, pero se niega a mostrar sus temores. Harry regresa a su casa y durante esas semanas de vacaciones se encarga de hacer nuevas remodelaciones con el dinero que ganó durante el año en Hogwarts, también hace la despensa y pasa entretenido arreglando un jardín y haciendo un huerto, siempre le encantó la jardinería, de lo único que está agradecido con su tía es que por ella sabe hacer todos los deberes del hogar, así no depende de nadie más para hacer sus cosas.

Amor a través del tiempo Where stories live. Discover now