Capítulo 1

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__________’s POV

—Hola mamá —saludó Anthony lanzándose a mis brazos.

—Hola amor —respondí besándolo en la frente — ¿Qué tal estuvo tu día?

—Genial —dijo con una sonrisa —La maestra me puso diez.

—Ese es mi chico.

Le indiqué a Anthony que subiera al auto y así lo hizo. Era increíble como ese pequeño niño hacia que sonriera todo el día, sino fuera por el seguramente estaría deprimida a mas no poder debido al casamiento de Edward.

Mi hijo seguía en su luna de miel con Samantha. Lo cual hacia que Harry tuviera que encargarse de la empresa. Por eso justamente Anthony y yo íbamos a almorzar con el todos los días en la cafetería que había ahí. Durante el trayecto los dos cantábamos canciones que sonaban en la radio. Amaba pasar tiempo junto a él.

—Bien, ya llegamos —anuncié entrando al estacionamiento subterráneo del edificio.

Los dos bajamos del auto al mismo tiempo y luego apreté el botón del ascensor para subir directamente a las oficinas de Harry. Anthony iba muy emocionado y hambriento, no paraba de saltar, reí al verlo de esa manera.

Las puertas del ascensor se abrieron dejándome ver a Jade, quien tecleaba rápidamente en su computador. Anthony salió disparado hacia ella.

Jade al verlo le sonrió abiertamente.

—Identificación, jovencito —gruñó tratando de contener la risa.

—Anthony Styles —irguió la barbilla, orgulloso, un gesto que Harry le había enseñado.

—Oh disculpe señor Styles —fingió Jade —Puede pasar.

—Gracias nena —le guiñó un ojo para luego correr hacia la oficina de Harry.

Jade y yo explotamos en carcajadas, cada día que pasaba el tímido niño que conocí se iba convirtiendo en una copia de Harry y Edward.

—No deberías dejarlo pasar tanto tiempo con tu esposo —Jade rodó divertida los ojos.

—Lo sé —suspiré dramáticamente —El gen Styles poco a poco se está apoderando de él.

Conversé un poco más con Jade acerca de lo bien que iban las empresas, sin duda alguna Harry y Edward tenían un talento natural para los negocios. Nos despedimos minutos después pues ella recordó que debía concretar una cita de negocios con un millonario italiano.

Caminé los pasos que faltaban hacia la oficina de mi esposo. Mis tacones resonaban por todo el piso, fruncí el ceño, odiaba que eso pasara por lo cual me los quité.

Abrí la puerta con una brillante sonrisa, y ahí se encontraba el amor de mi vida, su rostro tenía una mueca de concentración mientras revisaba unos papeles. Se veía tan lindo así, decidí aprovechar aquello para acercarme lentamente hacia él. Anthony me observaba divertido acomodándose en el sofá.

Rodeé su escritorio quedándome de esa manera a sus espaldas y sin hacer el más mínimo ruido, cubrí sus ojos con mis manos. Al principio pareció un poco sorprendido pero luego soltó una ligera risa.

—Hola amor —susurró.

Escuché la carcajada de Anthony.

— ¿Por qué siempre tienes que adivinar? —protesté llevándome las manos a la cadera.

—Porque reconocería cada parte de tu hermoso cuerpo simplemente sintiendo tu proximidad aun estando ciego.

—Te amo —sonreí besándolo.

— ¡Eww! —exclamó Anthony.

Reímos viendo su rostro de desagrado.

***

— ¡Ve con cuidado, amor! —grité viendo desaparecer a mi pequeño por las escaleras.

Por fin estábamos en casa luego de un agitado día. Después de haber almorzado, Harry tuvo una junta con los accionistas de la empresa por lo cual me quedé en su oficina ayudando a Anthony con sus tareas.

—Estamos solos —el ronroneo de Harry me sacó de mis pensamientos.

—Ni lo pienses —negué rotundamente —Estoy muy cansada.

— ¡No es justo! —protestó —Hace mucho que no lo hacemos.

Abrí los ojos sorprendida. ¿Estaba hablando enserio?

—Lo hicimos esta mañana —dije.

— ¡Lo ves! —chilló —Eso es mucho tiempo.

—Maldito pervertido —gruñí bajito.

— ¡Te escuché!

— ¡Qué bueno!

Subí las escaleras de dos en dos, la verdad estaba muy cansada y solo quería dormir un rato.

***

—Mamá, despierta —a lo lejos escuché la vocecita de Anthony

Me incorporé lentamente, no pude evitar bostezar un poco.

— ¿Qué pasa, bebé? — pregunté con voz adormilada.

—Papá y yo hemos preparado palomitas de maíz y queremos ver una película contigo.

—Está bien —sonreí.  

Anthony se bajó de la cama para ir a colocar la película en el DVD. Minutos después apareció Harry con un gran tazón de palomitas. Se veían deliciosas.

Los dos se acomodaron a cada uno de mis lados, era genial pasar tiempo con dos de los tres amores de mi vida pero hubiera sido perfecto si estuviera también Edward. Extrañaba tanto a mi hijo, entendía que ahora él tenía su propia familia pero el siempre seguiría siendo mi bebé.

La película que Anthony había escogido era «El rey león». La había visto cientos de veces ya que cuando Edward era un niño le encantaba verla. Cada cierto tiempo Harry tenía que bajar a la cocina para traer más palomitas, era muy gracioso verlo refunfuñar. 

El celular de Harry sonó inesperadamente pero ninguno le tomó demasiada importancia, seguramente era algo del trabajo. Harry contestó frunciendo el ceño ligeramente, la expresión de su rostro cambiaba cada cierto tiempo hasta que finalmente cortó la llamada con una sonora carcajada y un «Estaremos ahí en un momento»

— ¿Qué pasa? —pregunté confundida.  

—Sam va a tener a los gemelos —respondió alegre.

Jadeé sorprendida.

— ¡¿Qué?! —exclamé sin poder creerlo.

—Lo que escuchaste —rió.

— ¿Qué es tan gracioso? —gruñí.

—Edward se desmayó.

«Oh rayos, de tal palo tal astilla»

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Hola mis amores Siento haberme tardado tanto en subir el primer capítulo. Pero tengo dos semanas de vacaciones así que actualizaré más seguido.

 Besos xx. 

Sueño Contigo 4: The Styles TwinsWhere stories live. Discover now