Parte II

366 39 24
                                    

Tiempo después, Tony y Peter volvieron a encontrarse por pura casualidad en un reconocido bar.
Tony había discutido con Steve y había salido por allí por aire fresco y un buen Whisky, entonces vio a Peter bebiendo en la barra, se miraba solo y muy cambiado.
Se sintió tan irresponsable, su chico estaba bebiendo. Y no había nadie con él. Él debía acompañarlo, tenía que hacerlo.

—Hola, ¿estás solo? —se acercó Tony con cuidado, quizás Peter lo odiaba. Quería que así fuera, y al mismo tiempo no lo quería. La mejor manera para regresar después de tanto tiempo. ¿No?

—Sí. 

—¿Puedo sentarme? —podía notar el enojo frustrado en el ahora alto y musculoso joven que tenía a su lado.

—Sí así desea, señor.

El "señor" le dolió como una fuerte patada en las bolas.

—¿Cómo estás? —Tony sabía que estaba siendo muy hipócrita. Y no sabía porqué se había acercado en primer lugar. Pero allí estaba.

—Muy bien —si los oídos de Tony no le fallaban, había sarcasmo en sus palabras. Lo entendía—. De maravilla. ¿Usted y el señor Rogers cómo están? 

Había mucho odio en Peter, y él era el único culpable. Pero había una parte de él que se alegraba por ello, porque así no habría modo alguno por el cual volvieran a estar juntos un solo segundo más aunque Tony lo quisiera.
Pero, ¿Debía mentir a cerca de su vida?

—Ah bien, excelente —quizá fue exagerado al hacer énfasis al "excelente". Porque de hecho así no estaba.

—¿En serio? Porque no lo parece —dijo Peter frívolo, Tony desconocía totalmente a Peter, pero quizás también fue solo culpa suya. Se sentía un maldito idiota, debía salir de allí.

—¿Cómo llegaste a esa conclusión? 

—Está usted aquí y él no.

El hecho de que lo tratara de usted lo hacía sentir kilómetros lejos de Peter, y siendo sincero, se sentía mucho más mayor. Como un maldito viejo sin escrúpulos. Quizá lo era.

—Es mi pareja, no mi guardaespaldas. 

Peter sonrió socarrón, meneó la cabeza con ironía y bebió otro trago.

—¿Desde cuándo bebes? —fue lo que Tony preguntó tratando de dar caso cerrado al tema anterior.

—Desde hace algunos años, ¿le molesta?

Sentía la furia de Peter en cada palabra, en cada pregunta, y en cada mirada. 

Peter lo odiaba, lo odiaba por amarlo tanto. Por amarlo incluso cuando debía odiarlo por dejarlo totalmente solo y llorando con el corazón hecho trizas.

—No. —dijo. A Tony le molestaba no haber estado allí y darle consejos de no beber a excesos para luego beber hasta quedar sin raciocinio para contradecir su consejo—. ¿Cómo te ha ido en la universidad?... —de hecho sabía que le iba de maravilla, pero quería oírlo de su voz, quizá se animaría.

Peter rió pesadamente.
—No va a decir nada, ¿no? Pff debí imaginarlo.

Tony no entendió, segundos después sabía que se refería a la tensión de sus vidas, a todo lo que había pasado entre ellos. A lo mejor de su vida y a su peor maldición.

—¿Qué quieres que te diga? ¿Que lo lamento? Porque no es así —dijo Tony fríamente. 

Lo lamentaba por haberlo dejado solo, pero no iba a decirlo. Eso volvería a lo mismo y alejarse lo serviría de nada.

Un Último Segundo. (Starker)Where stories live. Discover now