IV: Planes

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Pequeña notita por parte de UnaforramasxD : ¡Hola! Lamento el hecho de hacerlos esperar, los estudios ocupan la gran parte de mi tiempo y es difícil conservar un poco para mí, nuevamente me disculpo y ojalá disfruten el nuevo capitulo.
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—¡Qué descuidada es la gente del Bourbon Street! Queridos radioescuchas, ¡les invitamos a ir al Restaurante Fairchild, que cuenta con uno de los más exquisitos servicios de la comida tradicional de nuestra bella y querida Nueva Orleans!

Alexa escuchaba la radio al no tener nada que hacer en el restaurante familiar. Ella solo estaba entretenida en el crucigrama del periódico que hacía mientras estaba en la mesa de recepción para poder matar el tiempo.

¡Sigan deleitando sus oídos con lo mejor de Louis Armstrong!

Sus días habían sido más tranquilos de lo que ella esperaba. Sus estudios en la universidad iban bien e intentaba controlar sus palabras al hablar con otras personas. Y no era que a ella le importase que sus compañeros la etiquetaran como "la rara", no, para nada, solo no quería perder los puntos por "mala educación." Ella, simplemente, era honesta, pero al no poder entender del todo las emociones de su entorno, se le era casi imposible no ofender a la gente.

—"Conjuro contra el maligno"... —susurró, pensante, para sí misma, mientras que con la punta de la pluma le daba leves golpes a la madera de la mesa, intentando encontrar qué letras iban en aquellos cuadros del crucigrama.

—¿Alexa? —oyó a su madre—. ¿Qué haces aquí? ¿No deberías de estar en la universidad? —preguntó, acercándose a la mesa de la recepción.

La azabache, aún con su mirada pegada en el crucigrama, respondió:

—La docente se tuvo que ir por razones desconocidas. Por eso decidí venir aquí...

—Oh...

La mayor fue tras la recepción y se acercó a su hija.

—Alexa, hija, he querido hablar de algo contigo...

—Mamá —suspiró, sin verla—, nadie me ha dicho nada malo en la universidad. Todo ha estado e ido bien en estos días. Papá y tú no tienen de qué preocuparse —dijo, sin saber cuántas veces le había dicho eso a ella y a su padre. Ya era un tema muy frecuente para ella desde que empezó su carrera de enfermería.

—No es de eso.

Alexa dirigió la mirada a su progenitora, y alzó una ceja con confusión. Sus padres comúnmente andaban preocupados por ella, y que su madre saliera con algo diferente se le era raro.

—¿Me estás diciendo que no estás aquí para aconsejarme sobre qué decir y qué hacer con los demás cuando quieran molestarme, diciendo que soy una rara o quizás del tema de que yo tengo baja autoestima? Es algo nuevo —enfático finalmente—. Escucharé tus palabras.

—Ay, Alexa... —suspiró su madre—. Hay muuuchos temas de los que hablar, y hay uno en específico. Algo que me inquieta un poco.

Alexa había dejado de golpear la mesa con la pluma para prestar más atención a las palabras de su madre.

—Mamá, se especifica, no le des vueltas al asunto —dijo mirando fijamente a los ojos de la contraria.

La mayor no perdió tiempo y se sentó rápidamente al lado de su hija mientras ésta seguía mirándola atentamente esperando algún contexto o explicación que lograra quitarle la duda de qué pasaba con su madre, quien agarró una de las revistas que siempre estaban al lado de la recepción para los clientes. Hurgó varias páginas hasta llegar a la indicada y puso la revista sobre la mesa para que su hija viera lo que ella le quería mostrar.

Vide émotionnel -Alastor x Tú (OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora