Capítulo 12: Descubierto

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La alarma de su teléfono comenzó a sonar, haciendo aturdir su cabeza por el ruido. La apagó rápidamente, ya que se había levantado antes. En realidad, nunca llegó a dormir, porque la pesadilla lo había atormentado nuevamente. De todos modos, Hinata no se sorprendió de que pasara eso, se había vuelto una rutina para él.

Durante la noche el pequeño se encerró en el baño, porque había vomitado otra vez, además de que después de la pesadilla quería agarrar el cuchillo de la cocina, pero tuvo que resistirse. Se supone que hoy iba a volver a la escuela y que vaya más lastimado de lo que ya estaba, se lo iba a complicar mucho más.

Decidió levantarse del suelo para prepararse. Se tomó su tiempo para darse una ducha, ya que no pensaba en desayunar, después del dolor de estómago que todavía sigue teniendo.

Se puso su uniforme de entrenamiento, porque para su mala suerte tenían práctica de vóley en la mañana. Normalmente estaría emocionado, pero ahora ni siquiera sabía si podría llegar a su escuela sin desmayarse en el intento.

Miró por un rato su rostro en el espejo y puso una cara de asco al verse. Su cabello estaba despeinado, tenía la piel demasiado pálida, sentía sus párpados pesados y unas enormes ojeras se encontraban debajo de sus ojos color avellana. Se veía muy demacrado.

- "Me veo horrible - pensó asqueado de sí mismo - No quiero ir..."- suspiró.

De repente se golpeó ambas mejillas, dejándolas algo rosadas por la fuerza que utilizó.

- "¡No!, tengo que ir o sino se van a preocupar de que falte mucho días"-.

Bajó las escaleras, agarró sus bolsos y salió de su casa en bicicleta. Tal vez no era la mejor opción para el dolor de sus cortes, pero pensó que era mejor acostumbrarse al movimiento, antes de comenzar la práctica.

Las calles estaban algo solitarias, así que no tardó mucho en llegar. Agradeció que no pasara nada en el camino.

Al ver nuevamente el gimnasio, le dio un poco de paz, ya que hace varios días no venía a ese lugar que prácticamente era su segunda casa. Pero al escuchar los ruidos provenientes de adentro de este, se empezó a preocupar. Ahora le esperaban un montón de preguntas de sus compañeros. ¿Se darán cuenta de su horrible estado físico?.

Respiró muy profundo y abrió lentamente la puerta para poder entrar. Ese ruido que había en el gimnasio, desapareció en un segundo, llevando todas las miradas de los que se encontraban allí hacia el peli naranja.

Hinata también miró a todos en silencio y decidió hablar.

- H-Hol -.

- ¡SHOYOOOOOO!- lo interrumpió el líbero.

El pequeño vio como Nishinoya estaba corriendo para tirarse encima de él como de costumbre, algo que lo aterrorizó. Si se le tiraba encima, no sería capaz de soportar el dolor de sus cortes y todos lo descubrirían.

- ¡N-no esperá!- dijo mientras extendía sus manos hacia al frente para detenerlo.

El líbero paró de repente, casi cayéndose porque venía muy rápido. Miró extrañado a Hinata por aquella acción.

- ¿Qué?, ¿Qué pasa?- preguntó confundido.

- No, nada, es que...-.

- ¡HINATAAAA!, ¿¡Qué te pasó!?, ¿¡Por qué faltaste estos días!?- gritó Suga preocupado interrumpiéndolo, mientras que lo sostenía de ambos hombros.

- Eh, y-yo -.

- Suga, dejálo respirar un poco.....- los separó tranquilo - ¿¡Por qué no viniste!?, ¿¡Por qué no respondías mis mensajes!?, ¿¡Sabés lo preocupado que nos tenías!?- dijo aún más desesperado Daichi contradiciendo completamente lo que le había dicho al peli gris.

Aʏᴜ́ᴅᴀᴍᴇ... | KᴀɢᴇʜɪɴᴀWhere stories live. Discover now