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Curiosidad confirmada por Isayama:
La madre de Levi se llama Kuchel Ackerman y era prostituta.

Género: Drama
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Otro día en el subterráneo, el cliente ya llegó y es un soldado de las Alas de libertad, lo sé por su capa.

Vamos hacia una habitación.

Me desvisto pero solo me dejó el sostén puesto, puede que sea algo tonto eso, pero apesar de ser prostituta, jamás me he quitado el sostén frente a ningún hombre.

Me siento sobre el.

- Que hermosa eres y joven, no eres como las demás zorras- Me dice.

De la nada el empiezo a apretar demasiado mi pierna y a morder mi cuello con demasiada violencia.

- espera, espera más despacio ¿si?- dice pero mi ignora, me voltea con demasiado rudeza quedando yo acostada y el sobre mi. Muerde mi labio hasta que me lo parte

- No espera espera porfavor- arranca mis bragas y lo mete de una estocada muy ruda que me hace gritar de dolor y siento como me sale sangre- AHHHGGH!!!!!

Empiezo a llorar, había estado con otros hombres asquerosos pero jamás me habian lastimado tan fuerte.

El me tapa la boca y sigue penetrandome con demasiada violencia.

Yo tomo la botella que estaba en la mesita de una lado de la cama y le doy en la cabeza con la suficiente fuerza para dejarlo inconsciente o muerto.

Me lo quito de encima, me cubro con una manta muy pequeña y salgo corriendo de ahí.

Salgo de la habitación y veo a muchos soldados que visten con la misma capa que el hombre " las Alas de la libertad".

Todos me miran... ¿Qué hacen ellos en el subterráneo?

- ¿Señorita? ¿Se encuentra bien?- dice un rubio y junto a el hay un hombre algo bajito.

- Yo...uno de sus soldados está ahí.- señaló la casa y me seco las lágrimas.

El rubio y el bajito corren dentro.  Yo entro despacio, está sin el pantalón e inconsciente en el suelo.

- Erwin, te dije que ese tipo no era de confianza.

- Si, aprovecho la misión de venir al subterráneo y se fugo para hacer esto.

- Ray, Thomas saquen a Reid de aquí.

- ¡ Si, señor!

- Nos vamos Levi, debemos volver al cuartel...

-¿Levi? - Dice Erwin al ver qué no respondía su compañero.

Seco mis lagrimas y levanto la mirada, el me está mirando ofreciéndome un pañuelo.

Lo acepto y limpio mi labio partido y el pañuelo rápido se tiñe de rojo.

- Oi ¿ Has comido algo?

Niego con la cabeza, la verdad no he comido nada desde ayer.

Si, mi Ackerman (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora