Las hojas de los árboles caían con rapidez y en gran cantidad, un ninja sin banda de su aldea y vestiduras oscuras pero destrozadas
-Mierda!-Soltó el ninja al sentir algo que se clavó en su pierna haciéndolo caer del arbol dónde estaba parado
Su cuerpo calló al suelo de aquel bosque alumbrado por el sol que estaba a punto de esconderse en el atardecer
Llevó su vista a su pierna derecha y vio un kunai perfectamente encrustado en medio de su pantorrilla, la sangre salía y manchaba su ropa, rápidamente saco el kunai y soltó un gemido de dolor mientras veía más sangre salir de ahí
-Veo que le acertaste hermano-Una voz se escuchó a las espaldas del herido-Pero la idea era darle en la espalda y le diste en la pierna, eso descontará puntos
-Yo no fallé, solo quería hacer que sufriera más lentamente antes de matarlo
-Eres igual de sádico que mamá-Una risa divertida se escuchó seguido de ese comentario
Rápidamente volteo y vió a sus atacantes de manera directa, se sorprendió al ver a dos jóvenes con un aspecto tan singular
El más alto era un chico con marcas en la piel parecidas a agallas, la capa de Akatsuki dejaba a la vista su cara y manos, la piel era de tonos azules y su cabello azul marino,su tez azul acompañada con unos ojos negros y su sonrisa contaba con unos dientes afilados que reconoció como las de un tiburón
Espantado vió a su acompañante que no era tan alto como el otro pero aún así sentía miedo al ver esos ojos rojos que resaltaban en esa piel azul claro casi blanca, tenía unas marcas parecidas a ojeras bajo sus ojos y su dentadura no se veía tan filosa como la del más alto pero igual era algo muy resaltante, su cabello largo y con un tono azul tan oscuro como el cielo del anochecer se movía con la brisa y algunos mechones
-Que? Viste algo que te asusto?-El de agallas arqueó la ceja y lo miró divertido-Nos vemos raros pero eso no significa que nos quede mal ¿Verdad hermano?-El de ojeras asintió
-Terminemos con ésto Masaru-Dijo el de ojos rojos tomando el kunai que estaba en el suelo y se fue acercando lentamente al ninja que empezó a retroceder como podía, sentía como su chakra se iba de su cuerpo, poco a poco caía en la inconsciencia pero algo le impedía cerrar los ojos
Tres minutos
Tres minutos de gritos en donde ese ninja rogaba piedad pero al acabar por gritos el silencio no reino como las otras veces
-Eso Masaru-Nii!!! Moru-niisan!!-Un niño azabache con piel pálida ojos negros y dientes afilados salió de los arbustos haciendo gestos de entusiasmo mientras movía sus puños, seguido de otro unos pocos centímetros más bajo que veía el cuerpo inmóvil del prófugo al que atacaron
-Que bueno que lo atraparon ¿Que harán con el ahora?-Dijo el otro niño, se veía más calmado que el niño más alto, cabello azabache largo hasta los hombros, y el rostro más delicado, también tenía dientes afilados pero no tan resaltantes
-Fugaku?/Umi?-Dijeron los mayores sorprendidos
-Que hacen aquí?-Preguntó el mayor de coleta deshaciendo el sharingan y arqueando la ceja confundido
-Vinimos a verlos cumplir una misión-El niño más alto se acercó al cuerpo inerte y lo empezó a picar con una rama
-Cambiare mi pregunta y aléjate Fugaku-Alejó al pequeño del cuerpo y se inclinó a la altura del pequeño-¿Cómo llegaron hasta aquí?
-Moru-niisan! Quería ver si seguía vivo-El pequeño azabache de pelo corto solo protestó con un puchero
-Lo vimos saliendo de la casa y lo espiamos mientras hablaban con el nanadaime-El azabache más bajo fue el que contestó la pregunta
