2. En Casa

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El Amo despertó desconcertado y con dolor de cabeza. Intentaba abrir los ojos, pero el resplandor de una luz rojiza se lo impedía. Se hacia sombra en los ojos con la mano y cunado finalmente pudo abrir los ojos. Se dio cuenta de que estaba atrapado en una de las naves de transporte. El espacio que había en la nave era muy pequeño y estaba totalmente sellado.

Comenzó a dar golpes en la escotilla de la nave con la esperanza de que se abriera.

- Si desea abrir la escotilla de la nave diga, abrid.Se escuchó una voz de robot.

El Amo dudó, pero al final lo hizo.

- ¡Abrid! –

La escotilla se abrió y El Amo se levantó y salió rápidamente. Se quedó en shock al darse cuenta de que...de que...

- No puede ser, esto no puede estar pasando – Dijo susurrando para sí mismo.

- Gallifrey...e-estoy en casa... - Respondió al final.

Comenzó a escuchar golpes detrás de él. Se giró y pudo ver al Doctor encerrado en otra de las capsulas. Estaba muy nervioso y golpeaba la puerta de la escotilla con todas sus fuerzas.

El Amo corrió a socorrerle.

- ¡Abrid! - Gritó.

La escotilla de la nave se abrió y El Doctor salió y se derrumbó en el suelo mientras tosía e intentaba coger aire.

- ¿Doctor? ¿E...Estas bien? – Le preguntó el amo mientras se agachaba a ayudarle.

- S-Si, cof, cof, so-solo, cof, cof, el oxígeno de la nave, cof, cof... - Tartamudeaba El Doctor intentando formar una frase.

- Tranquilo, tranquilo. Respira, y luego habla. – Le tranquilizó El Amo.

El Doctor recuperó el aliento y luego pudo hablar con claridad.

- El oxígeno de mi nave parecía muy escaso, no tenía suficiente...casi me ahogo ahí dentr-...-

Hubo un silencio. Se quedó perplejo al ver dónde se encontraba. Ese rojizo cielo, esos dos luminosos soles, las montañas a lo lejos, ese césped rojo fuerte...y al final, la ciudad rodeada por la gran cúpula de cristal donde estaba su casa...

- E-Esta...Estamos en... - Tartamudeó.

- En casa...estamos en casa Doctor – Le respondió El Amo con una sonrisa.

Se levantaron, miraron hacia las montañas. Pudieron ver un árbol, ese árbol, era en el que ellos trepaban y se sentaban en las ramas cuando eran niños.

Era como un sueño, Gallifrey, estaban en Gallifrey, en su casa. Pero...algo les faltaba, alguien les faltaba. O tal vez no.

- ¿Theta? – Una voz que parecía de mujer dijo el secreto nombre del Doctor por detrás de ellos.

Los motes que se colocan los señores del tiempo, esos poderosos seres con vidas casi eternas y capaces de la regeneración corporal son para que su verdadero nombre no se rebele. Solo gente muy especial sabría el reservado nombre de un señor del tiempo.

Se giraron extrañados. Se pudo ver a un hombre y a una mujer de pie delante de ellos. Entonces, al Doctor se le empezaron a saltar las lágrimas. No podía creerlo. Esto debía de ser una broma. Una broma muy pesada y de mal gusto. Pero al parecer no.

- M-má...p-pa...pá – No le salían las palabras. Tragó saliva y entonces habló con más claridad.

- ¿Mamá? ... ¿Papá? ...– Dijo al finalmente.

- Si...Hola Theta. - Respondió el hombre sonriente.

El Doctor sollozó y a continuación corrió hacia ellos. Los abrazó con gran fuerza. Cubría su rostro lagrimoso en el hombro de su madre.

- Oímos que vendrías en una de esas capsulas, vinimos en cuanto pudimos – Dijo la madre del Doctor.

El Doctor no respondió. Estaba demasiado conmocionado.

Mientras tanto, El Amo se quedaba mirando sin palabras. <<Pero...si ellos han venido a por el... ¿Dónde están mis...?>>

Pensaba. Pero una voz le corto sus pensamientos.

- Koschei... - Dijo una voz masculina, revelando finalmente su nombre.

Era su padre, de pie, ahí delante.

Se quedó de piedra. Tenía las palabras atragantadas en su garganta. No podía hacer nada. Simplemente balbuceaba mientras que también le saltaban las lágrimas.

El hombre se acercó a él y cuando solo estaba a unos centímetros, le dio un muy fuerte abrazo. El Amo tardó en reaccionar, pero al final le abrazó. Le llamó la atención el que solo estuviera él.

Se alejó un poco y le miro a los ojos. Y cuando pudo al fin hablar, dijo:

- ¿Dónde está mamá? – Le preguntó preocupado como si ya supiera lo que había pasado.

El hombre se quedó en silencio por unos segundos.

- Koschei... - Dijo

- ¿¡Donde está!? – Le repitió ahora levantando el tono de voz.

- Murió en La Guerra Del Tiempo... - Le respondió finalmente su padre.

No hizo expresiones, solo se quedó en silencio, mientras sus lágrimas caían por sus pómulos.

- Lo siento... - Le dijo su padre abrazándolo.

Nuestros dos señores del tiempo estaban machacados por dentro. El subidón de emociones y el inesperado viaje les causó mucha fatiga. Estaban agotados y destrozados. Así que, sus padres decidieron llevarlos a sus casas.

- Yo me quedo con El Doctor – Dijo El Amo acercándose a él y cogiéndole de la mano.

Nadie dijo nada. El padre de El Amo se fue.

- Estaré en casa, cuando quieras ven – Le dijo antes de marcharse.

El Doctor, El Amo y los padres del Doctor se dirigieron hacia su casa.

The Lab of the TimeWhere stories live. Discover now