Glaseado - Jeon Jungkook

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g l a s e a d o

Agotada, se tiró al duro suelo.  Su pecho subió y cayó rápidamente, sus pies ya no respondían de la manera más normal, todo su cuerpo se sentía débil y al mismo tiempo adolorido, estaba cansada. Eran las dos de la mañana y todavía estaba en la sala de prácticas, se había escapado para evitar ser descubierta y sin embargo creía que no había mejorado.

Necesitaba ser la mejor, necesitaba superar a todos sin importar lo que tuviera que hacer, no debía fallarles a sus padres y al apoyo que le brindaron todos estos años. Aún recordaba cuando su madre le dijo que este era un sueño inalcanzable, que nunca lo lograría porque a veces era imposible vencer a tanta gente.  Pero cuando pasó sus audiciones, sus padres no tuvieron más remedio que apoyarla y creer que tal vez su hija lo lograría, aunque quizás eso no pasará ellos estarían para ella.

Con las pocas fuerzas que le quedaban se levantó del suelo, tomó un poco de agua y guardó sus cosas. Todavía tenía que ducharse y luego dormir unas cuantas horas para volver a despertar e integrarse con sus compañeras. Caminó hacia la salida y de pronto pudo ver cómo una de ellas salía corriendo al baño.

— Hay no — corrió hacia dónde el baño y preocupada decidió entrar — ¡Ae! — gritó — Estás bien.

Ella negó sin poder hablar muy bien, pues la chica comenzó a vomitar sin parar. Había pasado una noche dura y aún le dolía el estómago.

— Hae Kyung — la llamó — me siento mal.

Y de nuevo vomito. Había sido una semana larga llena de dietas y pastillas para perder peso que ahora su estómago lo resistía, necesitaba comer y no solo beber agua purificada sino comida de verdad.

— Tienes que comer algo— Hae Kyung quitó un poco del cabello que caía en el cuello de su amiga para que esté no se llenará de vómito —  sin importar lo que Luna diga, ahora lo que importa es su salud.

De pronto las cosas no fueron más agradables al contrario Hae kyung pudo sentir el peso de su amiga caer en sus brazos. Se había desmayado después de todo. Hae Kyung recordaba bastante esa estapa aún.

No recordaba como y que hizo para llevar a su amiga de ensayos hasta el hospital, estaba tan grave que al parecer necesitaba una óperacion urgente. Tuvo que trabajar bastante para que su amiga pudiera salvarse.

Podía incluso recordar cómo la empresa les negaba los recursos para que ella sanara tras los excesos, ya que por obvias razones sus padres realmente no querían que Ae fuera una estrella de la música, sino todo lo contrario es por eso que jamás le dijeron a sus padre sobre su estado.

Todo había sido bastante fuerte, porque después de eso en lugar de que Ae Jin se rindiera, siguió aferrada convirtiéndose en una chica altanera y prepotente olvidando quienes la portaron durante su trayecto. 

Para mala suerte de Haekyung todo lo que había visto era falso. Una ilusión que ella misma se hizo al estar tan agotada.  Ae Jin seguía entrenando, pero ya no con las chicas del lugar.

— No sé porque me sigo preocupando por esa chica — rascó su cabellera y fue directo a su alcoba.