ꜱᴏꜰɪᴀ, ʙᴜᴛ ʏᴏᴜ ᴄᴀɴ ᴄᴀʟʟ ᴍᴇ ꜱᴏꜰɪ

𝙇𝙞𝙖𝙧

Sebastian

¿Qué haces?

No lo se.

Sofi le sonrió de manera a extraña a Nate mientras el acariciaba su cabello. Yo seguía escondido en el baño.
De un momento a otro, sus ojos se centraron en mi e hice una mueca de confusión.

—Para compensarte... ¿Por qué no salimos?— Nate le sonrió.

—¿Salir? ¿A-A dónde?—

Quería soltar una carcajada, Sofía se veía extremadamente graciosa y tierna cuando estaba nerviosa.

—No lo se... Podría darte un tour por la ciudad.—

Muy tarde, primo. Ya lo hice yo.

Miré a Sofía y claramente ella recordó el dia que recorrimos la ciudad. Me miró rápidamente y negó.

—Prefiero quedarnos aquí... ¿Si?—

Nate asintió.

—Nate, ¿crees que puedas llevar a la pequeña Rosie a su habitación? Esta dormida.— señaló a Rosie. El asintió y se levantó para tomar a la niña en sus brazos.

Le dio una última mirada y salió de la habitación con Rosie. Suspiré y salí del baño.

—¿Es en serio?— levanté una ceja.

—¿Qué?— me miró confundida.

—Lo perdonaste.— entrecerré los ojos.

—Si ¿Y? T-todas las parejas pelean y se reconcilian.— asintió rápidamente.

—Eso ni tu te la crees, hermosa— reí.

Cerró sus ojos y respiro pesadamente.

—Escucha, Sebastián. Me agradas y mucho, de verdad...— le sonreí y me acerqué a ella, pero puso una mano en mi pecho, poniendo distancia entre los dos.

—Pero esto que estamos haciendo no esta bien, no le puedo hacer esto a Nate. —

Poco a poco fui borrando mi sonrisa, entendiendo a lo que iba.

—Si supieras lo que el hace...—

—No, no. Detente ahí. Yo conozco a Nate, y nunca me ha mentido, nunca. Así que... Será mejor que mantengamos distancia ¿Si?— asintió y se alejó de mi.

Estaba dispuesta a salir de la habitación pero la detuve.

—¿Recuerdas lo que te dije?—

Se giró y me miró atenta.

—No confíes en todo lo que el te diga.— le sonreí.

Mordió su labio y se giró para abrir la puerta, saliendo de la habitación.

(...)

—Me vuelve loco, Gina.— suspiré frustrado dejándome caer en el sofá.

—Eres un exagerado.— la rubia rió mientras acomodaba uno de sus vestidos en una bolsa.

—Me estresa que Sofía no se de cuenta del verdadero Nate.—

—¿Cómo quieres que se de cuenta? Ella lo ama... O eso me dijiste tu ¿no?—