🍼𝚀𝚞𝚒𝚗𝚝𝚘 𝚙𝚞𝚌𝚑𝚎𝚛𝚒𝚝𝚘🍼

344 56 3
                                    

-Jongho,hijo, sabes que te amo ¿verdad?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Jongho,hijo, sabes que te amo ¿verdad?

La sonrisa en el rostro del bebé se volvió más grande al ver a su padre y agitó sus manitas golpeando la superficie sobre la que estaba.

–¡Papá!

-Ven mi amor, deja eso.

Seonghwa se acercó cautelosamente a su bebé, tratando de que no se agitara.

–Osito, bebé bonito, ven con papá.

Los brazos del pelinegro mayor se extendieron con la intención de tomar a su bebé, pero Jongho se negó lanzando mordiditas al aire y golpeando su regordeta mano sobre la computadora portátil en la que estaba sentado.

Cuando habían llegado a casa, Seonghwa bajó a su angelito y se ocupó en acomodar las cosas comestibles que compraron en el súper. En cuanto había terminado, esperaba ver a su pequeño bebé, jugando en la sala, justo donde momentos atrás estaba, pero por supuesto Jongho ya no se encontraba ahí.

Escalando sobre las sábanas, el pequeño había logrado subir a la cama y conseguido tomar el portátil de su padre, que se encontraba en la pequeña mesa en un lado de la cama, había visto antes a sus padres abrirla por lo que no le fue difícil hacerlo y ponerse a jugar presionando botones al azar hasta encenderla. Los ojitos rasgados del bebé se iluminaron al ver las luces y dibujitos en la pantalla de la computadora, y con más ahínco sus deditos presionaban las teclas.

El momento en el que Seonghwa había entrado a la habitación, un jadeo asustado salió de sus labios alertando al bebé, quien se sentó sobre las teclas del computador portátil y le dedicó su más dulce sonrisa a su asustado padre.

–Osito, papá guarda cosas importantes ahí, vamos ven.

Los nervios y la ansiedad estaban carcomiendo a Seonghwa. Ahí guardaba pistas sobre futuras canciones para la empresa en la que trabajaba, y temía por qué su regordete bebé hubiese eliminado algo sin saber. Hacía poco que habían saldado la deuda de la computadora, por lo que perderla sería bastante desastroso, por ese motivo, estaba tratando de alejar a su pequeño hijo de la máquina, sin embargo el bebé parecía no tener intenciones de hacerlo.

Cinco minutos, diez minutos, y finalmente quince minutos después de rogarle bonito y hacer caras graciosas, el bebé se había puesto de pie sobre la cama estirando sus pequeños brazos hacia su padre.

–Eso es cielito, ven con papá.

Sin embargo en el último momento, sus piernitas fallaron haciéndolo caer sentado sobre la pantalla de la computadora, provocando un fuerte sonido de algo quebrándose.

Seonghwa contuvo el aliento, y con el alma pendiendo de un hilo se terminó de acercar hasta cargar en brazos a su hijo para poder revisar la computadora.

El pelinegro mayor apretó sus labios succionando la regordeta y esponjosa mejilla de Jongho en un intento por no maldecir.

El bebé gordito había caído justo sobre la unión de la pantalla y las teclas, quebrando por completo las partes que la mantenían unidas, era imposible siquiera tratar de hacerla funcionar.

〔Uɴ Dɪ́ᴀ Cᴏɴ Pᴀᴘᴀ́〕⌜𝑺𝒆𝒐𝒏𝒈𝒔𝒂𝒏𝒈⌝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora