Pasaron muchos meses desde que Carter nació, tiene 10 meses y está gigante. En estos meses pasaron algunas cosas, Finn e Isabella tuvieron una hermosa niña llamada Chloe, Britt está a dos meses de dar luz y en la familia no hay muchas novedades. Austin está trabajando con mi papá en la panadería como cajero ya que a el le van muy bien las cuentas y yo de ves en cuando voy a un restaurante a cantar y me pagan.
Hoy me desperté con una horrible sensación en mi estómago que no deja de incomodarme por alguna razón. Aprovecho que Carter está tranquilo jugando con Austin y me meto al baño para darme una ducha y tratar de tranquilizarme. Abro el agua caliente y me meto a la ducha dejando que el agua destense mis muy tensos músculos. Por unos minutos me tranquilizo pero el malestar vuelve tan pronto en cuanto salgo de la ducha. Mis músculos se tensan nuevamente y siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, tal vez me esté enfermando. Bajo las escaleras y me encuentro a Austin y Carter jugando felizmente, Carter trata de ir hasta donde está Austin con sus pasitos de bebé pero se cae y empieza a reír. Tan solo está aprendiendo a caminar un poco, todavía no está estable y parece un borracho.
-Hola amor. -me dice Austin besandome tiernamente en los labios.
Yo le sonrío forzosamente y él parece darse cuenta porque me agarra de la mano y me lleva a la cocina.
-¿Qué pasa? -pregunta él seriamente.
-Nada, no importa. -digo bajando la mirada.
-Katia se que me estás mintiendo. -dice él aún serio.
-Es que realmente no importa. -digo perdiendo la paciencia.
-¡Ay vamos Katia! -explota él. -¡¿Que no confías en mi?! ¡Se muy bien que me estás mintiendo!
-¡Tal vez porque ni siquiera se que me está pasando realmente! -grito y salgo dando un portazo.
Me acerco a donde está Carter y empiezo a jugar un poco con él y a enseñarle a caminar. Austin salió de la cocina unos segundos después pero yo lo ignoré. Subí a la habitación y me deje caer en la puerta. No tengo hambre y la sensación en mi estómago sigue molestándome más que nunca, admito que me asusta. Me acuesto en la cama y empiezo a llorar, no quiero pelear con Austin cuando más lo necesito. Al sentir que no me quedan más lágrimas que dejar caer me levanto y voy al baño para lavar mi cara. Mis mejillas están rojas al igual que mis ojos, aparte de que están hinchados pero no me molesto en arreglarme mucho. Bajo al salón y veo que Austin está sentando en el sillón con las manos en su cabeza pero no veo a Carter.
-¿Donde está Carter? -pregunto sin expresión alguna.
-Se quedó dormido y lo llevé a su habitación. -dice el y yo asiento.
Entro a la cocina y empiezo a preparar algo para cenar, como no estoy de ánimos hago milanesa con puré y le preparo un poco de arroz a Carter. Cuando salgo de la cocina empiezo a poner los platos en su mesa y Austin se sienta. Subo las escaleras y entro a la habitación de Carter, el cuál duerme plácidamente.
-Hey pequeño, vamos a comer algo. -digo acariciando su mejilla. -Mami hizo arroz.
Él se va levantando de apoco y cuando me ve estira sus brazitos para que lo levante. Lo levanto y bajo las escaleras para después ponerlo en su silla de bebés y darle de comer un poco. Mientras estamos comiendo en un silencio muy incómodo, Austin y yo hacemos contacto visual haciendo que me quiebre nuevamente y muerda mi labio inferior para no largarme a llorar. Pero fue en vano porque las lágrimas empezaron a salir sin permiso mientras Austin me miraba con culpa. Me levanto rápidamente de la silla y voy a la cocina para empezar a lavar los platos y poder irme a dormir. Termino y corro subiendo las escaleras para tirarme en la cama y empezar a sollozar de nuevo. Me pongo mi piyama y me tapo con las sábanas. La sensación en mi estómago va incrementando cada vez más haciendo que me provoquen náuseas y escalofríos. Empiezo a temblar y a acariciar mi estómago para tranquilizarme, pero no hay caso. Austin entra unos minutos después y se acuesta en la cama, lo necesito y mucho. No sé si lo hice porque necesitaba un abrazo, porque no soportaba estar enojada con él o que pero inmediatamente lo abrazé y empecé a llorar en su pecho.
-Lo lamento tanto, es que tengo miedo. -digo mientras el acaricia mi cabello. -Tengo una mala sensación en mi estómago y siento miles de escalofríos. Tal vez me esté por agarrar una gripe.
-Soy yo el que debe disculparse, no debí hacerte presionado. -dice él y me besa.
Estaba tan necesitada de sus besos y caricias, no quiero dejar de besarlo nunca más.
-¿Hace cuanto que no estamos solos? -dice Austin entre jadeos por la falta de aire.
-Austin no podríamos, está Carter. -digo entendiendo sus intenciones.
-Carter está dormido, por favor amor. -dice él haciendo pucheros.
-Aghh está bien. -digo rendida y a parte porque también lo necesito. -Solo porque te amo.
El sonríe juntando nuestros labios en un beso apasionado.
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Se escuchan unos golpes y el sonido de que algo se rompió. Austin y yo nos despertamos de un salto y empezamos a vestirnos lo más rápido que podemos, nos estaban robando. Saco mi celular y llamo al 911.
-Oficial de policía, ¿en que puedo servirle? -preguntan desde la otra línea.
-Alguien entró en mi casa, nos están robando. -digo rápidamente. -¡Por favor ayuda!
El policial me pide la dirección y dice que en segundos estará en nuestra casa. En ese momento se escucha otro golpe y el llanto de Carter se hace presente. Corrimos hacia su habitación muy rápido y abrimos la puerta. Carter no estaba y no es una pesadilla.
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CAPÍTULO 32! CAPÍTULO MUY INTENSO! ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO! BESITOS, DELFI.
