𝓬𝓱𝓪𝓹𝓽𝓮𝓻 𝓯𝓲𝓿𝓮

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𝙗𝙤𝙡𝙙 𝙬𝙖𝙨 𝙩𝙝𝙚 𝙬𝙖𝙞𝙩𝙧𝙚𝙨𝙨 𝙤𝙣 𝙤𝙪𝙧 𝙩𝙝𝙧𝙚𝙚-𝙮𝙚𝙖𝙧 𝙩𝙧𝙞𝙥 𝙜𝙚𝙩𝙩𝙞𝙣𝙜 𝙡𝙪𝙣𝙘𝙝 𝙙𝙤𝙬𝙣 𝙗𝙮 𝙩𝙝𝙚 𝙇𝙖𝙠𝙚𝙨.
𝙎𝙝𝙚 𝙨𝙖𝙞𝙙 𝙄 𝙡𝙤𝙤𝙠𝙚𝙙 𝙡𝙞𝙠𝙚 𝙖𝙣 𝘼𝙢𝙚𝙧𝙞𝙘𝙖𝙣 𝙨𝙞𝙣𝙜𝙚𝙧

"Es el chico menos afectuoso
que he conocido en mi vida."

El distrito de los Lagos en Gran Bretaña siempre había despertado curiosidad en Scarlett Fox, a pesar de que nunca se lo hubiera dicho a nadie. Por ese motivo fue una sorpresa para todo su equipo cuando anunció que pasaría en soledad su primer día libre en semanas, recorriendo un parque nacional perdido en el Norte de Inglaterra.

—¡No se preocupen! —exclamó por tercera vez. La conversación no estaba tomando el rumbo que ella esperaba y lo sabía: sus padres, su manager y su publicista habían comenzado a hablar entre ellos, como si Scarlett no estuviera allí. Alzando la voz, consiguió recuperar su atención—. Primero, ya tengo dieciocho. ¡Soy mayor de edad!

—Pero no en Estados Unidos —objetó su madre.

—¡Solo quiero ir a dar un paseo! Lo tengo todo planeado, ¿sí? Son unas dos horas en auto. Solo tengo que alquilar uno mañana a primera hora—

—Ni hablar —interrumpió su padre—. Apenas puedes conducir en nuestro país, ¿y crees poder hacerlo aquí? ¡Las carreteras son en el otro sentido, Scarlett! —Subió el tono para hablar por encima de ella, que ya había intentado defenderse—. Te llevará Jim hasta allá y te irás a recorrer sola si eso quieres, pero no vas a conducir.

La chica rubia sabía que esa era la mejor oferta que conseguiría, así que la tomó sin rechistar; de todas formas no le gustaba conducir. A la mañana siguiente, envuelta en un tapado de diseñador que le habían regalado (con la promesa de que lo utilizara) y con suficiente dinero en su pequeño bolso, salió detrás de su chofer.

—Avísame cuando quieras volver, ¿sí? —Le dijo Jim, quien tendía a estar de su lado en la mayoría de las situaciones, como un tío divertido—. Voy a estar en ese bar de la esquina.

Scar se despidió de él y comenzó a caminar por el pueblo en que habían decidido detenerse, con sus ojos grandes prestando atención a cada detalle a su alrededor. Las casas antiguas y las calles poco transitadas le daban inmensas ganas de abandonar la ciudad y desaparecer en el medio de la nada.

Caminó con sus botas negras por varios minutos, una sonrisa dominando su rostro cada vez que recordaba que estaba pisando adoquines que habían estado allí por cientos de años. Un par de chicas la habían reconocido, pidiéndole una foto y un autógrafo a los que ella aceptó con amabilidad, a pesar de que no estaba muy contenta de tener fotos determinando su paradero en Internet. Había visto también un anuncio de su concierto de la noche anterior en Liverpool que la había hecho sorprenderse al notar lo conocida que era. Uno de sus mayores sueños era ver paredes enteras empapeladas con anuncios de sus conciertos.

Entró a locales de artesanías que encontró en su camino hacia lo desconocido, viendo piezas que le encantaría comprar pero que definitivamente no entraban en su bolso. En una tienda de música, un chico había intentado convencerla de comprar su propio disco, haciéndola reír. Minutos después la habían echado del lugar por burlarse de los empleados. No fue hasta que se internó en una galería de arte que encontró una forma de entretenerse por un rato.

—Hola. —Le dijo amablemente una chica. Parecía venir del local junto al que Scarlett había ingresado—. Bienvenida. El artista ha salido a almorzar, pero no debería tardar en volver. Puedes mirar todo lo que desees, mientras tanto. No dudes en consultarme si tienes alguna duda.

invisible string [di angelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora