Hermano

175 26 2
                                    

Soobin

Sabía que le gustaba a Yeonjun, no podía disimularlo aunque tratase, se me hacía bastante tierno, jamás pensé gustarle a alguien no en estas circunstancias. Yeonjun conocía lo más mínimo de mí y aún así confiaba en mí más que nadie, entendí que él era todo menos egoísta porque prefería verme libre a tenerme a su lado, lo que menos quería era irme de su lado. 

Él no lo sabía pero lo rescaté repetidas veces de ser violado, siempre ocupaba los contactos de mi padre para mantenerlo vigilado y me informaban si se desmayaba o si algo malo le sucedía; no es que él no pudiese cuidarse, pero quería asegurarme que estaba bien. Me gusta Yeonjun y él no lo sabe, tampoco quiero decírselo porque eso significa una despedida más dolorosa. 

Algunos meses habían pasado y desde entonces Yeonjun dormía en mi cama, le ayudaba a calmarse y a no morir de frío. Recogimos una buena cantidad de dinero entre los dos y compramos ropa nueva; compré algunas camisas decentes para Yeonjun, así podía ponerlas y taparse cuando no estaba con algún cliente. Jun y yo nos habíamos vuelto aún más cercanos, tanto que Henry tuvo que advertirme no enamorarme de él. 

De nuevo estábamos en la azotea, era tarde y el sol se estaba ocultando, Yeonjun usaba una camisa blanca bastante grande y bailaba una canción que no recuerdo, tenía una gran sonrisa. Su silueta parecía bailar con el sol, volví a preguntarme qué pasaría si no hubiese elegido esa vida, si lo que pasó en su familia no hubiese sido así. Yeonjun no merecía nada de lo que le pasaba. 

-¿Quieres ir a ver a tu hermano?- Su sonrisa se detuvo junto al baile. 

-No lo he visto desde hace mucho, no recuerdo su nombre, no él…-

Se arrodilló en el suelo y comenzó a gatear buscando algo suave, temblaba mientras luchaba por mantenerse despierto. Lo sostuve entre mis brazos y tembló con más intensidad, balbuceaba algunas cosas sin sentido hasta que finalmente dijo una dirección y se durmió. A pesar de tener un sueño profundo, su cara siempre parecía sufrir, cada vez que dormía Yeonjun parecía estar siendo torturado, ni siquiera su mente lo dejaba tranquilo. 

Cuando Yeonjun despertó estábamos en una tienda, conseguí un poco de dinero para comprar una mochila y empacar algunas cosas. Al salir de ahí robé una moto y comenzamos a andar, recordaba la dirección de sus sueños así que salimos de la ciudad para una aventura. 

-¿Hacia dónde vamos?- preguntó mientras sostenía mi cintura. 

-Vamos a que conozcas a alguien.

Comenzó a reír y me sujetó más fuerte. Llegamos a una calle bastante desolada y decidimos tomar un descanso para beber agua y comer algo. La moto no arrancó de nuevo. Mientras trataba de encenderla Yeonjun miró la calle. 

-Conozco este camino, si cierras un poco los ojos parece una cara constipada- miró al horizonte y entrecerró los ojos. 

-Demonios- dije

Una patrulla policial venía tras nosotros, eso no era nada bueno sabiendo que la moto era robada y nosotros conocidos por prostitución. Yeonjun corrió hacia el desierto y se escondió tras un arbusto seco. El oficial preguntó qué sucedía y al explicarle sobre la moto la revisó, nos dio un poco de gasolina y se fue. Cuando llegué hasta donde estaba Yeonjun, él se encontraba dormido. 

Cuando despertó de nuevo ya era tarde, había hecho una pequeña fogata para que descansaramos. Se asustó al ver la oscuridad a su alrededor, pero cuando mi mirada se fijó en la de él, noté como se tranquilizaba. 

-Estar alejado de todo es bueno- dije

-Lo es- respondió

-Cuando me fui de casa la mucama me preguntó a donde iría, le dice “Cualquier lugar, donde sea”

Private Mind 《Yeonbin/Soojun》Where stories live. Discover now