Conozcamos Las Estrellas |Mini historias Foxangle| || P A U S A D A ||

♡Yo tendré el control♡

Una tarde aburrida y monótona, Foxy se encontraba en su casa fastidiado y sin ninguna actividad para hacer ese día. Exploraba los canales de la televisión, pero varias veces volvía al principio sin haber encontrado algo interesante. En el instante cuando estaba al borde del colapso, escuchó golpear la puerta de su casa, y al bajar a ver de quien se trataba, se encontró a su amada zorrita mirándolo del otro lado de la puerta.

—¡Hola Foxy!

—¡Mangle! Qué sorpresa, mmm... no te esperaba hoy bonita.

—Hace un día muy pesado, quería ver como estaba mi zorrito.

Foxy la tomó con cariño de las manos y la invitó a pasar tirando suavemente de ellas.

—Adelante Manguito, mi día ya no será tan malo si estás aquí.

Mangle sonrió agradecidamente y pasó con confianza a la casa de su novio. Seguía sin haber alguna actividad que hacer, así que al estar sin ideas, Foxy la invitó a pasar a su habitación.

—Estaba viendo la televisión cuando llegaste —indicó mientras entraba a su recámara.

—Espero no haber interrumpido nada, zorrito.

—No lo hiciste —sonrió el pelirrojo.

Foxy volvió a tomar lugar acostado en la cama y volvió a explorar los canales de su tele, mientras tanto, Mangle caminó por la habitación en busca de algún entretenimiento para ambos. Sobre una repisa se encontró con un cofre, en cual tomó y abrió para encontrar en su interior una serie de monedas perfectamente organizadas.

—Wow...

—¿Mm? —Foxy dirigió la mirada a ella sin levantarse—. Oh, ¿Te gustan?

—Son hermosas —sonrió Mangle admirando las monedas.

Foxy miró a Mangle detenidamente antes de responder.

—Yo creo que tú lo eres mucho más.

Un pequeño sonrojo apareció en las mejillas de la albina, y una idea apareció en su mente. Sonriendo internamente, volvió a poner con cuidado el cofre en su lugar y se volvió para ver al pelirrojo quien no se movía de su lugar.

—Oye Foxy~

Foxy se sorprendió del acento coqueto y seductor que apareció en la voz de Mangle, y le dirigió la mirada.

—Vamos a hacer de este día, uno divertido, ¿te parece? —agregó caminando hacia la cama.

—Mmm... te escucho —respondió él, claramente interesado.

Mangle llego hasta la cama con caminar coqueto y se subió sobre la misma para acercarse a él caminando sobre sus manos y rodillas, y finalmente se sentó sobre las caderas del pelirrojo.

—Sabes a qué me refiero zorrito~

—Me parece buena idea, zorrita.

Puso sus manos sobre la cintura de ella y Mangle comenzó a levantar su propia ropa con el fin de seducirlo, pero Foxy la tomó de las manos y la detuvo.

—Oh no, yo tendré el control esta vez.

—¿Seguro?~

—Muy seguro.

Mangle sonrió con picardía.

—Bien, veamos si puedes con eso~

Foxy rió entredientes, y tomándola de la cintura, los hizo rodar sobre la cama; su intención era quedar sobre ella para dominarla, pero su cama era una cama de soltero, por lo que al ser pequeña, terminaron más bien cayendo al suelo. Ambos se quejaron por el golpe, pero de igual forma, Mangle aún estaba sobre él.

—¡Auch!

—Ay, jeje —rió Mangle y tomó a Foxy de las manos—. Bueno, supongo que yo tendré el control de todas formas~

Foxy la acarició de los hombros a la cintura mientras sonreía.

—No me provoques~

—Tranquilo zorrito~

Ella comenzó a besar al pelirrojo y el acariciaba cada centímetro del cuerpo de ella. Entre gemidos y suspiros, ese día no terminó siendo tan malo como parecía, después de todo, se divirtieron de alguna forma.