|El harem de Bakarina| One-Shot's Y Anécdotas

Catarina se ha dividido

Antes de empezar este capítulo, espero que hayan leído lo que está pasando entre Wattpad y Naver. Por favor, lean hasta el final.

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Pareja: Ninguna.

Historia dónde los chicos conocen a las Catarinas que viven en la mente de Catarina.

Capítulo especial para NicolasGomez569.

Advertencia: Capítulo MUY largo.

¡No comentarios ofensivos, por favor!

Antes de empezar este capítulo, es necesario que conozcas los nombres de las cinco Catarinas: Presidenta, Lista, Extrovertida, Miedosa y Feliz (nombres dados por el mismo seguidor).

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—¿Catarina tuvo hijas?— Preguntó el peligris, observando a las pequeñas Catarinas con total curiosidad.

—No hagas ese tipo de bromas, Alan.— Pidió el rubio, ya que a él no lo hizo gracia aquel chiste.— Pequeñas, ¿podrían contarme lo que pasó?

Las Catarinas se miraron unas a otras, todas tenían miedo del príncipe sádico, después de todo, juntas conformaban a la Catarina original.

—Te tienen miedo, Gerald.— dijo Mary, burlándose de que aquellas niñas temblaban del miedo de tan solo ver al rubio.

Gerald, por otro lado, entró en un estado de depresión. Saber que las pequeñas Catarinas le tenían miedo era algo que no soportaba.

Keith puso su mano en el hombro del rubio.

—Déjamelo a mi.— Le dijo Keith, acercándose a las pequeñas.— Pequeñas, podrían...— Las pequeñas no lo dejaron terminar, se aferraron a él como si su vida dependiera de ello.

—¡Keith!— Gritaron las pequeñas. Ellas sabían que estarían seguras con Keith.

El ver aquella acción por parte de las pequeñas castañas solo hizo reír a Mary y a Raphael, quienes se mantuvieron un poco atrás.

—Confían más en el joven Keith.— dijo Anne, observando como el Claes menor le daba un ataque de ternura por ser abrazado por cinco pequeñas Catarinas. Gerald solo pudo retorcerse de celos, mientras le daba una mirada feroz a su cuñado.

Sofía, por otro lado, estaba junto a su hermano, aguantando las ganas de abrazar a las pequeñas Catarinas, al igual que María, quién solo aguantaba sus ganas de apretar las mejillas de las niñas.

Nicole solo se mantenía callado, pero en su mente ya había apretado las mejillas regordetas de las Catarinas.

Las Catarinas se separaron de Keith, y la presidenta se armó de valor.

—Hermano Keith, chicos, mucho gusto en conocerlos.— Habló la presidenta, tomando el rol de jefa de las Catarinas.— Nosotras somos el consejo que vivimos en la mente de Catarina Claes.

—¿Eh?— Preguntaron todos, eso los tomó desprevenidos.

—Esperen, ¿Cómo está eso? ¿Acaso ustedes ya existían desde antes de este incidente?— Preguntó María, con confusión.

Los chicos pensaban que la Catarina original se había dividido en cinco partes, además de volverse pequeña. Aunque no estaban del todo equivocados, pues todos sabemos que esas Catarinas conforman la personalidad y mente de la Catarina Claes que todos conocemos.