Aʏᴜ́ᴅᴀᴍᴇ... | Kᴀɢᴇʜɪɴᴀ

Capítulo 10: Sin salida

¿Había escuchado bien?, ¿O era su mente que quiere molestarlo en las primeras horas del día?.

- ¿Él…no llegó?-.

- No. Pensé que iba a venir con vos como todos los días, por eso te preguntaba - dijo confundido - ¿Por qué no vino con vos?-.

- Ahh…-.

Claro. Nadie tenía idea de lo que había pasado ayer con el pequeño.

¿Intentar explicarlo?. ¿Pero cómo?, si ni siquiera él mismo sabe lo que paso.

- No lo vi esta mañana -.

- Que raro - respondió Suga, llevándose una mano al mentón - Siempre llega temprano -.

Kageyama se fue alejando lentamente de esa conversación. No quería escuchar sobre el peli naranja ahora mismo.

- “¿Por qué me pregunta a mí sobre Hinata y no a otro?”- pensó. Sacudió su cabeza - “¡Dejá de pensar en él!”-.

Suspiró y empezó a prepararse para calentar.

Los minutos pasaron, se podían escuchar los chirridos de las zapatillas, los balones golpeando fuerte el suelo, los jóvenes más cansados. Así había pasado toda la práctica de la mañana.

Pero, en ningún momento apareció una brillante y anaranjada cabellera en la cancha. Algo que dejó muy preocupados a todos los integrantes.

- Muy bien chicos, el entrenamiento de hoy estuvo bastante bien. ¡Buen trabajo!- los felicitó Ukai-sensei, aunque esa felicidad, se convirtió en curiosidad - Una pregunta, antes de que se vayan…¿Alguno sabe qué le paso a Hinata?-.

- No - respondieron todos.

- Yo no lo veo desde la última práctica - dijo Nishinoya cruzado de brazos, muy seguro de su respuesta.

- Yo tampoco - respondió Tanaka, imitando el mismo movimiento del líbero.

- A mí no me envió ningún mensaje de que no vendría - dijo Daichi.

- A mí tampoco - confirmó Yamaguchi.

- Mmm…Kageyama, ¿vos sabes algo?- lo miró el entrenador curioso.

- No - respondió desinteresado, desviando la mirada hacia al costado.

Esa acción le pareció algo extraña al entrenador.

- Tal vez no pudo venir a la práctica por alguna razón - agregó Suga - Hoy durante el almuerzo le puedo preguntar qué le paso -.

- Si…está bien - suspiró - Bueno, seguiremos entrenando en la práctica de la tarde. Los espero -.

- ¡Sí!- respondieron todos nuevamente.

- ¡Daichi, vamos, ya estamos cerca de la clase de Hinata!-.

- Ya voy, ya voy, no corras Suga -.

Ambos chicos de tercero se encontraban paseando por los pasillos de la escuela durante el almuerzo, para poder llegar a la clase del pequeño.

Suga estaba muy preocupado por su amigo, así que iba esquivando velozmente a las personas, mientras que Daichi lo seguía y les pedía perdón a los que chocaban en el camino.

- ¡Acá!, ¡ya llegamos!-.

El peli gris se asomó ansioso en la puerta, para buscar a Hinata con la mirada, pero se llevó una gran decepción al no encontrar su objetivo.

- ¡No está acá! - dijo con la postura hacia abajo demostrando tristeza.

- ¿No está? - Daichi revisó nuevamente el lugar para asegurarse - Tal vez se fue a otro lado para almorzar -.