Capítulo 7

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Andre

En cuanto se bajó de la motocicleta se soltó los primeros botones de la camisa, no para mostrar piel, sino parar poder respirar un poco más ya que los nervios lo carcomen y porque esta mareado hasta la médula, digamos que un ex príncipe nunca esta acostumbrado a ese tipo de transporte animal, pero esa rubia se puso se puntillas y lo fulminó con la mirada.

— ¡No! ¡Abrochate esos botones de la camisa de nuevo, por favor! — Andre no pensaba hacerlo, pero ante la insistencia, volvió a acomodarlos en su lugar — Si mi papá te ve con algo raro en la camisa, creerá que ya sabes, qué tú y yo estábamos haciendo cosas raras —

Andre frunció el ceño confundido mientras ambos caminan por los jardines de la casa ¿Cosas raras? Pero sino han hecho nada más que casi matarse en esa motocicleta.

— ¿Cosas raras arriba de una motocicleta? — Preguntó cómo si fuera algo absurdo.

— No en la motocicleta tonto, sino en algún callejón o en el hospital, aunque si tú quieres podríamos hacerlo — Pero London entrecerro los ojos al verlo — Pero Shshs, no le vayas a decir a tu mamá que todos los internos hacemos cosas raras en el hospital —

Andre se burló internamente, si tan solo esa rubia supiera que su mamá es literalmente la reina de la cosas raras en el hospital.

— Pues tu papá no debería de pensar eso de mi, yo no soy un hombre que hace cosas raras en la calle, mis padres me enseñaron a ser un caballero, no un animal hambriento — Andre solto un suspiro y se pasó las manos por el cabello— Claro que te conozco London y ahora que te veo recuerdo cuándo ibas con tu hermana al palacio, pero tu papá sabe que jamás podría sobrepasarme contigo, eres más pequeña que yo y amiga de mis hermanas —

— La verdad la edad no importa, entre más chiquita más picosa — Le contesto burlándose claramente de él, pero Andre no esta de humor para bromas, tiene tantos pendientes en la mente que sólo volvió a mirar su reloj con desesperación.

— ¿Nos tardaremos mucho? La  verdad tengo algo más importante que hacer, y ese algo requiere de mi en este momento

— ¿Cómo qué? — Le pregunto esa rubia con las manos cruzadas y cierta molestia en el rostro — Ya es tu horario de salida del hospital ¿Me estas despreciado esta cena? —

— ¿También eso invetigaste de mi? — Contraatacó con otra pregunta — Ya deberías de parar London, no me están gustando tus coincidencias para estar detrás de mi, es raro —

London soltó una suave risa mientras toca muchas veces el timbre de su casa, casi matando de un infarto a la pobre sirvienta que estaba en los jardines, al parecer a esa rubia le gusta ser la traviesa de la familia, porque sino asusta a cualquier persona a la que se encuentra, quiere matarse manejando como loca su motocicleta.

— No son coincidencias Andre, solo que no invito a cenar a extraños a mi casa —

Andre rodo los ojos fastidiado por las ocurrencias de esa extraña mujer, pobre de los niños que cuida en el área de pediatría.

— No soy un extraño —

— Lo se, por eso pude investigar sobre ti en internet — London lo tomo con fuerza de los hombros  — Ya no seas aburrido Andre, ta no estamos en el hospital, no en tu trabajo de pizzero, sonríe y finge que somos mejores amigos en el hospital —

De verdad que esta mujer heredó los peores genes de su tía Celine

Andre estuvo a punto de negarse y regresarse a su casa, pero quizá si solo acepta la cena ella lo deje en paz, la entiende y sabe la fascinación de tener a un hijo de la reina cerca, pero ella literalmente es una extraña para él, claro que la miraba en el palacio y jugando con sus hermanas, pero estaba más ocupado leyendo sus libros en la biblioteca, escuchando los cuentos de su mamá y cuándo por fin creció y se convirtió en un hombre la busco, pero no la encontró, de hecho una vez Paris le dijo que su hermana estaba en la universidad, así qué prácticamente son unos extraños.

El Rey (Saga Médicos Parte 3) Where stories live. Discover now