Feel Special

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Suavidad. Eso es lo que sentía Nagito ante el tacto de su amado.

No sabía cómo lo hacía. Su presencia misma le traía paz, calidez y felicidad. Verle sosteniendo su mano en ese momento, le hacía sentir que era importante; el temblor en ella se desvanecía cuando estaba acompañado por él.

Sonrió levemente, cerrando sus ojos, pensando que ese preciso instante, acompañado de tantas sensaciones armoniosas, era la esperanza misma. Hajime le había hecho saber que él también merecía tener esperanza en sí mismo, le hizo saber que no era una completa basura y le ayudó a ver que, al igual que las demás personas, era alguien merecedor de amor.

Hajime le hacía sentir especial. Irónico, pues el albino siempre había deseado ser alguien normal y del montón, alguien corriente a quien la maldición disfrazada de talento no le afectase. Siempre deseó tener una vida normal y aburrida... aunque, la vida que tenía definitivamente no era eso. Su talento era anulado, era alguien normal y del montón. Sin embargo, no se sentía así, muy por el contrario, se sentía importante, especial, querido y amado.

¿Cómo es que aquel chico podía romper con todos sus ideales? Sin duda, era alguien asombroso.

Se concentró en el sonido de las aves que cantaban a los lejos, el viento rozando sus mejillas y la suave respiración de su novio en sincronía con la propia. Abrió los ojos con lentitud para desviar la mirada al rostro de su acompañante, notando la ternura que emanaban sus ojos heterocromáticos, que observaban fijamente los verdes orbes de Nagito.

El de blancos cabellos no era el único que se sentía especial. Después de tantos años sintiendo inseguridad consigo mismo, después de tanto tiempo aburrido, el castaño finalmente se sentía en tranquilidad. Hinata y Kamukura compartían aquel sentimiento. Con o sin talento, Komaeda siempre les hizo saber lo increíbles que eran.

El castaño nunca pensó que estar sentado bajo un árbol en un parque, siendo algo tan normal, pudiese traer consigo tantas emociones. Se sentía bien. Nunca fue alguien muy sociable, si no fuera por Nagito, seguramente no habría hecho amigos durante su estadía en el NWP.

Sonrió satisfecho, por fin había logrado sentirse bien consigo mismo y con su vida en general; tanto sufrimiento había dado sus frutos. Ahora debía proteger aquel presente y futuro tan prometedor, empezando por cuidar al chico que se hallaba a su lado sonriendo tan dulcemente, no dejaría que aquella sonrisa tan bonita se desvaneciera.

Se acercó y depositó un cariñoso beso en su frente, haciendo que él cerrase sus ojos mientras disfrutaba de la calidez proporcionada con aquel inocente contacto.

Hajime acercó un poco más a su pareja, terminando por quedar abrazados bajo la sombra de aquel árbol del parque Jabberwock. Estuvieron un tiempo en silencio —segundos, minutos, horas, ¿quién sabe?— solo disfrutando de su compañía.

—Nagito.

—Hajime.

Alzaron la voz al mismo tiempo, sincronizados. Soltaron una pequeña risa, no era la primera vez que ocurría eso y seguramente, tampoco sería la última.

—Habla tú primero —pidió un risueño castaño.

—¡No, no! tú primero —ofreció Komaeda, servicial como siempre.

—No, dale, primero dime lo que necesitabas decir.

—Mejor hazlo tú.

—Nagito, si seguimos así estaremos toda la tarde debatiendo quién hablará primero, lo cual es una pérdida del tiempo que podríamos utilizar en conversar —expresó con un tono más neutral y analítico al usual—. Solo habla y dejemos de discutir algo tan innecesario.

El susodicho soltó una risa, antes de bajar la mirada.

—Lo siento, Izuru-kun —se disculpó, sabiendo quién era el dueño de aquella queja—. Lo que iba a decir es que... les agradezco por estar ahí, en serio, me siento tranquilo y libre, eres un rayo de esperanza en mi vida... —explicó, con voz tímida—. Gracias por hacerme sentir especial.

La mirada anteriormente fría se había suavizado por completo, llenándose de dulzura, acompañada por un fuerte rubor adornando el rostro. Aunque estaba acostumbrado a ser halagado constantemente por el albino, seguía tomándole desapercibido ese tipo de confesiones.

—Lo mismo digo. Me alegra tenerte a mi lado, me has ayudado demasiado —afirmó, con vergüenza, pero seguro de sus palabras—. Nunca olvides lo mucho que nos importas —añadió—. No sé qué haría si algo te ocurriese, eres alguien único —volvió a depositar un cariñoso beso en la frente de su novio— eres especial.

Sin más que decir, siguieron abrazados en silencio, apreciando el paisaje a su alrededor y el bello atardecer frente a ellos.

Unos metros más atrás, Mahiru buscaba algo que fotografiar. Disfrutaba de salir a caminar sola por algunas horas, observando a detalle su alrededor. Siempre pensó que las mejores fotografías son las que se dan casualmente, capturando los mejores momentos.

Cuando visualizó a aquella parejita, no lo pensó dos veces antes de tomar la foto. Se ubicó en una posición estratégica, evitando ser vista por ambos chicos —aunque, honestamente, estaban tan sumergidos en su romántica burbuja, que seguramente no la verían ni estando parada a su lado—.

Sonrió satisfecha. Ibuki le había dicho que quería hacer un álbum fotográfico de momentos especiales que compartieran estando en aquella isla, y acababa de conseguir la foto perfecta para inaugurar dicho libro.

🌸🌼🌸🌼

Feel Special es de mis canciones favoritas de Twice —es mi álbum favorito, de hecho xd—, y encontrar esa animación KomaHina aaaaaAAAAAAA, me puse a llorar, literalmente JAKAJSKSK

Es que la letra pega tan bien<3 aaaaAAAAa, lloro brillitos 😭💞💗💖✨✨😫💓💞

Definitivamente, necesitaba escribir sobre eso. Siento que quedó algo largo, idk, pero es que me dejé llevar JAKSJJAKSJ, es inevitable 😔

También necesitaba meter a Izuru, I believe in KamuKomaHina supremacy 🛐🛐🛐

Entendiéndote | KomaHina ~ HinaKomaWhere stories live. Discover now