PokéTail: Un mundo de aventuras

Cap.2 Poketail: Un Mundo de Aventuras: Una lenta recuperación.

.

.

.

.

.

Unas cuantas horas han pasado desde que Natsu había derrotado a Jellal en la Torre del cielo y este había sido transportado a un mundo diferente luego de consumir todo el Etherion que poseía la torre con la esperanza de salvar a sus amigos.

Unas horas han pasado desde que fue encontrado muy mal herido y había sido cuidado por los animales locales del lugar que lo acobijaron en la cueva que parecía ser el hogar del gran oso quien se encargaba de traer comida todos los días, mientras los más pequeños cuidaban la casa.

.

.

.

XxCueva HogarxX

.

.

.

En el interior de una hogareña y semi-iluminada así como cálida cueva, que era el hogar de los tres Osos que lo acompañaban. Natsu que había sido cargado hasta ahí por el Oso adulto, el cual había salido hace ya un tiempo a buscar agua y bayas extras en caso de que el DS, que seguía durmiendo, despertara y tuviera hambre. Mientras los mas pequeños se quedaban a cuidar del mago de fuego.

Aunque claro, que para un par de niños, "cuidar" puede significar otra cosa.

Lo que nos lleva a la situación actual en la que los dos pequeños Oseznos jugaban con el rostro del DS, ya sea jalando sus mejillas o intentado que se despertara haciéndole cosquillas con una hoja en su nariz, logrando que el mago hiciera alguna que otra cara extraña, causando risas al dúo.

De pronto uno de los pequeños se detuvo y comenzó a mover sus orejas, intentando captar el ruido que venia de afuera.

Osezno 1-terd ...- hablo uno de ellos para llamar la atención de su hermano que estaba sobre el pecho del DS con una hoja en su mano aguantando la risa.

Osezno 2-¿roag? -Respondió confundido al ver que su hermano no estaba haciendo travesuras con el.

Osezno 1-¡raagh! -Grito mas fuerte mientras señalaba la entrada de la cueva.

Él pequeño oso dio un pequeño salto del pecho del DS al suelo para ponerse al lado de su hermano.

Pasaron unos pocos segundos, en los que los dos pequeños se pusieron serios al oír que alguien había entrado a su hogar, sabían con seguridad que no era el mayor de ellos, ya que este siempre se anunciaba cuando llegaba para que lo ayudaran con las provisiones, así que, sea quien fuera debían mantenerse firmes y defender al DS que seguía en reposo.

Un minuto entero había pasado, donde los hermanos se mantenían firmes frente al DS de forma protectora, listos para defenderlo de cualquier peligro existente, con algo de suerte, ellos podrían contra los intrusos, y si no, al menos ganarían tiempo suficiente para que el mayor llegase en su ayuda.

Ratoncito 1-¡pichu! -Grito uno de los pequeños ratones amarillos anunciando su llegada a la cueva. Pero este había sido jalado por su hermana detrás de lo que parecía ser una estalagmita para evadir un rayo de luz que había golpeado el lugar donde estaba hace unos momentos.

Ratoncito 2-¿pichu? -Pregunto su hermana preocupado por el estado de su hermano.

Ratoncito 1-chu pichu- respondió dejando salir un suspiro y agradeciendo a su hermana por la salvada rápida.

Mientras los dos pequeños ratoncitos hablaban los dos oseznos se preparaban para atacar una vez más ya que al estar tan nerviosos atacaron de inmediato sin ver que los que estaban entrados a su hogar era sus amigos.