Las cosas núnca cambian~[Naruto suicida]~

¡Sorprende a Naruto! #16

Naruto estaba acostado en su cama, fingiendo dormir. Hoy era un día que no había esperado con impaciencia. El 10 de octubre, su cumpleaños, alias el día en que el Kyûbi había devastado la aldea escondida entre las hojas. Hoy era la fiesta en honor a el Cuarto, una fiesta en la que no fue bienvenido. Bueno, lo estaba, pero no sería pan comido para él. A los aldeanos les gustaba torturarlo ese día.

Había decidido que hoy ni siquiera se levantaría de la cama. El rubio se enderezó, asegurándose de que las contraventanas estuvieran cerradas para bloquear completamente la luz que se filtraba antes de eso. Se tapó la cabeza con las mantas y abrazó la almohada, esperando que este día pasara pronto. Miró el despertador a través de la hoja. Eran las ocho de la mañana. Más bien tarde, sabiendo que solía levantarse de la cama al amanecer para ir a practicar.

Dejó escapar un suspiro molesto. Iba a ser uno de los días más largos de su vida. Ya sentía que se estaba volviendo loco. Necesitaba aire fresco, ¡no estaba hecho para estar encerrado! Pero la idea de lo que le pasaría si salía ese día lo disuadió de ir a cualquier parte. Se replegó bajo las mantas y deseó que el reloj hiciera que el tiempo pasara más rápido para él.

Shikamaru estaba poniendo su despertador cuando sonó la alarma. Deseó no haberlo programado en primer lugar, ya que se había despertado varios minutos antes de que comenzara.

"Genial, me molesté en arreglar esa maldita cosa, y me desperté antes de que sonara ..."

Shikamaru arrastró su cuerpo perezoso fuera de la cama y apagó el despertador. Volvió a sentarse en su cama y se cambió a su ropa habitual. Lo único que le impedía volver a acurrucarse en su cama era Naruto. Suspiró al recordar la fiesta. Así que bajó las escaleras para buscar al rubio. Tenía que encontrar una manera de mantenerlo fuera de la casa el resto de la mañana.

Entró a la cocina, sorprendido. Naruto no estaba ahí. Por lo general, a esta hora ya estaba desayunando. Shikamaru lo ignoró. El rubio probablemente todavía tenía que practicar. Agarró una manzana y se sentó a comerla mientras lo esperaba.

Los ojos de Naruto todavía deseaban ver el tictac del reloj. Le parecía que el tiempo pasaba demasiado lento, si es que pasaba. El rubio gruñó, esperando a que avanzara más rapido. En verdad, estaba bastante asustado. Se levantó de un salto, con los ojos fijos en el reloj.

" Maldición ! ¿Por qué no avanzas más rapido?" Él le gritó.

Lo golpeó mucho más fuerte de lo que quería, logrando romperlo. O mejor dicho, reducirlo a pedazos.

"Genial, ahora estoy seguro de que me estoy volviendo loco ..." pensó mientras lo dejaba caer al suelo.

Shikamaru escuchó el ruido desde la cocina y corrió escaleras arriba. Buscó lo que había caído, solo para encontrar que Naruto estaba en casa. Se quedó mirando al rubio, quien rápidamente estaba tratando de encontrar una manera de "arreglar" el despertador, aunque no sabía por dónde empezar. Él le dio una sonrisa tonta mientras tomaba el dispositivo.

"Naruto, ¿qué estás haciendo?" Preguntó la morena, arqueando una ceja ante la vista.

"Dejé caer el despertador", respondió el otro chico, aunque sonó más como una pregunta.

" De Verdad ? ¿Lo dejaste caer ? Más bien, parece que te cabreaste y lo rompiste. "

" No. No. No. Lo golpeé ”, dijo agitando los brazos a la defensiva frente a él.