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AUSTIN
Ahora mismo es sábado y son las 7pm y estoy yendo al restaurante donde trabaja Sara.

Se que soy muy pesado pero por mi polla voy a conseguir que esa chica me de clase.

El otro día que fui a su casa no fue por nada de ella, pero ya aproveché que la vi, que por cierto que bien le quedaban esas mallas...

Y su madre me dijo que trabajaba aquí y a la hora que venía, creo que le caí bien, aunque no se por qué porque soy un cabrón, me dijo algo de que quería que Sara saliera más porque siempre se centra en los estudios demasiado y al final no sale nada.

Llegué y cuando entré le pregunté a uno de los camareros que qué mesas son las que llevaba ella y me senté.

Ella estaba en la cocina y cuando salió con dos platos y me vió le cambió la cara por completo, yo la sonreí porque bueno, me hace gracia que le moleste tanto mi presencia.

Llevó los platos a la mesa, estaban sentados dos chavales de la universidad, de mi edad, están en 2º, son del equipo de fútbol, me caen bien la verdad son la polla, les dejó los platos muy sonriente y sin dejar de mirarles y luego se acercó a mi con cara de mala ostia, cambió por completo.

Sara: qué quieres -sacó la libreta para tomar nota del bolsillo de su vestido, vestidito más bien porque era muy corto y le quedaba un poco ajustado, y con las air force y el moño despeinado...me pone muchísimo esta chica-

Yo: que me des clases

Sara: -resopló- estoy trabajando, o me pides algo o te piras

Yo: una cocacola -se fue a la barra a por ella y tuve una perfecta visión de su culo y es que es perfecto, no es muy grande, pero en proporción con su cuerpo si-

La miré mientras cogía la cocacola, estaba hablando con su compañera mientras miraban la mesa de Aaron y Walker, los chavales de antes, y al rato me trajo mi cocacola.

Yo: entonces no me vas a dar clases?

Sara: no

Yo: vale -ella me miró extrañada-

Sara: vale? -repitió- pues de puta madre, venga, adiós -se fue a ir pero no iba a dejarlo tan fácil-

Yo: no pasa nada, entiendo que te de miedo no poder conseguir nada y ser mala profesora, pero bueno, ya encontraré a alguien mejor...-cuando fui a su casa y pasó todo lo de los perros y eso, los chicos me dijeron que es muy orgullosa y terca, que cuando se le mete algo en la cabeza no para, así que, voy a utilizar eso. Ella se paró en seco y se giró hacia mí y vino-

Sara: perdona, qué has dicho? -dijo picada-

Yo: que no pasa nada, entiendo que tengas miedo de no conseguirlo y ni lo intentes

Sara: ni de coña, yo puedo hacer que saques hasta matrícula si me da la gana

Yo: pues demuéstramelo

Sara: el problema es que no me da la gana

Yo: no te creo, pero no importa, ya habrá alguien mejor que lo consiga

Sara: -estuvo un rato en silencio pensando y volvió a mirar a la mesa de Aaron- vale, lo voy a hacer, pero que sepas que lo hago para demostrarte que puedo hacerlo y que no hay nadie mejor que yo para hacerlo, pero no para ayudarte así que no te confundas porque te sigo odiando

Yo: -sonreí suficiente, ha funcionado, estaba claro que iba a aceptar- entonces cuando?

Sara: primero, a mi no me mires así, segundo, no puedo hablar, estoy en el trabajo, salgo en algo menos de 1 hora así que me esperas fuera y luego hablamos

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora