Capitulo I

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El inicio

- Porque otra vez la vida me da la espalda acaso no merezco la felicidad? - Ese fue mi primer pensamiento cuando la mujer a la que confíe mis secretos, mi intimidad y le abrí las puertas de mi casa me traicionó y de la peor manera.
Les contaré como comenzó mi tragedia esa a la que le llaman vida...

Mi nombre Deidara Senju tengo 24 años pero soy huérfano desde los 16, mi madre Tsunade Senju era una gran doctora especializada en pediatría, falleció a causa de una enfermedad terminal (cáncer para ser preciso) dejándome la casa en la que e vivido desde que llegue a este mundo y con una buena cantidad de dinero como herencia de la cual me haría acreedor hasta que cumpliera 22 años o también podría recibirlos si me llegaba a casar antes de esa edad (adivinen que pasó primero, si cumplí los 22), de mi padre (si se le puede llamar así) sé que se enredo con mi mamá en una noche de copas y salieron durante cuatro meses, cuando ella le comunicó del embarazo él hombre se deslindó del tema, según palabras de mi madre un día que estaba ebria (eso sucedía casi siempre pero rara vez hablaba del sujeto) era un tipo de buena posición económica, guapo, elegante, romántico, sin vicios (contrario a ella), inteligente pero con un gran defecto era casado...

Ella decía que era un buen hombre y que ambos se amaban (si como no) pero que él tenía ya una gran responsabilidad con su familia, que el error lo había cometido ella al involucrarse con él y haber salido embarazada (anoten que me llamo error), después de informarle su estado de gravidez y saber que no la apoyaría
pidió un cambio de ciudad en su trabajo
(el cual le otorgaron) empaco sus cosas, vendío su antigua casa, se despidió únicamente de sus colegas ya que no tenía ningún familiar con vida y se mudo cargando conmigo en el vientre.

Al llegar a esta ciudad llamada Konoha consiguió un pequeño departamento y empezó a trabajar en el hospital que le asignaron, en ese momento ya tenía dos meses de embarazo por lo que aún le era fácil desempeñarse sin que notarán su estado pero cuando su vientre comenzó a abultarse ya no lo pudo ocultar y le mandaron una baja médica para que descansará como era debido...
ella aprovecho ese tiempo para buscar casas apropiadas para "recibirme", al visitar una casa de dos plantas con 3 recamaras con sus respectivos cuartos de baño, sala, cocina, comedor y terraza quedo encantada con ella y la compró para nosotros.

Llegue a este mundo el día 5 de mayo,
mi madre decía que al verme supo que yo iba a ser la luz de su nueva vida y que se enamoro por segunda vez al ver que saque los ojos del hombre que me engendro.

Apartir de ese momento mamá trabajó arduamente para que no me faltara nada, contrato a un joven que le recomendaron en el hospital llamado Iruka para que se hiciera cargo de mi mientras ella se iba al hospital, pero cuando llegaba a casa se desvivia por atenderme, mimarme y solíamos salir a pasear cada que era su día de descanso realmente fue una madre maravillosa.

Conforme pasó el tiempo mamá se dedico más a trabajar y pasaba menos tiempo a mi lado, Iruka se hacía cargo de todo, desde levantarme de la cama para enviarme a la escuela, alimentarme, cuidarme hasta acudir a esta misma cuando requerian de su presencia porque había golpeado a algún compañero (sufría de sus burlas por mis facciones un poco femeninas), incluso él era quien me arropaba a la hora de dormir porque mi madre ya no lo hacía, ni siquiera descansaba para estar en casa y por eso me di cuenta de que mamá ya no era la misma, ella me estaba evitando.

La noche cuando cumplí los 10 años estaba espiando la llegada de mi madre, era casi medianoche, mamá llegó bastante ebria e Iruka le dijo que yo la había estado esperando para que comiera pastel conmigo pero que el sueño me ganó y me fui a dormir...
ella comenzó a llorar, quise bajar para consolarla creí que lloraba por no haber llegado a tiempo, grande fue mi sorpresa al escucharla hablar...

- Calma Tsunade no es para tanto, sé que tu trabajo te mantiene muy ocupada, seguro Deidi (como él me llamaba de cariño) lo entenderá.

- No es por eso Iruka, yo... yo no llego tarde por mi trabajo... amo a mi pequeño pero... yo no lo quiero ver no soporto verlo... - dijo para romper en llanto.

- ¿Por qué que dice eso Señora? - Iruka estaba tan consternado como yo al escucharla.

- Él cada vez se parece más a su padre, su rostro me lo recuerda cuando lo veo y se que ya pasaron cerca de once años pero yo... yo aun lo amo y no hay día que no me arrepienta de haberme alejado de él - esa fue la primera vez que escuchaba algo sobre él.

- Contéstenme esto con sinceridad - pidió Iruka - ¿Usted se arrepiente de haber dado a luz a Deidi?

Ella lo miró con los ojos abiertos como platos y se apresuró a negar moviendo la cabeza de un lado hacia otro - No claro que no, ¿Que te hace creer eso?

Tanto Iruka como yo soltamos el aire que teníamos retenido e inmediatamente me tape la boca para que no me escucharán.

- No me lo tome a mal Señora Tsunade, pero por su comportamiento con Deidi es lo que da a parecer.

- Yo no... no quería dar esa impresión - dijo un poco más calmada - trataré de estar un poco más con él.

- Perdón que me meta en lo que no me importa pero podría tratar de dejar un poco el trago, Deidi se preocupa cuando la ve llegar ebria.

Ella levantó la vista y lo miró con clara molestia - Es cierto eso no te importa y si me permites iré a ver a mi hijo - dijo para levantarse y caminar hacia las escaleras que conducen a las habitaciones.

Al verla dirigirse hacia las escaleras subí rápidamente para irme a mi recámara y meterme bajo las sábanas, una vez acostado cerré los ojos y me hice el dormido, escuché la puerta abrirse y supe que era mamá porque ya había escuchado que vendría además el olor a alcohol llegó a mis fosas nasales pero seguí con mi papel de bello durmiente.

Ella se acercó lentamente a mi cama, suspiro - Deidi amor ¿estas dormido? - quiso saber, pero yo seguí con la farsa quería escucharla y sé que solamente así se abriría - Mi niño cada vez estas más grande, sabes desde que supe que vendrías al mundo te amé como jamás pensé hacerlo, eres el amor de mi vida, mi amor mas puro e inocente, cuando naciste jure protegerte y que nunca permitiría que alguien te dañara, no se como no me di cuenta que yo era quien te estaba dañando - sollozo y continuó -
pero te prometo que cambiare volveré a ser esa madre que necesitas mi niño.

Aspiro su nariz y con delicadeza tomó la sábana que me cubría, me arropo correctamente y con el cuidado de no despertarme me dio un suave beso en la frente - Sueña lindo mi amor - y con esas palabras salió de la habitación.

- Buenas noches mami - susurre cuando ella se había marchado.












¿Que les pareció el primer capítulo?

Espero les guste esta nueva historia.
Disculpen los errores de ortografía.

Pd: las imágenes utilizadas en esta historia son tomadas de Internet, créditos a sus respectivos autores.

Nueva Vida - Deidara - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora