Mamá.

5 1 0
                                    

Querido Jack.

Yo... yo no sé por qué me dijiste todo esto.

Nuestros vecinos no lo entienden, ellos no quieren que venga a visitarte todos los días, dicen que no lo mereces... Loisa, tú eres todo lo que tengo en este mundo. Yo sigo aquí por ti, si ellos no me comprenden entonces no deberían de mostrar compasión conmigo. ¡Odio las hipocresías!

¿Es por eso que la señora Bell me ignoró aquella vez?

Sé que no les agradas, entiendo que no te quieran pero ¿por qué insisten en alejarme de ti? Recuerdo como les sonreías a pesar de todas esas malas miradas que recibías a cambio... Intenté dejar de hablarles, también, pero eso solo complicaba más las cosas para ti.

Me hubiese gustado despertar, no quería seguir escuchando.

Fracasé como hermano mayor, decepcioné a nuestros padres, pero sobre todo, te fallé a ti...Odio no haberte dicho toda la verdad. Tienes derecho a saberla aunque no sé cómo te afecte eso ahora. Esperaba hacerlo hasta que despertaras, cuando estuvieran bien, cuando todo esto hubiera pasado. —Hubo silencio—. La persona que hablaba contigo por teléfono Loisa, no era mamá, estaba tan desesperado por protegerte, no quería que sufrieras lo mismo que yo...

No entendía de qué estabas hablando.

—...Cuando tenías doce años padre y madre fueron a un viaje de negocios, insistí a que fueras con ellos, les dije que era demasiado joven para cuidar a una niña. Por supuesto que eso no era verdad, yo solo quería que pasaran más tiempo juntos... Días antes me habían hablado de todos los compromisos que tenían después de aquel viaje, era demasiado. Pero se fueron sin ti. Horas más tarde, alguien llamó avisando que el avión de papá había desaparecido. Preguntaste sobre aquella llamada. "Papá y mamá informan que están bien" fue lo único que pude decir.

La pregunta que surgió en mi cabeza cuando me confesante eso fue la siguiente: ¿Qué edad tengo ahora? Sé que crees que no tiene ningún sentido. Sin embargo, sigo queriendo saber eso.

Sigo confundida y tú solo lo empeorabas cada vez más.

Tal vez quieres que te pregunte sobre papá y mamá justo ahora, en esta carta ¡Y quiero hacerlo! Pero el chico de los ojos rasgados dijo que me llevaría con ellos. No sé cuándo ni cómo.

Le pregunté cómo es que los conocía, él no respondió, sólo hizo su habitual trabajo: acariciar mi cabello.

Me tranquiliza cuando lo hace, por esa misma razón no pude enojarme con él.

El chico de los ojos rasgados estuvo a mi lado casi todo el día, cerró los ojos y fingió estar dormido para que yo no le hiciera más preguntas. Me levanté del banco en donde me sentaba siempre con la intención de irme a otra parte pero no me dejó.

Creo que él es mudo... o sordo.

Desde que lo conocí hasta ahora, siempre evita hablarme. Me escribe a cambio.

No fui capaz de preguntarle.

No recuerdo mucho sobre cómo vivíamos tú y yo, dicen que olvidar es bueno, creo que puedo pero... Personas que permanecen en mi corazón no quiero olvidarlos nunca.

Necesito recordar tu rostro, quiero verte, ansío hablar contigo.

Esta tarde, una vez que estuve sola, me acosté de nuevo sobre las hojas secas de otoño. Sentí como los pequeños insectos se acomodaban alrededor, todos con confianza, casi puedo jurar que en ese momento no sentí el peso de mi cuerpo.

Jack, si continúo de esta manera ¿vas a olvidarme? Sé que prometiste esperarme, pero quiero creer que el chico de los ojos rasgado de verdad me llevará con nuestros padres. Quizá ellos tengan una respuesta de todo lo que me está pasando.

—Todos los días preguntabas por nuestros padres, decías que yo era malo porque no te dejaba hablar con ellos. Pasaron meses en los que aun no obtenía ninguna noticia sobre la desaparición, no sabía qué decirte. A veces lloraba a escondidas, evitaba a toda costa tu curiosidad por ello. Un año después, se me ocurrió la idea de contratar a alguien para hacerse pasar por mamá, me dolía tanto ver cómo tu mirada se iluminaba cada que llamaba, eras feliz a través de una mentira. "Mamá dice que vendrán pronto" dacias cuando finalizaba la llamada, me abrazabas y yo no podía dejar de sentirme menos culpable. Fui un idiota al pensar que estaba haciendo por tu bien. Lo lamento tanto, Loisa.

Al principio me enojé, no entendí por qué lo hiciste, pero ahora que lo pienso mejor creo que... creo que no merezco tener un hermano como tú.

También cumpliste con tu promesa de dejarme escuchar más canciones. No entiendo por qué siempre te disculpas cuando eres el hermano más increíble que he conocido.

Con cariño.

Loisa Kang.

Cuando el otoño acabeWhere stories live. Discover now