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Narra Martha:
Más tarde, 15 minutos antes de que el tren se pusiera en marcha, llegamos a la parada, mi hermana y yo nos despedimos de nuestros padres y cruzamos la pared, cuando pasamos entramos al tren, yo me percaté de que Draco estaba entrando al vagón.
-Escucha, yo me voy a hablar con Draco – Le dije a mi hermana y ella me sonrió de burla - ¿Qué?
-Se que no lo admites, pero te gusta – Le pegué en el hombro.
-¡Deja de decir tonterías! - Ella rió.
-Anda, ve con tu amado -Rodé los ojos.
Fui donde estaba Draco, el cual miraba por la ventanilla.
-Hola – Dije con media sonrisa.
-Hola, no esperaba que vinieras, la verdad.
-¿Leíste mi carta? - Él negó.
-Mi padre me la escondió - Hizo una mueca - ¿Qué decía? - Me miró con curiosidad.
-Decía que aunque fuera tarde que feliz cumpleaños, que me encantaría hablar contigo en el tren y que no entiendo porque te sientes culpable si te perdoné.
-Me porté muy mal contigo.
-Pero te portas mal con Harry y no te sientes culpable.
-Lo sé, pero no es lo mismo - Me miró - ¿Qué más decía?
-Te deseaba un buen cumpleaños, y luego te conté como fue el mío. ¿Cómo fue el tuyo?
-Bastante aburrido, me regalaron muchas cosas, pero no hice casi nada - Miró a otro lado - ¿Y tú? - Volvió a mirarme.
-Pues en mi cumpleaños estuve con Tom, un amigo que conocí este verano, fui al parque de atracciones con él y su familia. Le gusta mucho la astronomía, creo que te caería bien.
-Seguro – Hizo un intento de sonrisa.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Ya lo estás haciendo, pero adelante – Me hizo un ademán para que continuase.
-¿Por qué tu padre y tú tratáis mal a la gente? Sobre todo a los muggles o los de sangre sucia.
-Somos de la familia Malfoy y tenemos que cuidar nuestra reputación.
-Pero le haces daño a la gente, como a mí - Fruncí el ceño.
-La diferencia es que a ellos no me importa hacerles daño.
-¿Te importo? - Él evitó mirarme – Draco - Agarré inconsciente su mano y él las miró.
-No – Volvió a mirarme - Pero hay algo que no me deja estar tranquilo si te hago daño.
-Entiendo - Miré a otro lado y separé las manos.
-¿Te apetecería estar con mis amigos y conmigo y así te unes a más Slytherins? Así tienes más amigos de tú misma casa.
-Eso estaría muy bien - Sonreí y él me devolvió la sonrisa.
Después de varias horas llegó la noche y nosotros acabábamos de llegar. Yo estaba esperando a mi hermana, al ver que no venía Draco se me acercó.
-¿Estás buscando a alguien? - Asentí.
-¿Has visto a mi hermana? No la veo - Fruncí el ceño.
-No, si quieres te puedo acompañar en el carruaje y te presento a mis amigos.-Vale.
Al llegar al carruaje me ayudó a subir, cosa que le agradecí, luego llamó a dos chicos los cuales vinieron al instante y se subieron con nosotros.
-Martha, ellos Crabbe y Goyle, chicos, ella es Martha. Tratadla bien.
-Wow, Malfoy llevándose bien con una chica que no es Pansy - Susurró Goyle haciendo que Crabbe se riera y Malfoy le mirase mal.
Fuimos hablando hasta llegar a Hogwarts, nos fuimos a nuestra sala común y al llegar todos nos cambiamos al uniforme escolar. Luego fuimos al comedor donde estaban todos menos los de primer curso y McGonagall.
Cuando los de primero estuvieron asignados a una casa y terminamos de cenar fuimos todos a nuestras respectivas salas.
Al día siguiente tuvimos la primera clase del día, Herbología, estaba hablando con Ron, me estaba contando sobre lo que le ocurrió ayer a Harry y a él. Cuando finalizó la profesora llegó.
-Buenos días a todos – Nosotros le devolvimos el saludo – Bienvenidos al invernadero 3, alumnos de segundo año. Juntaos por favor – Hicimos lo que nos dijo y comenzó a explicarnos sobre las mandrágoras. Hermione al contestar a una pregunta que hizo dio 10 puntos a Gryffindor.
La profesora indicó que nos pusiéramos las orejeras cosa que hicimos. Cuando sacó la mandrágora esta comenzó a gritar hasta que la enterró, ya que se calmó un poco. Neville se desmayó cosa que hizo que varias personas se preocuparan al igual que yo, después hicimos lo que nos dijo la profesora con la mandrágora.
Luego estábamos en el comedor, yo estaba sentada con los chicos, Ron estaba arreglando su varita rota, cuando una carta de su madre le llegó.
-¡Ronald Weasley! - Comenzó a sonar la voz de su madre desde la carta - Tú, ¿cómo te atreves a robar el coche? - Yo hice una mueca y miré a Ron, este se veía asustado - ¡Estoy muy disgustada! Tú padre se enfrenta a una investigación en su trabajo y todo ha sido por tu culpa – La carta se le acercó bastante – Si se te ocurre volver a pasarte de la raya, te traeremos derechito a casa – Luego se dirigió a Ginny – Oh, Ginny, hija – Todos la miramos – Enhorabuena por ser de Gryffindor – Ella frunció su labio asintiendo – Tú padre y yo estamos orgullosos – Luego la carta le sacó la lengua a Ron y se hizo pedazos.
-Vaya – Dije después de un rato de silencio.
-¿A que no sabéis qué? - Dijo Hermione cuando todos volvieron a sus conversaciones – A Martha le gusta alguien – Dijo con una sonrisa.
-No digas tonterías - Dije rodando los ojos.
-¿Y quién es? - Dijo Harry mientras que Ron miraba a otro lado.
-Draco – Le miré mal – Se han estado mandando cartas este verano.
-¡Solo ha sido una carta cada uno!
-Lo que tú digas, pero te gusta.
-Qué no pesada.
-Bueno, pues ¿y qué me dices de Tom?
-Es un amigo – Le miré.
-Pero también te gusta - Sonrió y yo negué.
-¿Qué te ha dado con eso? Que no me gusta nadie.
-Alguno de los dos sí, se te nota.
-Que pesada, lo que tú digas - Miré a otro lado.
-Le gusta alguno de los dos – Les susurró a los chicos.
